Vivimos en una época en la que la calidad de un videojuego se mide casi exclusivamente por su resolución en pantalla, su framerate, su gráficos ultravitaminados y en la que las grandes compañías apuestan por más de lo mismo abandonando todo alarde de originalidad. Vale, tal vez me he pasado, pero es que ha sido ponerme frente a Randal’s Monday y no poder evitar ponerme melancólico y reflexionar sobre lo que de verdad importa en un videojuego.
Cientos de desarrolladores buscando la fórmula mágica del éxito y han sido los alicantinos Nexus Game Studios quienes han sabido reinterpretar a la perfección uno de los géneros más importantes de la old school, la aventura gráfica.
Para esta impresionante labor no han dudado en ningún momento en tomar todo lo que hizo grande a todos y cada uno de los títulos del género que tanto triunfaba en nuestra ya lejana infancia.
También hay que tener en cuenta las incontables referencias a estos títulos clásicos así como a otros juegos e incluso series (de animación o reales), películas, cómics… o cualquier artículo mediático que pueda considerarse friki. Y si a esto le sumamos el hecho de que desafiaremos las leyes de la física, no sé qué más necesitáis para convenceros de que estamos ante lo mejorcito que vais a poder jugar.
Si odiabais los lunes, puede que el de Randal os haga verlos de otro modo
Uno de los puntos más interesantes del juego y sin duda de los más divertidos es el hecho de que cualquiera podría identificarse con el protagonista de nuestra aventura de no ser porque en realidad es un sociópata. Vago, cleptómano, vacilón, algo marginal, no se toma nada en serio, respondón… y a pesar de todo es imposible no cogerle cariño a este granuja que se ve empujado a tomar parte en la gran aventura de su vida contra su voluntad.
Randal es el tipo de persona que te puedes encontrar en cualquier sitio y que te haría pensar en que sería la última persona en el mundo que pudiese llegar a ser el eje de las más épica aventura y que de él dependiese que el universo se mantuviese a salvo.
A través del título del juego obtenemos una de las mayores pistas para entender en qué consiste el juego. Nuestra aventura comienza con nuestro protagonista, su mejor amigo (Matt) y la novia de éste (Sally) un domingo cualquiera, borrachos perdidos y celebrando el compromiso de la pareja.
Nuestro querido amigo Matt nos enseña el anillo con el que pretende formalizar el compromiso, anillo rodeado de un halo de misterio y que “sin querer” termina en nuestras manos. Y aunque es en ese preciso momento donde empieza de verdad nuestra aventura todavía no seremos conscientes de todo lo que se nos va a venir encima.
No esta mal empezar el lunes con una resaca de campeonato, al menos no para Randal, que deberá lidiar con problemas normales y corrientes con toda la dignidad que pueda: enfrentarse a su casero por deberle dinero, ser despedido por haber destruido bienes privados de su jefe… pero una llamada de Sally hará que todo cambie.
Un lunes que no podía ser más surrealista termina con la misión de recuperar el anillo maldito (¿a qué me sonará esto?) e intentar comprender por qué Matt hizo lo que hizo. Pero esto son tareas para el martes, el lunes está a punto de acabar… ¡Ilusos! Llega un nuevo día, llega el mismo lunes. Sí, el mismo pero distinto. ¿Por qué nos ha pasado esto? ¿Randal está loco? Debe repetir el lunes durante el resto de su vida, ¿para qué? ¿Recuperar el anillo, evitar el trágico desenlace de Matt, salvar el universo, evitar la cancelación de Firefly…?
Grandes y oscuros son los misterios que encierra el lunes de Randal…
Perdone, hay un friki en mi sopa
Pongamos las cartas sobre la mesa, si no eres suficientemente friki, geek, nerd o nunca te lo han llamado, ¡huye! este juego no es para ti. Si me preguntasen que dijese algo que haya sido hecho total y absolutamente pensado para el goce y disfrute de todo friki habido y por haber en el mundo mundial, a día de hoy sólo podría responder una cosa: Randal’s Monday.
