Nieve, frío y gente con muy malas pulgas nos asaltan durante nuestras primeras impresiones de Wasteland 3. Pero para gente con malas pulgas, nosotros.
Son muchos los títulos que abordan el tema de un mundo post-apocaliptico. Ya sea por la radiación al estilo Fallout, o por seres del averno como en DOOM, la cosa está clara: la humanidad lucha por sobrevivir de una forma u otra. Sí, de acuerdo, igual es un mensaje muy positivo, pero es que sin él no hay juego, hay que mirarlo así. Pero, claro, de nada sirve hablar por hablar, culpables. Hemos querido volver a sentir esa sensación de «vamos a pelearnos contra el mundo», aunque esta vez con una buena compañía a nuestras espaldas. Y así es como os traemos nuestras primeras impresiones de Wasteland 3.
Sí, sabemos que quedan dos cuarentenas y media para poder probar este título, pues, a fin de cuentas, su lanzamiento está planeado para el 28 de agosto de este mismo año. Sin embargo, gracias a los chicos de Koch Media hemos podido darle una primera probadita al título. O a su versión beta, más bien, pues como os comentamos, no está acabado. ¿En qué se traduce esta versión beta? Bueno, pues en cosillas varias, como errores en ciertos diálogos, mostrándonos el código en vez de el texto, limitaciones en ciertos aspectos del juego, como el no poder acceder al mapamundi o que la personalización se limite al menú de creación de personaje.
Vaya, la primera en toda la frente, empezamos esto contándoos lo malo del asunto. Pero todo es una treta, queridos culpables. Y es que lo cierto es que el juego nos ha molado, y estas cosas de arriba son, a fin de cuentas, elementos que se van a corregir de cara al lanzamiento final. Los tenemos que mencionar, por supuesto, porque nos han dado algún que otro momento «tenso» durante nuestras partidas, pero a la larga no ha afectado a lo que realmente importa: el propio Wasteland 3.
Y como introducción todo eso de arriba va más que bien, vayamos al meollo de la cuestión, que ya toca. ¿Qué es Wasteland 3? O más bien, ¿qué nos encontramos en Wasteland 3? Pues nos encontramos fusiones, culpables. Y es que si tuviera que definirle Wasteland 3 a alguien que no haya tocado la saga en su vida la definiría como… una fusión de narrativa táctica. Como si Fire Emblem y The Outer Worlds tuvieran un hijo en la tierra. Sí, algo así debería servir. Ese ha sido el estilo de todos los Wasteland, al fin y al cabo: tenemos opciones de diálogo, atributos y características que nos abrirán caminos tanto físicos como argumentales, y tenemos combates en cuadrículas, teniendo que parapetrarnos, tomar distancia y usar el entorno de manera adecuada para sobrevivir.
No lo vamos a negar: lo visto en este Wasteland 3 nos ha encantado. Primeramente, por las dosis de humor que gasta el título. Vale, puede que insultar a alguien que tiene a un rehén no sea la mejor de las opciones, pero, ¿y lo divertido que es? Sí, han acabado los dos muertos, pero mira, menos sufrimiento en el mundo. Aunque, claro, también podemos optar por ahuyentarlos y salvar así… una vida, porque al dejar escapar al secuestrador, pondrá en guardia al resto de sus compañeros, y matarán a otros rehenes.
Pero qué le vamos a hacer, la vida es así, culpables. Y todo esto no lo hemos sacado de nuestra poderosa imaginación, son elementos que nos hemos encontrado en el juego. El abanico de posibilidades que se nos abre con ello es, por tanto, bastante prometedor, y nos ha dejado con ganas de más.
No negamos, pese a todo, que el combate nos ha costado. No porque estuviese mal planteado, sino porque el tutorial nos ha resultado rematadamente complicado en su versión normal para nuestros personajes diseñados. Será cosa de no redistribuir bien los atributos, porque con las parejas prediseñadas no hemos encontrado estas dificultades, si bien el reto seguía estando ahí. Las dificultades, por tanto, se sienten bastante bien equilibradas, por lo que cada tipo de jugador va a encontrar el reto que le pida el cuerpo, cosa que es de agradecer.
¿Qué podemos decir, además, del diseño del juego? Bueno, la mejora gráfica respecto a los títulos anteriores está ahí. Y el diseño de los retratos tiene un encanto único. Pero lo cierto es que no estamos ante el no va más de potencia y calidad en este sentido. Aunque eso no impide que todo tenga un desarrollo correcto. Esto además se puede paliar con el diseño de los escenarios y entornos, que si bien en algunos casos nos da algún que otro problema a la hora de encontrar ciertos elementos en el terreno, es bastante completo, con juegos de luces y sombras más que decentes.
Pero la vertiente artística no se queda sólo en lo visual. Lo sonoro también es un punto a tener en cuenta. Y aquí, por suerte, acompaña bastante. Los efectos de disparos, explosiones y demás están bien conseguidos, y las voces tienen los suficientes matices como para reconocer a uno u otro personaje. Claro está que algunas de estas se reutilizarán para muchos NPC, pero eso completamente normal.
En resumidas cuentas: Wasteland 3 promete. Promete y mucho para todos aquellos que busquen una aventura retante, con toques de humor y que permita expandirse con opciones de trama. Nos ha dejado con la miel en los labios, y vamos a estar deseando probar la versión completa para ver si estas sensaciones se mantienen o, por e contrario, se van por el desagüe. Aunque, ahora que somos Rangers oficiales, estamos seguros de que aguantaremos la tempestad con estoicismo.