¡Hemos jugado Hogwarts Legacy! Un juego casual para fans de la saga

Los chicos de Warner Bros han hecho un evento y en GuiltyBit lo hemos probado. Hogwarts Legacy es un juego casual sobre el que tenemos opiniones.

Hogwarts Legacy es probablemente el mayor evento para la saga del joven mago desde el estreno de Las Reliquias de la Muerte parte 2. Sin haber aún salido y con relativamente poco contenido disponible para el público, ya es el juego más vendido de todas las plataformas en las que sale. En GuiltyBit hemos probado Hogwarts Legacy y lo encontramos un juego casual para fans de la saga.

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Una preview bien montada

Lo primero de todo agradecer que el evento fue una experiencia muy agradable. Desde la preparación de la sala con detalles de la saga hasta el hecho de que el diseñador de combates viniese hasta España para charlar un rato con los invitados, el equipo se ha volcado en que todo saliese a las mil maravillas.

Empezamos escuchando un vídeo de unos diez minutos en el que el diseñador principal del título explicaba cuál había sido la motivación del equipo al crear esta obra. Una carta de amor a una saga que les había marcado, un intento de acercarla a gente que podía sentirse excluida por las recientes polémicas a su alrededor y un trabajo extenso de documentación para que todo fuese acorde con el lore.

Tengo cosas que decir al respecto, pero todo a su debido tiempo.

Luego pasamos a jugar una hora y media de gameplay guiado, lo cual fue una pena porque no nos permitió acceder a todo lo que nos habría gustado. Sin embargo, sí que arrojó mucha luz sobre ciertos aspectos del título como el combate, el vuelo o el sigilo.

No se nos permitió ni mirar el mundo abierto, no hubo acceso a la Sala de Menesteres (por lo que no pudimos observar el crafteo) y tampoco tuvimos acceso a la cría de animales fantásticos. Por lo que, obviamente, de esos elementos no podemos hablar mucho.

Hogwarts Legacy es un juego casual

Muy probablemente esta sea una afirmación polémica, pero creo en GuiltyBit probamos Hogwarts Legacy y creemos que es un juego casual.

Esto, de por sí, no es malo. No todos los juegos tienen que tener como público objetivo a los fans de Dark Souls. Pero sí que creo que es algo a tener muy en cuenta.

El juego junta bastantes mecánicas de otros títulos y las simplifica para arrojar una experiencia palatable y entretenida para todos los fans de Harry Potter, hayan jugado antes a videojuegos o no.

La exploración, por ejemplo, tiene como añadido la misma mecánica de guía que Dead Space. Apretando un botón, un pájaro dorado seguirá el camino de nuestra misión marcada dejando una estela que podemos perseguir.

El combate, del que hablaré más en profundidad luego, es extremadamente sencillo. Tras hablar con Troy, su diseñador, decidí jugarlo en difícil porque me dijo que la inteligencia artificial de los enemigos cambiaba, pero llegué a poder estar hasta más de un minuto sin tocar el mando y sin morir. Pude pasarme zonas de combate sólo pulsando el botón de esquivar, el de atacar y usando un hechizo para romper los escudos de los enemigos.

En los gameplays promocionales se puede ver cómo se ha puesto muchísimo interés en introducir mecánicas de juegos como Los Sims, Animal Crossing o incluso Nintendogs. Y, por lo que pudimos ver, hay un montón de opciones de personalización del personaje en cuanto a elementos cosméticos (algunos de los cuales introducen cambios de estadísticas).

En general, esperad un título con muchas opciones pero ninguna profunda.

La creación de personaje está bien

Lo primero que pudimos hacer es crearnos un personaje. No es el mejor creador de personajes que he tocado en mi vida, pero cumple. Puedes cambiarte la cara, el pelo, ponerte cicatrices y cambiar la voz.

Un detalle muy bonito es el hecho de poder elegir ser mago o bruja independientemente del cuerpo y voz que hayas elegido. Ya estoy oyendo a cierto sector refunfuñar, pero habrá muchos fans que lo agradecerán.

Unos gráficos que se te va la olla

Uno de los puntos fuertes de Hogwarts Legacy es sin duda el portento gráfico que muestra. Los modelados, las texturas y la luz son una absoluta locura, y la distancia de dibujado da momentos impresionantes cada vez que sales del castillo o recorres un puentecito entre torres y miras al horizonte.

Artísticamente el juego está muy bien pensado. Tanto el castillo como sus alrededores intentan diferenciar sus zonas cambiando la paleta de colores o los elementos que muestran en pantalla para otorgarles una identidad visual única.

Este truco, que utilizan ya antes juegos como Hollow Knight o Elden Ring, es una muy buena idea tanto para evitar la monotonía al ojo como para que los jugadores puedan orientarse bien entre las distintas zonas que visiten.

Hay mucha gente que tiene dudas sobre cómo un estudio como Avalanche ha logrado llegar a este nivel y hablando con uno de sus integrantes conseguí que se confirmasen mis sospechas: Primero, han ampliado el equipo hasta aproximadamente doscientas personas.

Segundo, han subcontratado mucho del trabajo en cosas como los modelados 3D. Subcontratar estas tareas es una práctica que se está poniendo muy de moda en la industria, tanto en estudios pequeños como en el Triple A más puntero.

Sentimientos encontrados con el vuelo

Los chicos de Avalanche no quieren que hablemos de la historia para que sea una sorpresa, así que paso directamente a hablar de lo primero que pudimos probar: el vuelo.

