Manifestantes contra antidisturbios, ¿de qué lado estarás? En estas primeras impresiones de RIOT – Civil Unrest os dejamos echar un vistazo a este título.
En los tiempos que corren, con tanta incomodidad social, era cuestión de tiempo que saliera un juego indie así. Y como ya era de esperar, le toca al mesías de los indie hablar de este juego. Aunque la premisa suene interesante, por desgracia hay dos factores que pueden echar para atrás. Pero bueno, ese tema se tocará pronto, así que permaneced tranquiletes. Por ahora enganchad la palestina y coged el bote de spray, que toca comentar estas primeras impresiones de RIOT – Civil Unrest.
Este discreto proyecto diseñado por Leonard Menchiari saldrá a la luz este mismo 6 de diciembre en Early Access. Pero como nosotros nos movemos por maletines y lamidas de joystick, nos han dado una muestra antes de que salga. Por desgracia, ni por tres maletines más podría recomendar este juego interesante en concepto pero nefasto en ejecución.
No a la guerra ni al pixel art horrendo
Vale, nunca me han importado en un juego indie los gráficos porque lo interesa es el control y la jugabilidad, pero santo Profundo de R’lyeh que feo se ve a veces. Pero no estoy hablando de fealdad niveles `bueno salgo mal pero la subo a Instagram’, no. Estoy hablando de dolor nivel `redactor sotanero que está escribiendo estas impresiones’.
La mitad de los sprites son un amasijo de bits tirados contra el Paint.Net que intentan emular sin éxito personas esquematizadas. Una cosa es un estilo simple pero directo. Otra muy diferente es echar fotos y pixelarlas como si fueran víctimas de narcotraficantes colombianos. Al menos cuando estamos jugando la cosa no molesta tanto, pero en los vídeos introductorios y los menús escuece un poco. Al menos hay un apartado que te hace sentir algo en este juego, porque ahora llegamos al tema de la chicha en sí.
Idea interesante, puesta a punto lamentable
El tópico general por el que gira RIOT es la capacidad de escoger una manifestación y elegir bando: manifestantes o guardias del orden. Una vez hecho esto, tenemos que escoger las herramientas que queramos usar para hacer frente a la manifestación. Dependiendo del bando al que pertenezcamos, podemos escoger entre piedras, megáfonos, llamar los justicieros sociales de Twitter y otras cosas. Los antidisturbios tienen desde gas lacrimógeno hasta palos gordos de madera y estimulantes. No esperéis vehículos o cosas así, o al menos no lo esperéis en esta Beta.
Pero lo que decepciona de este juego es su ejecución a la hora de salir a las calles, por así decirlo. Si jugáis en modo fácil no os molestéis, es insultante. No invita a hacer nada más que estar siempre en modo pacifista. Y en la otra dificultad más de lo mismo pero alternando. Si somos manifestantes, pedrolos, y si somos policías, probar diferentes formaciones. Y es que los objetivos de este juego son siempre los mismos para nuestra desdicha. Si somos rojos perroflautas con pancartas hay que mantener la posición con himnos y frases pegadizas leídas por Twitter. Por el contrario, si nos gusta cantar el himno de España con letra toca enseñarles a esos maricas no patriotas, que aquí manda la ley.
Del barco de Early Access no nos moverán
Y aquí quiero terminar con lo que podría ser algo que va a causar cierta llamada de atención: el juego no está completo. Así es, todo este rato despellejando al pobre RIOT como si fuera esto la charcutería del pueblo y el juego va a salir en Early Access. «Pero Goron, hijo de una cucaracha sifilítica, ¿qué importa que esté en Early
Access? Hay juegos bien rechidotes que están todavía a medio hacer» diréis algunos. Pues bien, aparte de deciros «para eso jugad al juego cuando no sea un campo de bugs y fallos» quiero aportaros mi granito de bilis.
Early Access puede ser una herramienta muy útil para los desarrolladores, pero la mitad de las veces no suele ser así. En general suele ser una excusa para lanzar al mercado juegos crudos a precio de juego completo en ocasiones. RIOT no saldrá en Steam ya hecho, sino que usará Early Access para seguir mejorando el juego. Personalmente, lo que necesita este juego es hacer que este interesante concepto se ejecute de forma entretenida. Hacer click y quedarse quieto pulsando de vez en cuando la tecla 1 no es divertido. Así que por ahora y con lo visto hasta el momento, dejad en el fuego este título hasta que se haga del todo. Y no lo pongáis como nominado para los Game Awards que nos conocemos, gente del Internete.