Estamos a las puertas de un nuevo juego que toma de rehén a un anime con cierta proyección. Vamos a ver qué tal está en estas primeras impresiones de Black Clover: Quartet Knights.
Naruto, One Piece, Bleach y ahora, Black Clover. No son pocos los juegos que se han lanzado a la aventura con un planteamiento conocido pero usando como atractivo un nombre famoso. En estas impresiones de Black Clover: Quartet Knights vamos a ver si eso es suficiente para hacer que destaque o se queda por el camino.
Esta jugabilidad me suena bastante
Si sois fans de los juegos por equipos, seguramente nada más ponerle un dedo encima a este veréis por dónde van los tiros. Podríamos calificarlo de muchas formas, pero para que todos nos entendamos, iremos al grano. Black Clover: Quartet Knights es un Overwatch/Paladins, pero de estilo más anime.
Nos vamos a encontrar con diferentes clases de personajes que tendrán que hacer piña para derrotar a un equipo que buscará lo mismo. A veces será encontrar un cofre mágico, otra será escoltar un cristal y otras no tendremos ni repajolera idea. Pero bueno, la cosa estará ahí.
Cada personaje tendrá una serie de habilidades asignadas a distintos botones del mando. Ataques físicos, a distancia, protecciones, soportes, curaciones. Todo dependerá de si hemos elegido aun atacante, a un ranger, un healer o un soporte.
Con todo este batiburrillo de elementos bien conocidos Ilinx intenta presentarnos algo fresco y atractivo. Pero si bien es cierto que para un amante del anime puede estar bien, no estoy muy seguro de que el resto del público opine lo mismo.
Para los fans
Vamos por partes. En primer lugar hay que admitir que el juego es divertido, frenético y entretenido. Tiene la suficiente variedad de personajes como para tenernos un buen rato enganchados. Y desde luego son lo suficientemente diferentes entre sí como para que no sea siempre lo mismo.
Dicho esto, y teniendo en cuenta que los modos de juego innovan poco, el resto de los elementos que rodean a Black Clover: Quartet Knights se reduce al fan service. Es decir, cogemos un título, unos personajes y una historia que más o menos está dándo de qué hablar en Japón. Lo metemos en un Overwatch y esperamos a ver qué sale de ello.
La gran ventaja y la gran fuerza que tiene este título con respecto a otros similares es que al menos cuenta con modo historia. Un modo historia que no hemos probado aún ya que la beta solo era para jugar online.
También hablamos de que los personajes son conocidos y no partimos de la nada. No hace falta darles un trasfondo porque si seguimos el anime o el manga, sabemos a quién tenemos delante y qué puntos son los fuertes y los débiles.
Pero… ¿y si no? ¿Y si solamente somos aficionados al anime o nos gusta Bandai Namco y queremos probar el juego? ¿Sigue funcionando igual de bien? La respuesta es evidente: no.
Black Clover: Quartet Knights funciona bien en conjunto y no por separado. Funciona bien cuando conoces la ambientación, cuando sabes de qué va todo y qué es la magia en este mundo. Lo hace porque la jugabilidad se complementa muy bien con ese lore creado en Japón y porque de por sí es bastante sólido, aunque innove bien poco.
Pero si lo separas en piececitas y coges solo la jugabilidad por un lado o solo el fan service por otro, y se te queda cojo.
Sin pintura
Seamos francos. Overwatch o Paladins ya llevan un tiempo en escena. Ambos tienen personajes y comunidades fuertes y asentadas y con un carisma por cada personaje bastante fuerte.
Black Clover tiene la ventaja de tener una legión de seguidores gracias al anime, pero no tiene esa fuerza en el mundo del videojuego.
Si no te gustan estos juegos, no te va a gustar Quartet Knights. Si no te gusta Black Clover, poco vas a disfrutar o entender de él. Por mucho modo historia que pueda tener cuando se lance de forma oficial.
Así pues, la gran desventaja de este título es que, precisamente, entra en un terreno un poco pantanoso y con pocos huecos libres a los que aferrarse.
Sí, la jugabilidad es sólida y quitando algún que otro desequilibrio puntual, los personajes funcionan. Es rápido, dinámico y el control es simple y efectivo. La ambientación no está nada mal y el doblaje te mete mucho en todo ello.
Pero si le quitas la capa de pintura, el esqueleto sigue siendo, por lo que hemos visto, algo poco original. Y si no traes algo que destaque, mal vamos.
Conclusiones
Aún nos queda mucho por probar de Black Clover: Quartet Knights. Hay modos de juego, opciones, historia, personajes… Hay cosas que quiero ver y comprobar por mi mismo para quitarme esta sensación de estar jugando a Overwatch con skins de Asta, Yuno o Yami.
El juego es divertido y consigue que te piques una y otra vez con más partidas. Pero he de admitir que lo disfruto mucho más por ser seguidor del manga y anime. Pero cuando le das el mando a alguien que no lo es, la cosa cambia.
Así que, cuidado, culpable. Que esto es un juego con un público objetivo muy claro. Y quizás esa sea su mayor debilidad. Que es demasiado concreto.