Bethesda vuelve a la carga resucitando uno de los FPS con más solera del panorama y es a mí al que le toca contar las primeras impresiones de Quake Champions. Así que, como decían en la tele, ¡Quake, aquí hay tomate!
Vaya por delante que yo soy lo que se podría decir un jugador offline. No suelo dedicarle mucho tiempo a los modos multijugadores y no me lo tomo como una competición. Por lo que mis primeras impresiones de Quake Champions no son desde un punto de vista profesional. Aunque no sea la mejor manera de afrontar un título así. Eso sí, los fans de Overwatch, Paladins, Lawbreakers o Battleborn (¡JA! como si hubiera de eso) pueden encontrar un nuevo ocupante para su tiempo libre en este nuevo juego de Bethesda.
A su favor tiene, como ya he dicho antes, el nombre de uno de los FPS más y mejor recordados por el público. Pionero en muchos aspectos de lo que entendemos como juego de disparos en primera persona. Pero hablemos del presente. Quake Champions es, ante todo, un juego de velocidad y habilidad. Buenos reflejos, buena puntería y buena conexión son los requisitos básicos para disfrutar de este juego. Tampoco está de más tener buena memoria para recordar la distribución de los mapas y donde coger las armas disponibles.
Como en cualquier otra competición, cuanto más tiempo se le dedique, mejor será nuestro rendimiento. Aún así, de entrada, creo que el juego es bastante exigente con los novatos. Además, ahora mismo, no veo que haya ningún tipo de sistema que equilibre los equipos o las partidas. Jugadores de niveles bastante altos pueden mezclarse con recién llegados y, como os podéis imaginar, condiciona bastante la experiencia. Más que nada porque a la velocidad que sucede todo es aún más difícil aprender.
Mismas oportunidades para todos
Quake Champions ha introducido el concepto de campeones y habilidades que ya hemos visto en otros juegos, pero no son el pilar sobre el que se construye el juego. Todas las armas hacen el mismo daño sin importar quien las use. Además, para calmar los temores de algunos, no es posible comprar mejor equipamiento. Todo lo que podemos desbloquear es puramente estético. También os digo que hay momentos que no parece así, pero es lo que tiene jugar contra gente con tanto nivel y experiencia. Cuando tú aún no te has encontrado la mano derecha, ellos ya tienen todo el arsenal preparado y te ha caído la del pulpo.
Con respecto a las habilidades, son un pequeño añadido para darle más variedad al juego, pero en ningún caso son una ventaja decisiva. Eso sí, las hay más útiles que otras. Por ejemplo, Doom Slayer (el marine de Doom de toda la vida), puede entrar en modo Berserk durante unos segundos y matar a cualquiera que se le ponga por delante de un puñetazo. Al menos para mí. Por otro lado, Visor, el cyborg ruso, puede ver a través de las paredes. Y ya está. No me atrevo a calificar esa habilidad como útil, pero cada uno juega como quiere.
Aprovecho para comentaros que Quake Champions tendrá una versión free to play en la que podremos controlar al Ranger y comprar al resto de héroes si nos interesa. Por ahora, la única manera de jugar es comprando el Champions Pack, que incluye todos los personajes disponibles y nos da acceso anticipado al juego. Así que, teniendo acceso todos a los mismos personajes y las mismas armas, la diferencia en una partida estará siempre en las habilidades y recursos de cada jugador.
Tu ordenador también juega
Y sí, con los recursos de cada uno me refiero al ordenador y a vuestra conexión de internet. Con respecto a la potencia de vuestro PC, tampoco hay que preocuparse mucho. Los requisitos mínimos piden 8 Gb de RAM y apenas 2 Gb de tarjeta gráfica, nada exagerado. Gracias a eso y a unos gráficos detallados en su justa medida, el rendimiento del juego es espectacular. Fluido y dinámico, con una buena distancia de dibujado y una iluminación adecuada para ver cada movimiento con claridad. Otra cosa será que lo veamos a tiempo.
Porque si hay algo importante que debo recalcar en estas primeras impresiones de Quake Champions es el papel de nuestra conexión. Es cierto que rara vez nos van a matar de un disparo, pero los milisegundos cuentan. Esa sensación de moverte siempre más tarde que los demás es algo desesperante. Ya he dicho al principio que no suelo jugar online, por lo que mi hardware no está enfocado a ese rendimiento. Está claro que hay soluciones para este problema, pero hay que tenerlas en cuenta desde el principio.
Dejando eso a un lado, el juego está muy bien desarrollado. Algo normal si hablamos de Bethesda y de un juego en escenarios reducidos. Ni bugs, ni caídas de framerate ni nada por el estilo que si acusan otros juegos más «grandes». El matchmaking además es razonablemente rápido, apenas un minuto para encontrar partida. El problema es que no es en absoluto justo. Como tampoco lo es la progresión de niveles. No creo que se corresponda con la habilidad del jugador.
En resumen
Teniendo en cuenta mi experiencia podría decir que no recomiendo a nadie Quake Champions. Pero no sería justo con el juego. Bethesda ha mantenido todos los elementos por los que la saga se ha ido haciendo cada vez más famosa. Y además la ha puesto en la corriente de moda con los campeones disponibles. Ha desarrollado un juego estable, fluido, frenético y exigente. Que es exactamente lo que necesitan aquellos que gustan de este tipo de títulos. Así que, no lo perdáis de vista. Pinta a juego importante de cara a los e-sports y tal.
Por ahora no hay una fecha exacta de lanzamiento, pero se espera su aparición para principios de 2018. Antes de eso, se añadirán nuevos modos de juego además de pulir los existentes. Puede que con la llegada de las partidas de ranking podamos disfrutar de Quake Champions sin ser atropellados por jugadores de más nivel. Estad atentos a todas las novedades que os contaremos sobre el juego.