Cojones tío, qué pesadez con los finales. Llevamos dándole vueltas al final de Mass Effect 3 meses y más meses, que cosa más aburrida. La verdad.
Dicho esto, no seas nenaza, amigo guionista del Efecto Masa. Si tuviste el mal o buen gusto de terminar el juego como quiera que lo hayas terminado, tus razones tendrías. ¿Por qué hay que cambiarlo?. Sinceramente, ¿esta es la dirección apropiada para la industria? ¿Realmente lo que necesitan los videojuegos son guiones a la carta?
Algo que me desencanta del panorama videojugado, es que cada vez menos son los títulos que saben contar una verdadera historia. Antes de que saltéis sobre mí con las fauces listas para degollarme, parémonos a pensarlo un instante. Hay juegos que diciendo muy poco explícitamente supuestamente cuentan mucho, pero es una forma de narrar tan alejada de lo que el espectro cultural considera que es contar una historia, que resulta difícil terminar de captar sus mensajes. En su día leí un montón de artículos gafapastosos hablando de Flower como una bolsa de sentimientos esperando a ser abierta. Tonto de mí lo compré y lo único que pude degustar fueron un puñado de flores paseándose por unas praderas, de alguna manera sórdida me recordó a Ace Combat… Bajo la estupefacción al descubrir el juego de los pétalos, llegó un momento de inflexión. Sin decir nada y alegrándome más que nunca de no tener a nadie alrededor para verme en situación, me levanté en silencio, sin hacer ruido ni al caminar, apagué la consola con un tímido, liviano, pero certero “clic”, posé el mando y me di la vuelta como si esa PlayStation 3 que hay bajo mi televisor fuese de otra persona que nada tenía que ver conmigo.
Más allá de sobrevalorados experimentos artísticos, hay juegos que tratan de contar una historia de una manera más mundana, algo que agradezco, pero lamentándolo mucho casi siempre esta narración es mucho más mundana de lo deseable. Seguro que ya hablé de esto mismo en esta misma casa cientos de veces, porque soy un pesado, pero al lío.
Un ejercicio que todos deberíamos realizar por el bien de nuestra comercial industria es tomar papel y bolígrafo y escribir lo siguiente:
“Estimado desarrollador X,
Mi nombre es XXXXXX, le escribo estas afectuosas lineas para comunicarle que lamentándolo mucho detesto las películas de Vin Diesel y sucedáneos. A razón de lo aquí expuesto, le agradecería que obrase en consecuencia.
Un saludo y gracias por su atención”
Joder, suena rotundo pero respetuoso, ¿no?. Los guiones de videojuegos acostumbran a estar a la altura del mal cine de acción en el mejor de los casos. Jugar al último Battlefield, Call of Duty, Uncharted… es a nivel argumental al menos, una experiencia tan sórdida como la filmografía de Steven Seagal con sus papeles de Chef Asesino incluidos.
La cuestión es, ¿por qué nos quejamos del final de Mass Effect? Estamos ante una de las historias más grandes jamás contadas en un videojuego, un ejemplo a seguir, un título que tiene miles de detalles interesantes, un guión elaborado… y nos quejamos porque no nos gusta como termina. ¿Qué tenemos entonces que decir de Gears of War, de Resistance, de millones de juegos que cuentan historias que entran en medio folio y cualquier profesor de literatura puntuaría con un cuatro?
Ahora bien, que vayan a sacar un final 3.5 da que pensar sobre Bioware. ¿Son tan inseguros que porque Twitter arda un par de días lanzan un final nuevo? Mass Effect al hacer esto se ha convertido en la típica americana de instituto. Rubia, con unas tetas talla 110, pero que cree ser la más fea de la clase porque se ve el lóbulo de la oreja enorme. Otra opción más plausible, pero menos divertida, es que nuevamente están aprovechando la coyuntura para meternos la mano en el bolsillo. Amigo Guiltybitero “It’s your money”, tu verás.