En los últimos días, muchas publicaciones en papel ya han comenzado a lanzar sus nuevos números cargados con toda la información del E3. Unas eligen a un juego para ocupar su portada, y otras a otro. No obstante, me aventuro a decir que la sorpresa ha sido generalizada cuando la publicación Edge, una de las revistas más conocidas y reputadas del sector ha elegido como portada una imagen de una PS4 bajo el título de “Esta es tu nueva consola. Por qué PS4 es la única opción ahora mismo”.
Lejos de valorar la praxis y el criterio de los que han elegido dicha portada, lo que yo me propongo con estas palabras no es más que desmontar esa afirmación tan rotunda de que la nueva consola de Sony sea “la única opción ahora mismo” y de paso comentar un poco todo esto de la nueva generación.
En el ring de esta nueva batalla por la hegemonía consolera nos encontramos con tres contendientes: PS4, Xbox One y Wii U. Edge da por ganador al primero de ellos, ahora bien ¿aciertan con su pronóstico? Para nada.
Si miramos hacia Sony vemos que han presentado un producto continuista, muy en la línea de lo que se ha ido haciendo los últimos años. Más potencia y una actualización del componente en línea y social para ajustarse a los tiempos que corren. Y por si todavía a alguno le quedaba alguna duda de que su consola no iba a ser más que una renovación sin más de lo anterior, ya se encargaron ellos de envolverla en un software con sabor añejo, como es Killzone e Infamous, los dos títulos que más minutos han tenido de exhibición. De hecho, hasta surgió un rumor, que no sé exactamente en qué acabó, de un nuevo God of War para PS4, por si algún despistado de la vida todavía tenía dudas.
Por otro lado, nos encontramos la vilipendiada Xbox One. En un comienzo, Microsoft apostó fuertemente por la nube para desmarcarse de sus competidores y hacer algo un poquito diferente. Esto le permitiría, entre otras cosas, usar las estadísticas de nuestras sesiones de juego para que nuestra experiencia sea única, como en Forza 5, el tan rumoreado aumento de potencia (a lo que le veo un futuro muy negro) o el hecho de poder compartir juegos con nuestros amigos, independientemente de dónde sean. A pesar de esto, como todo el mundo sabe, cuánto más brillante es una luz, produce una sombra más alargada, y las sombras de Xbox One no eran otras que la necesidad de conectarse cada 24 horas. Las grandes críticas hacia esa “sombra” hicieron que Microsoft cambiará drásticamente su política para hacer una consola más conservadora, al estilo de PS4.
A pesar de que algunos lamentan el hecho de que Xbox One perdiera lo que la hacía diferente, lo cierto es que entre los usuarios ha vuelto a coger fuerza. Así pues, ¿por qué ha de ser PS4 la única opción? ¿Los 100 euros de diferencia en el precio? El precio no es algo determinante, ni mucho menos. Lo que importan son los juegos, ya que nadie en su sano juicio se compra una consola cuyos exclusivos no le gustan, en lugar de una cuyos exclusivos si le gustan, por el simple hecho de que cueste 100 euros menos. Es de cajón. Y el mayor argumento para defender esto es el hecho de que PS3 y Xbox 360 estén parejas en ventas cuando la consola de Sony ha sido siempre más cara que la de Microsoft.
¿Qué más? ¿El juego online? Durante esta generación se ha demostrado en infinitas ocasiones que Microsoft ha sabido llevar ese tema mucho mejor que Sony y con el establecimiento de 300.000 servidores dedicados a su consola, parece que esto seguirá siendo así durante la nueva generación.
También se podría hablar de la supuesta potencia ya que, aunque todavía es pronto como para decir cuál es más potente, muchas voces dan por ganadora a PS4 en este aspecto. Algo bastante curioso, puesto que si volvemos la vista hacia 2006 podemos ver que en aquel momento se decía lo mismo de PS3 e incluso llegaron a decir que Xbox 360 solo era una Xbox 1.5. Irónico cuanto menos, puesto que con el paso del tiempo se ha demostrado que la consola de los de Microsoft no solo la iguala, sino que la supera por un pequeño margen, o no tan pequeño… De todas formas, aunque finalmente Xbox One si acabe siendo menos potente, eso tampoco significaría gran cosa, ya que más potencia no es igual a más ventas ni a contentar a más público, como demuestran las ventas de Wii y de PS Vita.
Llegados a este punto nos queda hablar de la tercera en discordia y de la que parece que mucha gente se olvida a la hora de hablar de “nueva generación”: Wii U. Se le podría criticar mucho a la consola de Nintendo, pero lo cierto es que de aquí a dentro de un año, ya se habrá forjado un catálogo mucho más variado que el que hemos visto en las otras dos consolas. Sony y Microsoft siguen recibiendo un exceso de shooters y juegos de acción/aventura, mientras que para Wii U hemos podido ver no solo shooters y acción, sino también plataformas, hack n´slash, rol y propuestas tan frescas y novedosas como Nano Assault Neo o The Wonderful 101. Si Nintendo consigue un poquito de apoyo y se libra de toda la morralla que recibió en la anterior generación a favor de títulos originales y exclusivos, arrasará totalmente en ventas.
Así pues, aunque algunos ya dan por hecho que el ganadora a PS4, los hechos puros y duros son que nos encontramos ante tres propuestas totalmente diferentes, unas por software y hardware (Wii U con sus juegos made in Nintendo y su mando), otras por ser continuistas (PS4 y su modelo tradicional) y otras por infraestructura (Xbox One y toda la potencia de la nube). Y los que deciden qué propuesta es más digna de ser comprada no son otros que los usuarios con sus gustos y preferencias, no las supuestas ventajas de una consola sobre las otras.
Finalmente, solo me queda decir que también tenéis otra opción un poco más independiente: haceros gafapasters y tirar el dinero compraros una Ouya, como hizo Anastasio.