La nueva serie de Marvel en Disney + no nos ha dejado indiferentes. Os dejamos nuestra reseña de Bruja Escarlata y Visión.
Finalmente, ha llegado uno de los grandes estrenos que se nos prometieron en Disney+. Puede que lo haga con varios meses de retraso, pero finalmente Bruja Escarlata y Visión (WandaVision) ha aterrizado en la plataforma. Y, de una forma u otra, no ha dejado indiferente a nadie. ¿El motivo de esto? Bueno, es complejo, y para dejarlo un poco más claro os traemos nuestra reseña de Bruja Escarlata y Visión.
Necesitando un reposo
Que traigamos este escrito días después de su estreno no es algo baladí, culpables. Y es que hemos necesitado varios días para procesar bien qué es lo que habíamos visto. No, no es que sea una completa locura sin sentido que se vaya de madre al más puro estilo 2001: Una odisea del espacio (lo siento, no aguanto esa película), es justo lo contrario. Es normal. Dramáticamente normal. Y es lo que te hace preguntarte «¿qué demonios?» , porque esto es Marvel, y con Marvel estamos acostumbrados a otras cosas. Os avisamos de que los spoilers pueden rondar por aquí, así que seguid leyendo bajo vuestra cuenta y riesgo.
Por supuesto, quiero hacer matices, que luego pasa lo que pasa. Sé perfectamente que esto está basado en varios cómics, y, según he podido leer por redes, que plasman a la perfección estos. Sin embargo, no temo en reconocer que, pese a que están en mi lista, yo no he leído estos, lo cual, curiosamente, creo que es un buen punto de partida. Sí que conozco algunos matices generales de lo que ocurre al leer cosas como «Vengadores: desunidos» y al enlazar esto con Doctor Extraño y el multiverso de la locura.
Estoy a dos aguas, podría decirse, motivo por el cuál entiendo el estupor del público por un lado, y el interés suscitado por otros. Porque, recalco: estos primeros capítulos no son como nada que hayáis visto en las películas de cine. Es una sitcom. Una que parodia y elogia muchas de las antiguas series de este formato, como Embrujada, de donde toma referencias para sus intros, por ejemplo. El uso del blanco y negro, las risas enlatadas, los gags facilones debido a cosas mal entendidas y esos «problemas del día a día» que asolan a un nuevo matrimonio en la ciudad son una clara muestra de todo esto. Y ya está. ¿Ya está? No, amigos.
La extraña normalidad… y el color rojo
Tú, como fan de las películas de Marvel, miras esto con extrañeza. Incluso si eres fan de las sitcom de los años 40 y en tu casa aún tienes antena en tu televisión lo mirarás con extrañeza. Porque están los detalles. Ay, que sería de nosotros sin ellos. Y es que es gracias a estos que nuestro engranaje cerebral no para durante la emisión de la serie. Algo pasa. Y ese algo no se nos va de la cabeza durante un buen rato.
Sí, podemos obviar que Visión y Wanda existan ahí, en un lugar en el que Visión no podía haber sido creado. Venga, lo pasamos por alto, mundos alternativos más raros se han visto. ¿El que Wanda no tenga su acento de Sokovia, pese a que se aluda a que es de allí? Nos escama más, pero venga, también podemos pasarlo, que no se diga que nos engorilamos con un tema.
¿El que parezca que todo se va a venir abajo cuando Wanda es consciente de según que cosas? Eso igual ya no tanto. Y es en esos momentos cuando más sospechamos. Cuando más decimos «aquí pasa algo raro, y quiero saber qué es». Ocurre, por ejemplo, en el primer «comercial» que nos introducen en la serie. Puede pasar, nuevamente, como una parodia de los anuncios de esa época. Pero algo no encaja. El punto rojo. El punto rojo de la tostadora que publicitan brilla, pitando intermitentemente. Como una cuenta atrás. Un temporizador. O una bomba, mismamente.
El que se use el color rojo para resaltar según que cosas es algo común en el formato audiovisual. Este se asocia con cosas como la pasión, el amor… y la y el peligro. Esto, acompañado del sonido antes mencionado, ya nos indica que algo no va bien. Más aún cuando le dedican varios segundos en pantalla.
Y no es la única vez que este color hace acto de aparición en pantalla. Más adelante la joven Wanda encuentra un pequeño helicóptero de juguete. En este, el color predominante es el rojo… aunque el resto los comparte con el diseño de Vision: rojo, amarillo y gris. Podríamos intentar pasarlo por alto si no fuera porque vemos a la Bruja Escarlata notablemente alterada. ¿Le ha traído recuerdos de algo? ¿De alguien?
Un «algo más»
Pero no queda la cosa en colores, culpables. Tenemos más momentos de Wanda visiblemente afectada, donde el tiempo parece ralentizarse y ella misma parece luchar por mantener el control. La escena de la cena en la que el presidente se atraganta es la primera de ellas. La escena final del segundo capítulo, donde aparece el apicultor de una alcantarilla, ya es el acabose. ¿Qué representa este personaje? ¿Qué pinta aquí? Sumadle a esto, por supuesto, el «rebobinado» que sufre la serie hasta un punto anterior al tener este encontronazo. Wanda parece a punto de romperse al ocurrir esto. Y nuevamente saltan todas nuestras alarmas.
Vale, seguramente los que hayáis visto la serie digáis «eh, pero antes de eso está lo de la radio». Por supuesto, pero es que ese es, diría, un momento hasta demasiado evidente. La voz que surge de esta y que pregunta directamente a Wanda que «quién le ha hecho esto» nos despeja todas las dudas posibles. Sin embargo, el que tenga lugar la escena mencionada en el anterior párrafo nos hace preguntarnos, verdaderamente, hasta qué punto la Bruja Escarlata es consciente de esto. El que ella misma dijera que eso no quería que fuera así es lo que llevó al rebobinado.

¿Es el personaje que vimos al final del primer capítulo, el que parece estar viendo la serie de Bruja Escarlata y Visión, el auténtico responsable de esto? ¿Lo hizo contra la voluntad de Wanda? ¿O todo esto ha sido ideado por ella misma, para vivir en un lugar idílico, tal y como intenta en alguno de los cómics? Estas intrigas, junto a la «evolución» de la serie a color, nos hacen plantearnos cada detalle.
¿Arriesgado o previsible?
Ahora bien, esto es un arma de doble filo, tal y como he podido comprobar en redes. Y es que estos dos primeros capítulos van clarísimamente enfocados al fan marvelita de siempre. Apuestan demasiado por lo que tienen que mostrar en los siguientes capítulos. Sin duda, es un movimiento arriesgado, pues aquellos que no estén acostumbrados a esto, y no sepan de qué va la cosa, verán unos capítulos un tanto sosetes, que realmente no les dicen nada. Y, en cierta parte tendrían razón, dado que se sienten como un aperitivo. Quizás de ahí que la compañía haya querido estrenar dos capítulos a la vez.
Así pues, sólo puedo repetir que estos episodios me han desubicado completamente. Pero, sin duda, esperaré para ver qué es lo que ocultan en los siguientes capítulos, y comprobar hasta donde llega la vida idílica de Wanda. Aunque… ¿haría esto si la serie no tuviera el sello de Marvel? El ser de quien es le da el empujoncito que anime a ello. Da que pensar, culpables. Pero, bueno, los inicios siempre fueron controvertidos.