Koei Tecmo ha presentado VR Sense, una cabina de realidad virtual que promete un nuevo nivel de inmersión. Si funciona y sale bien, estamos ante el futuro. O no, pero tiene que molar mucho.
Koei Tecmo ha ido un paso más allá en esto del juego con la realidad virtual presentando VR Sense, una cabina equipada con unas gafas de realidad virtual y que genera estímulos para el olfato y el tacto (aunque ya está por ahí el Vive Tracker). Dicho así parece demasiado científico, pero el resumen es que suelta olores y se mueve, vaya. Eso sí, no deja de sorprender lo más mínimo.
Este bicharraco viene equipado con una Playstation 4 (no, no es Pro, curiosamente), que es la consola base, unas Playstation VR y unos auriculares. Además de eso, esta joya tiene una silla que es capaz de moverse hacia los lados y hacia arriba y hacia abajo desde su eje. Pero no solo eso, también es capaz de simular sensaciones como la de montar a caballo o la lluvia y también puede alterar la temperatura. Y por lo visto es capaz de reproducir la sensación de ratas e insectos recorriendo tu cuerpo. Esto es fantástico porque muchos dejaremos de tener envidia por no poder probarla. También tiene unos Playstation Move, pero he preferido centrarme solo en lo bueno.
Por otro lado también es capaz de reproducir diversos olores, “desde un bosque hasta un campo de batalla”. No sé cuál es la tecnología que incorporará este VR Sense para ser capaz de lograr todo esto, pero si el resultado final es aceptable y realmente se sienten todas estas cosas, estamos ante un producto que es capaz de llevar la inmersión en los videojuegos hasta otro nivel. ¿Imaginas jugar a Resident Evil 7 con esto puesto? Pero la parte de los insectos no.
(Todas las imágenes pertenecen a Famitsu y Game Watch Impress)
Ya puestos, según leo en Kotaku, son 3 los juegos que están anunciados por el momento: Dynasty Warrior (qué raro viniendo de Koei), GI Jockey Sense y Horror Sense. Estos dos últimos están, como habrás deducido por su nombre, a sacar el máximo provecho de esta cabina, pero no dejan de ser un producto de prueba. Y el último es el que incluye lo peor, avisados estáis.
Evidentemente, esta monstruosidad no tiene precio, literalmente. De hecho, si llega a producirse en masa para ser vendido imagino que será dentro de unos años (no lo he probado, pero imagino que aún está bastante verde, como toda la realidad virtual, y le quedan unos años para estar completamente listo). Pero lo más lógico, creo yo, será que veamos estas cabinas en eventos o salas recreativas. Vamos, que aquí no las veremos, pero en Japón serán una máquina de imprimir dinero. A ver cuánto tardan las demás compañías a construir este tipo de máquinas y, más importante aún, a ver cuándo podremos echarle el guante.