La primera vez que se mostró No Man’s Sky, en los pasados VGX 2013, era difícil imaginarse que un título así acapararía tanta atención ocho meses después en el E3 2014, hasta el punto de convetirse en uno de los títulos más aclamados de la feria. A pesar de sus indudables méritos como juego, creo que los motivos de los aplausos que arrancó la aparición de Sean Murray, co-fundador de Hello Games, no fue ese gameplay que mostraron, ni que prometa ser una experiencia de nueva generación de verdad, sino algo que no se distingue en un vídeo y va más allá. Algo intangible y que hace falta hoy en día en la industria, y que es lo que representa No Man’s Sky: humildad y pasión por el trabajo.
Recordad ese momento en el que el citado Murray hace acto de presencia en el estrado para hablar de su juego. Camisa de cuadros, barba descuidada… y según comienza la ovación de los presentes, agacha la cabeza, comienza a sudar, gesticula sin sentido… En resumen, toma una actitud que parece indicar que no sabe dónde meterse: ha estado meses y meses encerrado en un estudio trabajando con su equipo y ahora está frente a cientos de personas mostrando su creación, y es consciente de que millones lo están viendo por streaming alrededor de todo el mundo. Es inevitable para cualquiera de nosotros ponernos en su lugar, y saber que nuestra reacción sería exactamente la misma. En definitiva, Murray es uno de los nuestros.
Ahora comparemos con la manera de comportarse de muchos de los dinosaurios de esta industria. No voy a dar nombres, pero todos les conocemos: basta un títular tal que «Fulanito presentará su próximo juego la semana que viene» para que el hype fluya por las venas de todos los jugones del mundo. Cierto es que mucha de la culpa es nuestra, porque nos emocionamos con cualquier cosa y luego pasa lo que pasa, pero ellos no contribuyen en absoluto a que les sigamos guardando cariño a pesar de los ratos tan buenos que nos han hecho pasar. Usan a la prensa, usan Twitter, usan conferencias en eventos… lo que sea, ellos dicen que están trabajando en algo y todo el mundo se pone en pie expectante. ¿Y qué pasa después? Que lo que presentan es un juego para smartphones, un shooter free-to-play o un juego en el que ir quitando cubos hasta llevarte una sorpresa.
La idea de esta comparación no es otra que la de que hace falta más gente como Sean Murray y menos como Cliff B., por poner un ejemplo. Más humildad y trabajo en la sombra y menos apariciones públicas y actitudes de estrella del rock, más sangre joven con nuevas ideas y menos figuras caducas cuya mejor época pasó hace ya mucho tiempo. La industria del videojuego se ha convertido en algo tan grande que ya no es un entorno donde trabajan cuatro frikis, como podía ser considerado hace 20 años: ahora es una forma de arte y cultura, y como tal, existen los que trabajan y se callan, y los que alimentan su ego de forma desmedida.
¿Y porque No Man’s Sky es capaz de destacar entre Batman: Arkham Knight? ¿Entre Assassin’s Creed Unity? ¿Entre The Witcher 3? En resumen, entre juegos con cientos de personas tras ellos y decenas de millones de dólares de presupuesto… Porque ha sido capaz de captar lo que queremos los jugadores: la novedad, el descubrimiento, etc… Todos esos grandes títulos nos harán disfrutar a lo grande, que duda cabe, pero sabemos exactamente qué esperar de ellos, y sin embargo no nos engañemos, seguramente todos acaben con una nota en Metacritic superior a la obra de Hello Games.
Pero hay algo que no conseguirán, y es hacer que los jugadores nos preguntemos qué narices es su juego y qué nos espera en él. No Man’s Sky es descubrimiento, porque al fin y al cabo, ¿qué es, por ejemplo, lo que más nos atrae de Skyrim? Recorrer su vasto terreno y encontrarnos con un nuevo enemigo, una nueva mazmorra… A los que jugamos habitualmente solo hay una cosa capaz de sorprendernos hoy en día, y no son los gráficos fotorrealistas ni los vastos mundos abiertos, sino lo desconocido.
No Man’s Sky ha podido encontrar ese punto, saber exactamente lo que queremos de la nueva generación: experiencias distintas, nuevas formas de jugar con un pad en la mano (no me refiero a Kinect, Oculus Rift, etc…) y tener la sensación de que nunca antes nos habíamos encontrado con algo parecido. Y lo ha conseguido con diez personas, y a pesar de tener detrás al gigante Sony, si hacemos caso al calificativo de indie, también con cuatro duros.
Suelo ser optimista con la situación de la industria, pero hay cosas que cada día me hacen pensar que estamos llegando a un punto peligroso: DLC como algo habitual, Season Pass, juegos a medio acabar, free-to-play engañosos, sagas anuales y nula innovación en las franquicias, desaparición de los desarrollos medios… Me parece que estamos viviendo una burbuja del videojuego que terminará explotando y tarde o temprano puede que seamos testigos de algo parecido a la crisis de principios de los 80, porque este ritmo de lanzamientos, estos presupuestos que se manejan, etc… no es normal nada de todo esto.
Por eso la industria necesita a No Man’s Sky. Para que alguien demuestre que lejos del estrellato y de los presupuestos multimillonarios también puede construirse algo que haga emocionarse a los jugadores, algo que sorprenda a todo el mundo y algo que haga reciclar viejas y vetustas ideas en otras nuevas que marquen el futuro del videojuego. E insisto, no es No Man’s Sky como juego lo que verdaderamente hace falta, que también, sino los valores que representa y de los que esta industria se está alejando cada vez más.
Son Goku y Vegeta serán los protagonistas del próximo tráiler de DRAGON BALL: Sparking! ZERO.…
Devil Jin en Tekken 8 es el último personaje de la plantilla inicial en mostrar…
La nueva entrega de Yakuza se llama Like a Dragon: Infinite Wealth. Regresan las locuras…
Bandai Namco publica el tráiler de lanzamiento de Tekken 8, próximo videojuego de la mítica…
Llega el manga Dragon Ball Super 101 en el que tenemos más historia de los…
Disponibles los Wordle del 18 de enero de 2024. Pistas y solución del Wordle 742,…
Esta web usa cookies.