Los jugadores de Overwatch estamos de enhorabuena, culpables, ya que al fin ha llegado el tan esperado día en el que nuestras plegarias han sido escuchadas y en el que los abusos por parte de McCree y Widowmaker pasarán a mejor vida.
¿De qué estoy hablando? Pues del último parche publicado por Blizzard para su último juego, en el que han metido las tan esperadas modificaciones a ambos personajes, quienes últimamente llevaban recibiendo bastantes quejas por parte de los jugadores debido a su facilidad para arrasar en las partidas, algo que ha obligado a Blizzard a nerfearlos en esta primera ronda de arreglos de personajes. De esta manera, McCree ve cómo el daño de sus balas pasa de 70 a 45, ganando a cambio una reducción del tiempo de recuperación (los segundos que tarda en empezar a recargar), pasando de 0,75 segundos a 0,3, de forma que siga siendo una clase eficaz contra personajes de poca vida pero que ya no pueda acabar con facilidad con tanques, algo que desesperaba a más de uno.
Por su lado, Widowmaker reduce también su daño básico, el cual pasa de 15 a 12. Para evitar que se vea modificado su daño en headshots, el multiplicador al impactar en cabezas sube de 2 a 2,5, quedando así una clase menos mortífera al impactar en los cuerpos enemigos. Por si esto fuera poco, Blizzard también ha modificado a la francotiradora para que no pueda volver a poner la mirilla hasta que termine su animación de disparo, algo de lo que se estaban aprovechando bastantes jugadores para poder volver a disparar a mayor velocidad y poder moverse entre tiro y tiro de forma más rápida. Ah, y no nos olvidemos de su habilidad definitiva, que pasa a tardar un 10% más en recargarse por completo.
A parte de los cambios a estos dos personajes, el parche nos deja con las clásicas reparaciones de fallos y mejoras generales de rendimiento, por lo que no hay mucho más que mencionar. Ahora tan solamente nos queda ver si estas modificaciones equilibran mejor las partidas y si ahora dejaremos de ver tantos McCree acabando con equipos enteros sin recurrir a su habilidad definitiva.