El lanzamiento cada vez está más cerca, así que aquí os traemos las primeras impresiones de Metal Gear Survive.
Lo cierto es que se hace extraño ver que el hijo de Hideo Kojima ha segudio su camino por su propia cuenta. Y es algo a lo que no le dejé de dar vueltas durante las tres horas que Konami le dejó a GuiltyBit para poder escribir estas primeras impresiones de Metal Gear Survive. Pero al final me tuve que quitar esa idea de la cabeza, porque los temores tienen que ser justo al contrario. Tanto los videojuegos como el cine nos han demostrado que es más fácil que las obras sobrevivan a los creadores que viceversa.
Con eso en mente, entrar a Metal Gear Survive es muy fácil. Mantiene el diseño que ya se pudo ver en tanto en Ground Zeroes como en The Phantom Pain. Muchos de los elementos gráficos son exactamente los mismos. Así como la forma de moverse y, aunque es difícil decirlo con tan poco tiempo de juego, es probable que también algunos del sonidos.
Si habéis probado los anteriores, nada más poneros a los mandos comprobaréis que están los tres patrones de movimiento: enderezado, en cuchillas y tumbado. También que las animaciones para subir desniveles o para superar obstáculos son similares. Parece evidente que han cogido el buen trabajo que se hizo con la anterior entrega y han construido sobre él. Para los más novatos quizá esto pueda ser algo negativo, pero es algo que vemos constantemente en la industria. Los juegos, especialmente los triple A, son demasiado complejos como para hacerlos de cero siempre. Por ello, los grandes estudios tienden a aprovechar todo el trabajo previo ya realizado. Unas veces pueden ser simplemente motores gráficos y otras, como es este caso, patrones de diseño completos.
El argumento
Pero me estoy centrando en las minucias. ¿De qué va realmente Metal Gear Survive? ¿Y por qué tiene ese Metal Gear en el nombre si no sale ningún personaje que conozcamos? Esta nueva entrega de la saga es un spin-off. El juego arranca tras el final de Ground Zeroes, en un momento en el que una serie de personajes son absorbidos hacia un enorme agujero de gusano. El destino es mundo alternativo; y el objetivo va a caballo entre encontrar la forma de salir de ahí y una forma de curar una infección que convierte a todo el mundo en una especie de zombis.
Esa premisa, que podría parecer típica, en realidad está muy bien implementada. Es la justificación narrativa perfecta para todas las ideas nuevas que Metal Gear Survive presenta. El nuevo mundo al que llegan los soldados es absolutamente hostil y eso tiene una implicación directa en el gameplay. No hay nadie que preste apoyo al grupo de soldados, así que se lo tienen que fabricar todo por su cuenta. De hecho, el primer arma que manejas en el juego es una tubería afilada a modo de lanza, aunque poco a poco se van encontrando los diseños para ir fabricando armas más potentes, tanto blancas como de fuego.
Las mecánicas de gestión
Todo en Metal Gear Survive se mueve en torno a un campamento principal que hay en el mapeado. Esa es la zona segura, por llamarlo de alguna forma. Más allá todo es hostil. No solo hay que hacer frente a esos zombis que os mencionaba antes, sino también a una niebla que recorre varias zonas del mapeado y no deja respirar, por lo que hay que llevar oxígeno. Y justo cuando descubres ese zona del mapa tóxica empiezas a apreciar lo realmente complejo y difícil que es Metal Gear Survive. No solo es que te tengas que ocupar del oxígeno, también tienes que medir tu nivel de cansancio si esprintas mucho, tener cuidado de tu nivel de vida y, sobre todo, no descuidarte para que el hambre y la sed acaben contigo. Como decía, es un mundo absolutamente hostial y las mecáncias se encargan de recordarlo segundo tras segundo.
Con la excepción del oxígeno, que se recarga automáticamente cuando estamos fuera de esa niebla tóxica, el resto depende de nosotros. Los jugadores no solo tendrán que buscar materiales para fabricar armas. También tendrán que localizar fuentes de agua limpia o filtrar el agua sucia que encuentren. Asimismo deberán ir tras la caza de bayas o animales para poder cocinar algo de comida. Y, cómo no, fabricar todos los tipos de elementos sanitarios que cada uno cura un tipo diferente de herida.
El resultado es que todo ese microcosmos de gestiones en miniatura pueden llegar a abrumar. Hay que estar pendiente de muchas cosas. No solamente de los enemigos que hay a nuestro alrededor o del objetivo final.
Cooperativo para cuatro personas
Por otro lado, además de un modo historia individual, Metal Gear Survive contará con un modo cooperativo. En él se mantiene todo lo que os he contado con respecto a la gestión, aunque varía ligeramente. Ya que las partidas son mucho más cortas no se hace tan necesario prestar atención al hambre o la sed.
En las partidas que nos dejaron probar en las oficinas de Konami el objetivo era defender una máquina del ataque de los diferentes tipos de zombis que hay en el juego (los normales, los que llevan equipo militar y una especie de cabezudos que explotan antes de morir). Ante la evidente superioridad numérica, cambia la dinámica y la prioridad pasa por reforzar con vallas y otro tipo de obstáculos una posición. Solamente os digo que jugamos en fácil y ni por esas logramos una victoria. Nos faltaban armas lo suficientemente potentes como para hacer frente a tantas oleadas.
Tres horas no son suficientes para entrar en materia con un juego de este calibre, aunque sí lo son para tener pistas de por dónde van a ir los tiros. Por mucho que tenga Metal Gear en el título, la parte de spin-off pesa demasiado. Y mientras los periodistas que estábamos en la sala no dejamos de jugar, no pude evitar fijarme en un póster promocional de hace unos años que Konami había dejado por ahí. Era de Metal Gear Rising. ¿Saldrá esta vez el experimento tan bien como el juego firmado por Platinum Games?
[amazon_link asins=’B01LJCEIPA,B0783Q94ZP,B01MG87QR8,B077MBKYHD’ template=’ProductCarousel’ store=’guil0f-21′ marketplace=’ES’ link_id=’28c74512-fb21-11e7-8023-c7679992e57f’]