Se suele decir que a la vejez viruelas, en este caso acompañadas de runas, plataformas y enemigos, como veremos en nuestro análisis de Effie.
De un tiempo a esta parte el programa creado por Sony PlayStation Talents, nos está dejando con algunos títulos patrios de gran calidad. De aquí han salido obras de la talla de Baboon!, Aragami, o el ganador a mejor juego vasco del pasado Fun & Serious, Submersed. Hoy venimos a hablaros del último trabajo nacido de esta iniciativa, un sencillo plataformas 3D en un mundo semi abierto, repleto de enemigos y jalonada con unos pocos puzles. Bienvenidos al análisis de Effie.
Eternamente viejo
En esta aventura desarrollada por el equipo español Inverge Studios, controlaremos a un joven llamado Galand. Este muchacho, sin saber muy bien el motivo, tiene más fuerza que cualquier otro mortal común. Lo malo es que es un poco egoísta y holgazán. Por ello cuando una anciana le pide ayuda para recuperar su carromato siniestrado, este se niega. Resulta que la amable viejecita era en realidad una malvada bruja llamada Melira, que tras la negativa de nuestro héroe, le lanza una maldición que lo convierte en un vejestorio.
Así que nuestro protagonista marcha en busca de un sabio que habita en las montañas, para ver si con suerte puede ayudarle a revertir el hechizo. Este hombre no tiene esa capacidad, pero envía a Galand con los Antiguos Ancestros, quienes sí podrían tener el poder de romper el conjuro. Estos seres efectivamente son capaces de tal hazaña, pero necesitan pruebas de que somos puros de corazón. Así que para probarlo, nos destinan a liberar los Llanos rojos de Oblena del oscuro mal que asola dichas tierras. Poder que casualmente está en manos de Melira.
Nuestra fiel arma, el escudo tabla de surf
Con este simple argumento, nos adentramos en un amplio territorio por el que vagar con algo de libertad. Armados únicamente con nuestro escudo RuneStone, que también hace las veces de tabla de transporte. Gracias a él, surfearemos por donde queramos y las cinco ciudades que debemos liberar para completar la historia principal, se podrán hacer en cualquier orden. Esto le otorga cierta libertad a la aventura.
Eso sí, una vez en el interior de esta especie de mazmorras, el avance será más lineal como en los juegos clásicos. Y la verdad es que estas zonas serán en las que más disfrutaremos de Effie. Ahí nos tocará superar diversas trampas, plataformas y puzles, hasta conseguir alcanzar una de las cinco Gemas del mal que infectan este mundo. Por supuesto para hacernos con ellas, deberemos batirnos contra Melira.
Para ello a parte de contar con el arma que portamos, nuestro personaje tendrá algunas habilidades que se irán desbloqueando a medida que avance el argumento. Doble salto, un golpe cargado o usar nuestro escudo cual boomerang, serán algunas de las pocas destrezas de las que dispondremos.
La experiencia es un grado
Asimismo nuestro viejoven podrá subir nivel eliminando enemigos o recogiendo unas runas que se encuentran dispersas por los escenarios. Del mismo modo existen cofres que contienen un buen número de estas. Cuando consigamos las necesarias, no tendremos ninguna opción a elegir, si no que automáticamente subirán nuestras barras de vida y resistencia.
En cuanto al manejo de Galand hay que decir que es bastante preciso. Tanto en las fases plataformeras como en los combates reacciona muy bien. Aún así hay que decir que estos últimos son algo simples en su ejecución y nuestros rivales tampoco son especialmente difíciles, por lo que no nos pondrán en apuros casi nunca. De hecho, en toda mi partida no he muerto en batalla en ninguna ocasión, y no es que sea especialmente bueno en este tipo de juegos.
En cambio en la parte que conlleva saltar y superar plataformas, no puedo decir lo mismo. Pero no porque el control sea malo, ni mucho menos. Más bien por deformación profesional como calcular mal la distancia o pulsar tarde el botón de salto. Aún así, es cierto que algunas de estas pruebas no tienen mucho margen de error, pero tampoco me ha ocurrido esto muchas veces pues el juego no es complicado, ni lo pretende. De hecho, los pocos rompecabezas que nos encontramos son muy sencillos y no nos darán ningún problema.
Explora hasta el último rincón
Por el camino antes de entrar en las localizaciones principales, podemos explorar las llanuras en busca de algunos campamentos enemigos, los cuales pueden contener runas, cofres o reliquias. Además existe una carrera contrarreloj en la que montados en nuestro escudo y como si de el Outrun se tratara, deberemos atravesar todos los puntos de control antes de que se agote el tiempo. Del mismo modo, tenemos el Coliseo Martillo de fuego. En este lugar nos tocará aguantar varias oleadas de enemigos hasta desbloquear una valiosa recompensa.
Pese a todo esto, estamos ante un juego bastante corto. En unas 4 o 5 horas podremos terminarlo. Por supuesto para completarlo al 100% estaremos más tiempo. Sobre todo teniendo en cuenta que una vez finalizado tendremos que empezar de nuevo. Es decir, que no tenemos el típico EndGame que suele darse en estos juegos. Menos mal que el juego nos avisa antes de entrar en la recta final por si queremos seguir explorando.
Gráficos y Sonido
En cuanto al apartado técnico, no estamos ante un trabajo puntero. Algo lógico por otra parte al tratarse de una obra indie. Pero su diseño artístico resulta agradable con una estética de caricatura y unos escenarios muy coloridos. En ocasiones y salvando mucho las distancias, me ha recordado a mi añorado Fable. Lo malo es que adolece de algunos fallos como clipping o puntuales bajadas de frames. De todos modos no es nada molesto ni entorpece nuestra partida.
Por otro lado la sección musical también tiene pros y contras. De un lado tenemos unas melodías épicas de gran calidad que nos acompañan durante la aventura. De nuevo algunas me hicieron acordarme del juego de Peter Molyneux. Pero también hemos de decir que los sonidos como golpes, gruñidos o pisadas, no son especialmente buenos. Simplemente pasan el corte y ya. Recalcar además que pese a ser un juego español, las voces estarán completamente en inglés. Eso sí, tendremos subtítulos en castellano.
Estamos pues ante un juego corto y demasiado fácil, pero muy entretenido. Los flojos combates y sencillos puzles, se complementan con unas plataformas más exigentes que nos pondrán a prueba varias veces. Las melodías que suenan durante la aventura son excelentes, aunque por contra los efectos de sonido son del montón y no destacan. Pese a todo Effie es una obra que merece la pena probar, más aún por el asequible precio de 19.99 euros al que se encuentra en la tienda digital de PlayStation 4. Yo ya tengo ganas de una segunda entrega más ambiciosa.
Allons-y!