Rocket League es divertido, adictivo y…¿honesto? Sí amigos, podríamos tener Rocket League 2 pero Psyonix ha preferido currarse el original hasta la extenuación. Quitémonos el sombrero, por favor.
A pesar de que no consigo que el viejo Cardman juegue conmigo, Rocket League es un pequeño santuario al que retornar cuando uno quiere echar una partidilla rápida o descargar algo de adrenalina. El juego de Psyonix sigue funcionando a todo trapo, a pesar de tener ya tres añazos y resulta curioso -y encomiable- ver con qué ahínco la desarrolladora evita hablar de Rocket League 2.
No dejéis de leer estas declaraciones que Scott Rudi, el director del juego, hace en Gamespot sobre si veremos pronto una secuela de Rocket League:
Lo más valioso en nuestro juego son nuestros fans. Casi todo lo que hacemos está orientado a que se queden con nosotros, a mantenerles interesados y hypeados. Queremos proporcionarles una buena experiencia y que se diviertan durante los años venideros.
No sé lo que haría con Rocket League 2. Prefiero seguir expandiendo el juego existente. Lo está haciendo genial y hay más por delante. Así que no, no tenemos planes para Rocket League 2.
Se me vienen a la mente ahora juegos como Destiny -uno de los engaños más flagrantes de los últimos años- y FIFA -que nos sangra con cambios de skins y MUY poco más-. Juegos que podrían aprender mucho de la honestidad de Psyonix, que no ha tirado por el camino rápido de la secuela y ha preferido currarse un superjuego. Bravo.