Hoy ha tenido lugar la presentación de Oculus VR, que ellos se empeñan en llamar «del E3», a pesar de hacerla tantos días antes y en San Francisco en lugar de en Los Angeles. Ha durado una hora un poco soporífera donde, lo más relevante, ha sido el anuncio de colaboración entre Oculus y Microsoft, con Xbox One como gran beneficiada.
La conferencia ha empezado con Brendan Iribe, director ejecutivo de Oculus, presentando el modelo final de Oculus Rift, que es el mismo que se filtró hace poco. No sé si quizá es porque el micrófono del público estaba desactivado, pero ha parecido que no ha habido apenas reacción por parte del público a pesar de que Iribe la ha buscado y rebuscado.
Tras mostrar el aparato, ha comenzado a describir y detallar todas las características de la versión final Oculus Rift. En lugar de hablar de juegos y del precio, le han dedicado un buen tiempo que si al sistema de seguimiento, que si a que es ligero, etc. Me quedo con tres pinceladas, que si considero importantes: los auriculares que trae de serie se pueden quitar, por si los usuarios quieren usar sus caros cascos; la distancia entre las lentes se puede ajustar, porque cada persona tiene una distancia diferente entre los dos ojos; y, por último, han dicho muy claramente que será muy cómodo para la gente con gafas. A ver si es verdad esto último.
Tras esa larga retahíla, Phil Spencer salió por sopresa al escenario comentando el acuerdo de colaboración que tendrán con Oculus. Spencer ha dicho que Windows 10 y DirectX 12 son dos características que casan muy bien con Oculus y que permitirá al casco de realidad virtual explotar todo su potencial. Además, y aquí viene lo bueno, gracias a Windows 10 se podrá hacer streaming de Xbox One a Oculus, por lo que podremos jugar a todos los títulos de la consola con el casco de realidad virtual. Aunque habrá que ver cómo está adaptado, porque tengo mis dudas sobre si funcionará bien o no. Fruto de esta colaboración, cada Oculus Rift vendrá con un mando de Xbox One incorporado.
Proud to join @brendaniribe to announce @Xbox and @Oculus partnership. #OculusE3
— Phil Spencer (@XboxP3) junio 11, 2015
Tras todo este rato, por fin comenzaron a hablar de juegos. El primero en salir fue el jefazo de CCP Games a hablar de EVE Online y, de paso, mostrar un vídeo con algo de gameplay de la versión de Oculus. Si vais a ver la conferencia en diferido, no os lo perdáis porque el pobre le temblaba la voz como si se estuviera declarando por primera vez.
Tras EVE Online y CCP, un estudio llamado Gunfire Games ha presentado un curioso juego llamado Chronos. Y digo curioso no por su temática, sino porque la parte in-game que han mostrado es en tercera persona. Será curioso ver cómo se adapta un juego en tercera persona a Oculus Rift, sin duda.
El tercer y último desarrollador fue Insomniac Games, que ha anunciado un nuevo juego en exclusiva para Oculus llamado Edge of Nowhere. Por lo poco que se ha podido ver, el protagonista es un hombre que viaja a la Antártida en busca de un equipo de exploración perdido. Pronto comienza a ver seres sobrenaturales y, por la portada, creo que tienen una clara influencia de Lovecraft.
También presentaron de forma muy breve la interfaz de Oculus, llamada Oculus Home, que no pinta nada mal. No obstante, se parece demasiado a la interfaz actual de Spotify. Los colores, la distribución, la forma de los botones… me parecen demasiadas casualidades, la verdad.
La conferencia la ha cerrado Palmer Luckey, uno de los fundadores de Oculus VR que ha salido al escenario con americana y chanclas. Derrochando estilo, que se dice. Luckey ha comentado que desde que comenzaron a trabajar en Oculus ha visto a miles de personas probarlo y que casi todas ellas hacían el mismo gesto: mover las manos para tratar de tocar lo que veían. En función de eso, han diseñado una especie de gamepad muy particular llamado Oculus Touch: un gamepad partido en dos, como si fueran dos PlayStation Move, uno en cada mano.
Sobre el precio no han dicho nada, a pesar de que era lo que todo el mundo esperaba con más ansia. Habrá que esperar un poco más todavía.