The Order: 1886 sale a la venta el 20 de febrero, ya casi se le puede oler. Algunos Youtubers ya han tenido acceso al juego y han comenzado a subir vídeos. El problema ha venido cuando se ha visto que en algunos casos las partidas apenas han durado 5 horas y media, incluyendo todas las cinemáticas.
Como no podía de ser de otro modo, enseguida la gente ha comenzado a criticar a Ready at Dawn y al juego. Debido a esto, Ru Weerasuriya, director ejecutivo de la compañía, ha decidido hacer unas declaraciones al respecto. O quizá debería decir unas no-declaraciones.
Se que hay números circulando por ahí. Sé por qué surge la pregunta. Sé que los números que han salido no son ciertos. Es imposible terminar el juego en ese tiempo, así que los números son erróneos.
Al fin y al cabo, no vamos a hacer comentarios al respecto. No podemos evitar que la gente escriba lo que escribe. Y no vamos a salir ante cada error. Sería un trabajo a tiempo completo que cada vez que alguien tenga una impresión errónea de algo que hicimos o que alguien escriba algo equivocado sobre nosotros, salir a decir que no es cierto. Hacemos juegos. Hacemos lo que hacemos por los jugadores. Y ahí es donde quiero dejarlo.
La duración de los juegos es importante. Todo juego se tiene que tomar su tiempo para contar su historia. Algunos juegos son cortos. Otros son largos. Todavía recuerdo la primera vez que cogí Modern Warfare. Terminé la campaña en tres horas y media y fue divertido porque hicieron la campaña así.
Ciertamente, Weerasuriya podrá decir lo que quiera, pero las pruebas son claras: el juego dura menos de seis horas. Además que se equivoca en algo muy evidente. Es cierto que cada juego tiene sus tiempos, pero si lo que quieres es contar una historia tienes que darles el tiempo suficiente a los personajes para que tengan un desarrollo. Y eso en apenas seis horas es totalmente imposible de conseguir.
Pero bueno, es un juego exclusivo, una nueva IP, buenos gráficos… no os preocupéis que aunque sea más simple que un botijo tiene el 90 asegurado en Metacritic.
Fuente: Eurogamer