Sinceramente, no creo que nadie fuera tan inocente como para creer que la PS4 y PlayStation VR podrían replicar lo que hace Oculus Rift con una potencia mucho menor y un desembolso económico también menor. Menos mal que Sony ya va asomando la patita y aceptando que todo el que quiera dar el salto a la realidad virtual tendrá que rascarse la cartera, el bolsillo y la cuenta bancaria.
La noticia la ha dado Ram Madhavan, miembro de Sony, en una conferencia para desarrolladores de la Unite 2015. La CPU externa ayudará, de esta forma, a la propia CPU de la PS4 y será responsable de parte de los gráficos y del sonido.
Esta noticia, además, le da sentido a aquella noticia de que Sony estaba tratando PlayStation VR como si fuera un hardware totalmente nuevo y no un mero periférico. En ese momento, pensaba que se referían exclusivamente al precio, pero ahora veo que seguramente también estaban hablando de la arquitectura y el hardware del casco.
Todo esto, unido al elevado precio, es probable que parezcan cantos de sirena para más de uno. Yo mismo me encontraba en ese grupo, pero desde que pude probarlo en la Madrid Games Week, mi percepción ha cambiado totalmente. La realidad virtual no será algo pasajero ni accesorio. En unos años será la experiencia central de juego. No descarto para nada que las sucesoras de PlayStation 4 y Xbox One apuesten por ello de manera exclusiva.
Fuente: VG247