¿Sois fans de la Realidad Virtual? Pues atentos a nuestras primeras impresiones de The Elder Scrolls V: Skyrim VR.
A pesar de haber terminado ya el huracán anual que supone la Gamescom, en GuiltyBit seguimos de resaca postferia. Y es que no solamente nos hemos matado a sacar noticias, sino que también hemos podido probar algunas de las novedades que estuvieron presentes en el evento. Por ello llega el turno de mostraros nuestras primeras impresiones de The Elder Scrolls V: Skyrim VR, el cual pudimos probar en Colonia.
Sé el Dovahkiin por enésima vez
Desde que empezara el boom de la Realidad Virtual muchos han fantaseado con un Skyrim VR. No es para menos, ya que matar dragones en un mundo medieval y virtual suena bastante apetecible. Y si encima le sumamos a eso el tirón que ha tenido Skyrim, tenemos una fórmula ganadora. O al menos así debería haber sido, ya que el resultado dice lo contrario…
Sé el más torpe de Skyrim
Primero pongámonos un poco en situación. La demo que pudimos probar nos dejó jugar la mazmorra del Templo de las Cataratas Lúgubres. Sí, la cueva donde encontramos la garra dorada en las primeras horas de juego. De esta manera, con espada en diestra y fuego en siniestra, la cosa prometía bastante al principio.
No obstante, el primer sabor amargo llegó a la hora de moverse, ya que para ello no había movimiento libre. En su lugar, había que apuntar con el Move izquierdo al destino y darle a un botón para teletransportarse a él. Además, con el mando derecho tocaba girar a base de machacar el botón, siendo encima los giros a base de posiciones y no de una rotación fluida. Sí, suena engorroso y jugablemente lo es. De esta forma se perdía movilidad en los combates. Y lo peor de todo, también se veía manchado el pilar central de la Realidad Virtual: la inmersión.
En lo que respecta al combate no hay mucha ciencia. Gatillo izquierdo para lanzar fuego, mover la mano para apuntar con la llamarada y agitar la diestra para dar espadazos (no, no hay opción de estocada). Obviamente aquí no podemos pedir más, ya que el Skyrim original no era precisamente lo mejor a la hora de los controles en los combates. Por desgracia, no pudimos probar otros hechizos o armas más allá del juego y la espada para ver los controles con arcos y similares.
Horchata en vez de sangre de dragón
El resultado de todo esto fue una experiencia bastante irregular. Momentos de desorientación, combates donde no sabía si la espada estaba golpeando o no… Todo ello hizo de Skyrim VR una de las experiencias más irregulares que he tenido con la Realidad Virtual. Esperemos que la cosa mejore de cara al lanzamiento, y no solamente por el juego, sino por la Realidad Virtual. Y es que si un juego del renombre de Skyrim se vuelve también una experiencia VR tan poco profunda ya me diréis qué hacemos con el visor…
Skyrim VR estará disponible en PlayStation 4 en noviembre de este año. Esperemos que la cosa mejora para entonces, aunque algo me dice que no va a ser el caso.