Si ya de por sí los diálogos son una auténtica oda al humor surrealista y desenfadado, no podemos pasar por alto las mil y una referencias a la “cultura friki” que nos encontraremos en cada uno de los diálogos, rincones o personajes del juego.
Por si no fuese suficiente con todos y cada uno tributos a antiguas glorias del género (y por si os lo preguntábais, sí, podremos avisar a alguien de que tiene un mono de tres cabezas a sus espaldas), otros artículos del sector harán acto de presencia: Game Boy’s coreanas que dan descargas, todo tipo de consolas clásicas en la casa de empeños, pósters en casi todos los escenarios interiores que representan personajes de videojuegos, un disfraz de Link o incluso una recreativa Polybius en la habitación de Randal.
Las obras del sector audiovisual tampoco se quedará atrás y nos encontraremos con referencias realmente absurdas y geniales al cine y la TV que nos harán reír hasta que nos duela la tripa y se nos escape una lagrimita. Referirse a Schwarzenegger como “ese gran filósofo de origen austriaco” es uno de los ejemplos, otro es el deseo de nuestro amigo Matt de criogenizarse para despertar en un futuro gobernado por las máquinas, ya sea en el que nos atacan para exterminarnos (Terminator) o en el que nos usan como baterías (Matrix).
Podría pegarme horas y horas escribiendo sobre las miles y miles de referencias, pero no os voy a contar todas para nos destriparos todo lo que podéis encontraros, aunque a modo de resumen os puedo comentar que hay todo tipo de referencias a Pac-Man, Juego de Tronos, Star Wars, Los Simpsons, Futurama, Dragon Ball, El Silencio de los Corderos, El Día del Tentáculo, Sin City, Lobezno, Cosas de Casa (sí, la serie de Urkel), Metal Gear, Atrapado en el Tiempo, Jay y Bob el silencioso Taxi Driver, Q*bert…
Por decirlo de algún modo, un digno repaso a la infancia y adolescencia de muchos de nosotros. Y es que es imposible no revivir recuerdos del pasado mientras jugamos a Randal’s Monday, momentos disfrutados con amigos y compañeros de colegio, es imposible no sentir nostalgia porque este juego es pura nostalgia, es la nostalgia hecha videojuego.
Eso sí, ya os aviso que en la mayoría de los casos estas referencias no son unos meros tributos aduladores, si no que también tienen cierto toque irónico en el que se llegan a ridiculizar algunos de ellos. Y que queréis que os diga, ver a un friki como Randal riéndose o criticando a otros frikis es un espectáculo digno de ver.
¡Mira detrás de ti! ¡Un mono de tres cabezas!
Como ya he comentado anterior y brevemente, el concepto general bebe directamente de los grandes del género. No os esperéis un grafísmo de última generación y complicadísimos efectos de luz ya que nos encontraremos con unos gráficos simples y sencillos. Un marcado y personal estilo cartoon será el que nos acompañe durante toda la aventura y que dotará de cierto aire caricaturesco a nuestro protagonista y a todo el elenco de secundarios, que en la mayoría de los casos ridiculizarán de un modo gracioso ciertos tópicos.
Los escenarios no se quedan atrás y huirán de toda perfección arquitectónica ocurriendo todo lo contrario en el caso del color. Mientras que líneas rectas y los círculos perfectos no existen en este juego, haciendo que nos sintamos como dentro de un cómic, la paleta de colores de la que hace gala el juego es simplemente soberbia y perfectamente adaptada para cada ocasión o escenario.
La jugabilidad es uno de los temas más delicados a tratar en un videojuego, y más en una aventura gráfica porque precisamente la jugabilidad debe ser complementaria al ritmo pausado de este género. No quiero decir que deba ser lenta o pausada, si no que deben de estar totalmente compaginadas, ser lenta cuando deba serlo, ser rápida y ágil para darle más dinamismo al juego… y cumple, os puedo asegurar que cumple.
