La nueva actualización de Pokémon GO ya está aquí, culpables, y lo hace para solucionar algunos pequeños fallos y añadir un par de mejoras a la jugabilidad aunque sin que sea nada del otro mundo. Vamos, que no nos dicen que se actualiza, y ni nos damos cuenta.
Se trata de la actualización 0.39.1, en el caso de Android, y que nos mete un par de cosas. Para empezar, la ficha de los pokémon que atrapemos marcará ahora el lugar donde lo conseguimos capturar con nuestras pokéballs. Lo podremos encontrar al final de la ficha, casi escondido, casi como para que no nos demos cuenta. No os esperéis una localización exacta con coordenadas astronómicas. Simplemente indicará la ciudad o entorno en el que lo encontramos, y la fecha.
Esto no es, ni mucho menos, un añadido indispensable ya que anteriormente podíamos ver un pequeño mapa en el que nos indicaba, con un pequeño radio de acción, la ubicación donde estaba el pokémon cuando lo vimos y lo atrapamos. Así que esto es algo más bien orientado a suplir ese hueco que dejó en nuestro smartphone.
Otro de los añadidos es una de las polémicas «no funciones» de Pokémon GO Plus. Si habéis echado un vistazo a la guía que os hemos hecho del dispositivo, os habríais dado cuenta de que la pulsera/pin/lo-que-sea no es capaz de avisarte de los pokémon que se cruzan en tu camino cuando usas inciensos. Pues bien, parece que ahora sí que se podrá hacer. Pero, sinceramente, a mí me sigue pareciendo insuficiente el aparato de marras, sobre todo viendo cómo va a llegar una aplicación a los relojes inteligentes.
El resto de cambios que hay en la actualización de la aplicación son soluciones a bugs o errores, como el que hacía que algunos usuarios se quedasen mirando la pantalla de inicio… y ya está, o que la cámara se moviese lentamente en algunos combates.
Lo dicho, nada nuevo en el horizonte. Esta no pasará a la historia como la mejor actualización de Pokémon GO.