No deja de sorprenderme cómo un free-to-play como Pokémon Shuffle ha conseguido hacerse un hueco tan importante dentro del catálogo de Nintendo 3DS. Hay que reconocer que el juego tiene su gracia, el género puzzle suele ser una garantía de éxito (más en esta modalidad de juego) y si encima le añadimos que hace uso de una franquicia como Pokémon, para qué queremos más. Pero no so vayáis a pensar que esto es algo nuevo, por eso mismo hoy vengo a hablaros de Pokémon Puzzle Challenge.
Este curioso título tiene en su haber varios logros como ser el primer puzzle basado en la franquicia “protagonizada” por Pikachu y ser uno de los pocos títulos publicados exclusivamente en Game Boy Color sin posibilidad de retrocompatibilidad. Como bien estaréis suponiendo esto hizo que se pudiesen aprovechar las diferencias técnicas entre la portátil original y la color, resultando un juego con un uso de los colores bastante decente a pesar de la limitada paleta de que disponía.
Poco más cabe destacar del acabado gráfico, se trata de un puzzle y como tal este no es uno de los aspectos más importantes. Aunque sí que es cierto que los gráficos hacen gala de la típica simpatía a la que nos tenían (y tienen) acostumbrados los juegos de Pokémon. En este caso concreto nos encontraremos con que los monstruos de bolsillo que harán acto de presencia están representados tal y como fueron diseñados en Pokémon Oro y Plata a diferencia de Pokémon Puzzle League (versión homóloga del juego para Nintendo 64), en el que los personajes estaban tomados directamente del anime.
La jugabilidad bebe directamente del juego que conocimos como Tetris Attack en el viejo continente. Esto supone que deberemos enfrentarnos a una serie de contrincantes hasta llegar al final boss como si de un modo historia se tratase, contrincantes que para la ocasión fueron sustituidos por entrenadores y por el Alto Mando de la Liga Pokémon. Al estar basado en Oro y Plata los enemigos a los que nos enfrentaremos estarán sacados precisamente de ese mismo juego con la diferencia de que harán uso de un único Pokémon durante cada “combate”.
La manera de limpiar la pantalla de juego de fichas consiste en ir agrupando las que fuesen idénticas en grupos mínimos de tres unidades y como no, intentar encadenar la cadena de combos más grande posible para poder acumular una mayor puntuación. La particular ambientación que nos encontramos también influye en la meta que debemos alcanzar y que no consistirá únicamente en conseguir la mayor puntuación posible.
Al comenzar la partida contaremos con el trío inicial de Johto al completo, Chikorita, Cyndaquil y Totodile, pero podremos conseguir nuevos Pokémon según vayamos venciendo los combates en los que participemos. Como no podía ser de otro modo Pikachu será uno de ellos y como los iniciales y una gran mayoría serán personajes jugables, o dicho de otro modo, podremos ver animaciones de estos Pokémon mientras juguemos cada partida. Este afán de capturar nuevos monstruos heredada de los juegos originales no nos servirá para el mismo propósito puesto que la lista de criaturas disponibles es mucho más limitada. Para lo que de verdad nos servirán será para valernos como una especie de vida adicional, cuantos más Pokémon tengamos mejor.
Los modos de juegos no podrían ser más típicos y entre ellos se incluyen un modo versus contra la máquina o un segundo jugador, conseguir una determinada puntuación en un tiempo limitado, limpiar las fichas de pantalla en un número determinado de movimientos… en este caso creo que no intentaron ser precisamente novedosos.
Y es precisamente en determinados modos de juego donde encontraremos ciertas diferencias con otros juegos del estilo. En aquellos modos en los que nos enfrentábamos contra un oponente, ya fuese controlado por la CPU o por un segundo juegador, se nos mostrabanlas dos pantallas al mismo tiempo. Algo normal si estamos jugando en un TV, pero no es el caso y como podéis comprender no se le podían pedir ciertas cosas a la pantalla que nuestras Game Boy Color. Y no eran malas, pero a ver, hay que reconocer que por tamaño no eran las más óptimas como para mostrar dos zonas de juego al mismo tiempo. Para suplir esta carencia lo que se hizo fue añadir un indicador extra que marcaba lo apurado que iba estando nuestro contrincante. Si ese indicador estaba poco relleno más nos valía darnos vida en hacer algún súper combo con el que fastidiarle, y lo mismo si estaba llena, eso implicaba que iba apuradillo y que no podíamos dejar ni un segundo de descanso para que se recuperase.
Y dicho todo esto os dejo disfrutando con vuestros flamantes Pokémon Shuffle mientras yo me voy a echar unas viciadas a una de las joyas más clásicas y espectaculares de Game Boy Color.