Incluso las cinemáticas, un lastre para la jugabilidad si no están bien integradas en la narración, cumplen a la perfección su cometido de servirnos de prólogo o anuncio de determinados eventos particulares o de vital importancia en la aventura.
Personajes secundarios, objetos por doquier, puzles imposibles, un inventario surrealista, ¿qué sería de las aventuras gráficas sin estos elementos básicos?
Con el primero que deberemos familiarizarnos es con el inventario que es representado como una revista (en realidad un catálogo de lencería femenina de una superheroína mítica) y cada objeto se nos irá mostrando en cada viñeta/foto. Cada uno de ellos tendrá una finalidad preestablecida y deberemos averiguar cuando y cómo usar cada uno. Randal es un manitas, así que podrá hacer mucho más de lo que supongamos que pueden hacer los objetos que vayamos recogiendo. Una vez en nuestro inventario podremos examinarlos tranquilamente porque a lo mejor esconden algo que no se ve a simple vista y que puede sernos de utilidad más adelante.
En otros casos la habilidad de Randal nos servirá para combinar determinados objetos y así conseguir megaobjetos que nos ayudarán a seguir avanzando. Del primer objeto combinado que hagamos sólo os diré que es puro HAMOR. Lo más gracioso de esto es que sin importar lo grandes o voluminosos que puedan llegar a ser, Randal siempre se sacará el objeto que vaya a usar de debajo de la chaqueta. Puro surrealimo.
Podremos encontrarlos tirados por la calle o en escenarios interiores, aunque en otras ocasiones deberemos superar ciertos puzles o hablar con personajes para poder conseguir el que necesitamos para poder seguir avanzando. A pesar de lo patéticos y ridículos que pueden llegar a ser, los secundarios serán un pilar fundamental en el desarrollo y avance de nuestra aventura, o no.
No todos tienen algo importante que decir, o tal vez sí y estemos dejando escapar una oportunidad de conseguir algo especial. Sea como sea estarán muy involucrados en los puzles ya que en la mayoría de casos consistirá en “conseguir tal objeto para “o “hacer tal cosa a”.
La curva de dificultad del juego es bastante correcta a pesar de que en más de una ocasión nos obligará a exprimirnos la sesera como nunca lo hemos hecho. A través de personajes secundarios o a través del propio Randal (cada vez que hagamos algo erróneo) iremos recibiendo pistas para saber cual deberá ser nuestro siguiente paso. Todos los retos en forma de puzle tienen una solución lógica (otra cosa es lo ilógico que es llegar a esa solución) y pueden llevarse a cabo con objetos que tengamos a mano, ya sea donde estemos en ese momento o en algún otro escenario del juego al que podamos acceder en ese momento y al que podamos llegar.
Respecto de esto, sólo os diré que hay bastantes puzles peliagudos, pero el de la “fiesta de cumpleaños” se lleva la palma pero de largo. Los hay difíciles, los hay que nos harán sudar, los hay que nos harán maldecir y por encima de casi todos está este.
Pero tranquilos porque hay un método para obtener más pistas o más bien, tenemos la opción de “desbloquear” la ayuda que nos irá diciendo qué hacer cuando nos encontremos realmente perdidos. Pero no nos saldrá precisamente barata esta ayuda. Primero nos encontraremos con que el juego nos insulta vilmente por el mero hecho de planteárnoslo, una vez que la vergüenza nos dé igual se volverá a meter con nosotros hasta que llegamos al punto en cada desde el inventario podremos acceder a un listado de las misiones de cada lunes y una breve descripción.
Esa información podrá ser ampliada mediante indicaciones concretas de lo que hay que hacer a cambio del sacrifico de un pobre minino. A ver, aunque sea un videojuego no llega a verse explícitamente, pero para desmotivarnos a la hora de obtener ayuda fácil el modo de conseguir una nueva pista será a cambio de matar un gatito. Una “broma” muy en la línea de “cada vez que XXX, XXX mata/se come un gatito”.
