Los gusanos más suicidas regresan, esta vez buscando la guerra total de los battle royale. Qué vuelen las primeras impresiones de Worms Rumble.
No se salva ya ni uno. Es que ni uno. La fiebre battle royale está ya en todas partes, impregnando cada franquicia de una forma u otra. Ya sea en un Call of Duty o en el mundo de Black Desert, pocas desarrolladoras son las que no se suben al barco. Esta vez toca comprobar de primera mano cómo una serie de títulos tan longeva como Worms se desenvuelve en este género, con nuestras primeras impresiones de Worms Rumble. Traedme las ovejas.
Acción desenfrenada sin turnos
Antes de nada, lo primero que podemos hacer es personalizar nuestro gusano. Se nos permite modificar el color, los ojos, la boca y toda la indumentaria, la cual iremos desbloqueando conforme subamos de nivel y juguemos partidas. No vamos a estar tanto tiempo aquí, al menos en esta beta, ya que aquí hemos venido a ver comer naranjas granadas.
Por lo tanto, ¿qué nos encontramos en Worms Rumble? Mejor dicho, ¿qué me he encontrado en Worms Rumble? La respuesta corta es gusanos que se quieren matar. La respuesta larga es gusanos que se quieren matar en una especie de centro comercial de la muerte. Y la respuesta aún más larga es la que os voy a contar ahora.
Bien, olvidaos de los turnos de Worms. Aquí hay acción en tiempo real pura y dura en 2D. Nos desplazamos por el mapa, vamos recogiendo armas, y dependiendo de nuestro estilo de juego iremos desechando unas u otras. Esto es importante ya que sólo podemos llevar dos armas principales, además de un hueco para objetos de apoyo y otro para explosivos. Sinceramente yo era más del cañón de mano, una especie de revólver que reventaba de lo lindo. Con él pude llegar al top 3, que mira, algo es algo.
¿Y cómo funcionan las partidas? Pues es una buena pregunta, porque aquí te olvidas de campos de energía que se van achicando con el paso del tiempo. Tenemos un tiempo límite para matar, ya está. Si te matan, reapareces, pero con menos equipamiento del que tenías. ¿Reventando con un lanzacohetes? Olvídate de él cuando te mueras, ahora es de tu asesino. Así es la vida en Worms Rumble, intensa y rápida. Y no hay mucho más que contar, ya que es exactamente lo que he podido disfrutar en el juego, acción 2D frenética contra jugadores.
En el mapa tenemos obviamente diferentes caminos y salas, las cuales no podemos ver dependiendo de dónde estemos ubicados. Por ejemplo, si estamos en un pasillo, no sabremos qué hay en las tuberías que están encima nuestra. Pero ellos sí que nos ven, jugando con esa ventaja para efectuar emboscadas. Ni que decir tiene que abusé de esta estrategia, ya que era muy efectiva.
La esencia Worms diluida
Pero, ¿qué me ha parecido a mí? Pues sinceramente, me ha gustado bastante. Son partidas rápidas y entretenidas, en los que los duelos entre varios jugadores están servidos. Y por supuesto, explosiones por todas partes. Sin embargo, creo que ese algo que hace de Worms algo único está más diluido. Faltan varias armas icónicas en la franquicia (que no dudo que vayan añadiendo), así como la ausencia de los clásicos turnos de la saga.
Ya sé que un battle royale con turnos estilo Worms sería algo descabellado, sobre todo por la pesadez de esperar a todos a que terminen su movimiento. Pero claro, es algo icónico que no tiene esta entrega, que podría catalogar más de spin-off. Resumiendo, me ha gustado pero habría que ver cómo va evolucionando para comprobar si este Worms Rumble puede ser un digno representante de la franquicia en este género.