La escoba se maneja muy bien. Responde de manera impresionante a lo que hacemos con el mando y las animaciones van suaves como la seda. La sensación de estar imitando escenas como la captura de la recordadora en la primera película se transmite al jugar.

Sin embargo, como casi todo lo que he podido jugar, arroja un pero.

La velocidad de vuelo es extremadamente lenta, incluso al acelerar a tope. Y en los showcases que se han ido haciendo, además, se explica que dicha aceleración sólo es infinita si vas a ras de suelo, por lo que si te gusta volar alto viendo los paisajes tendrás que hacerlo bastante despacio.

He de decir que, al menos en nuestra demo, no había límite al acelerar. No sé si nos lo quitaron para la muestra o lo habrán cambiado para el juego final (no se me ocurre ninguna razón para no dejar acelerar infinito en una escoba, no es un caballo que pueda cansarse y no usa nitro como los coches del Need for Speed. Excepto, de nuevo, que Hogwarts Legacy sea un juego casual).

Buen sigilo

La misión que se nos permitió jugar fuera de los tutoriales empezaba con un poco de exploración, muy sobre raíles, y luego una sección de sigilo.

El sigilo es bastante divertido. Creo que los escenarios están bien diseñados para ello, el hechizo de invisibilidad te hace sentir realmente como un mago que se cuela donde no le llaman e imita bastante bien las secciones de la saga original en las que Harry se pone la capa y se va por ahí a merodear.

Las “ejecuciones silenciosas” en este juego vienen en forma de Petrificus Totalus, el hechizo que convierte en roca al que lo recibe. Es un detalle interesante.

El combate es profundo… y a la vez simple

La prueba terminó con un combate multitudinario, boss incluido.

En este último combate se nos permitió utilizar un arsenal de ocho hechizos, incluida la maldición imperdonable Crucio.

Pequeño inciso con las maldiciones imperdonables, no se nos dejó jugar Avada Kedavra y cuando pregunté al estudio cómo pensaban hacer para el balanceo de matar automáticamente a jefes finales y si los enemigos pueden atacarnos con ese encantamiento se me dijo que era algo “que les gustaría que descubriésemos por nosotros mismos.”

Lo primero que debo decir es que, lo poco que pudimos jugar, parece que las opciones que dan al jugador para luchar son divertidas de utilizar. Los hechizos pueden combar unos con otros, los cooldowns parecen estar más o menos bien balanceados para obligarte a usar varios trucos de tu arsenal sin enrocarte sólo en uno y se te ofrecen opciones externas como lanzar objetos del escenario (mención especial al mítico barril rojo explosivo, que hace también aparición aquí) o la magia antigua, un poder especial de tu protagonista que te da como pequeños ataques especiales si cargas una barra de combo.

Sin embargo, confirmo las sospechas que había hasta el momento: los enemigos son demasiado pasivos. Repito que jugué en la mayor dificultad permitida, en la que Troy nos explicó que la IA era más inteligente y agresiva, y aún así parecía que atacaban por turnos como en un JRPG.

En un momento, por ejemplo, permití que me lanzasen Winwardium Leviosa. Winwardium en combate es un hechizo de control: tú puedes lanzarlo para hacer flotar a los enemigos, incapacitándolos, y ellos también pueden hacerlo contigo.

Si te golpea un Winwardium, sale un pequeño evento en el que debes apretar el botón que salga en pantalla. Si lo haces bien, sólo se te incapacitará unos segundos. Si lo haces mal, puedes estar así de manera indefinida.

Bien, yo solté el mando. Solté el mando y esperé entre uno y dos minutos, y sólo recibí como tres ataques. No morí, y el único castigo fue tener que echarme una poción al bajar.

Es lo que os he dicho, Hogwarts Legacy es un juego casual. Los enemigos no están pensados para suponerte un reto enorme, si no para ser objetivo de tus peripecias.

Además, varios enemigos se rompieron durante los combates. Uno de ellos quedándose quieto, a media animación de atacar, sin hacer nada. Pude correr a su alrededor, quedarme quieto delante, sacarme cinco selfies con él y no reaccionaba.

El otro, el boss, cargó corriendo contra una esquina y se quedó allí atrapado. No podía salir, yo no le podía atacar y por suerte al cabo de los minutos el problema se solucionó solo… porque si no se habría cargado el juego.

Se habría cargado el juego como otro bug que me salió en el tutorial, rompiendo la partida y obligándome a reiniciar.

Todavía quedan un par de semanas hasta que salga, así que espero que arreglen los problemas que queden por solucionar. El bug del tutorial, por ejemplo, se me dijo que ya estaba en proceso de arreglarse. Sin embargo, creo que es importante que informe de ello. No me gustaría que os llevaseis una sorpresa desagradable si lo jugáis.

Hogwarts Legacy: un juego de luces y sombras

Las sensaciones que me deja Hogwarts Legacy son encontradas. Por una parte, parece que el juego tiene mucha pasión puesta en todo. Han intentado tocar muchos palos diferentes, ofreciendo la experiencia de vivir un curso en Hogwarts al completo. Un buen fan de la saga y alguien que juegue de forma muy poco habitual se lo pasará muy bien.

Por otra, no creo que nada de lo que han hecho sea suficientemente profundo como para sorprender realmente a alguien que juegue de forma habitual a videojuegos. Hogwarts Legacy es un juego casual. No creo tampoco que sea culpa del estudio, su trabajo es bastante bueno. Pero en este caso creo que desde arriba se les han dado ciertas directrices y quien mucho abarca poco aprieta.

Esto, no obstante, no es malo. En la presentación había gente de otros mundos ajenos al videojuego y estaban flipando con la demo. A los fans les va a encantar.