Otra importantísima característica con la que nos encontraremos es el aspecto sonoro, en el que destaca el gran nivel que se ha dedicado en las voces del juego. Actores y actrices de doblaje de primerísima línea se dan cita y nos invitarán a pensar en Bruce Willis, Samuel L. Jackson, Penny de The Big Bang Theory o en el mismísimo Stewie Griffin.
Dentro de toda esta perfección he tenido la mala suerte de toparme con un par de bugs sin mucha importancia pero que pueden llegar a incomodarnos. En uno de ellos se colgará el juego si no elegimos bien el orden adecuado durante una conversación, consejo: cuando se os de la opción de decir algo que ya le habéis dicho a un personaje secundario, no se lo digáis de nuevo, habladle de “otras cosas”.
El otro es menos problemático (no nos obligará a rejugar todo lo que no hayamos guardado hasta entonces) y afectará al desenlace tras solucionar cierto puzle. En caso de que no pase lo que se suponía que tenía que pasar será suficiente con volver al “origen” del reto o recorrer otros escenarios y volver para encontrarnos con que por fin ha ocurrido lo que debía pasar desde el principio.
– ¿Quedamos mañana? – No me viene muy bien. – ¿Y pasado? – Vale, no me has entendido.
Puede que el concepto de estar atrapados dentro de un día que está condenado a repetirse hasta el infinito no sea algo nuevo, pero la maldición de Randal va mucho más allá de revivir contínuamente el tan odiado lunes una y otra vez. Cada nuevo lunes no es una prueba de ensayo y error en el que debamos conseguir hacer “lo correcto” para poder llegar al ansiado martes y poder llevar una vida normal.
La maldición que ha caído sobre Randal afecta al continuo espacio-tiempo provocando que el tiempo no sea lo único que se vea afectado. Nuestros actos durante el juego tendrán sus consecuencias en el futuro, ¿pero cómo es posible si estamos atrapados en el lunes? Según vayamos avanzando interactuaremos con todo tipo de personajes, objetos y elementos del entorno provocando una serie de cambios en su destino.
Para entender bien este concepto hay que tener en cuenta que sólo Randal (y puede que alguien más) es consciente de lo que está pasando. Cada cambio que provoquemos será permanente en los próximos lunes pero a modo de realidad alternativa. Pongamos que Randal rompe un objeto (puede que incluso intencionadamente) que hasta ese momento estaba en perfecto estado.
Cuando volvamos a empezar en la mañana del siguiente lunes nos encontraremos con ese mismo objeto roto, pero por otro motivo, puede que incluso lleve años roto. Así que a los personajes que no son conscientes de lo que ha pasado hay que sumarle cada nuevo pasado que se crea con cada comienza de día y del que Randal no tiene ni idea a menos que vaya obteniendo pistas.
Y vale, seguro que alguno me decís que esto tampoco es nuevo, ¿pero qué queréis que os diga? El hecho de que cada día que empiece pille a Randal sin saber con qué se va a encontrar y qué se supone que ha hecho en el pasado de una nueva realidad es como si nuestro protagonista viviese la mayor de las resacas habidas y por haber en todos los tiempos.
Si lo vuestro es la nostalgia, si echáis de menos esas aventuras que hicieron que os convirtieseis en héroes capaces de enfrentarse a cualquier enemigo en vuestra infancia, este es vuestro juego El sabor añejo, las referencias frikis y el humor descarado y surrealista harán las delicias de todo fan de los videojuegos, del cine y de todo aquello que sea algo friki. Ya estáis tardando en comprobar si lo que digo es cierto o no.
Gráficos: 85
Sonidos: 90
Jugabilidad: 95
Modos de juego: 79
Total: 89