Mucho se está hablando de la «potencia infinita» de la nube, y muchos palos se está llevando Nvidia por la de goles que le ha colado AMD, así que las mentes pensantes de la compañía han mezclado un poco los dos conceptos y han creado CloudLight, una movida que, si funciona de manera fluida, puede ser uno de los primeros ejemplos tangibles de lo que el «cloud gaming» puede hacer por nosotros.
La comprensión del concepto de este CloudLight queda reservado a aquellos poseedores de altos conocimientos informáticos, pero para que os hagáis una idea, nuestros dispositivos domésticos serán capaces de «soltar lastre» hacia la nube, para que sea ella la que se encargue de calcular efectos de iluminación indirecta. Una vez resueltos, la simpática nube nos devuelve esos cálculos para que nosotros disfrutemos en tiempo real de mejores gráficos sin castigar nuestros equipos más de la cuenta.
¿Y qué sucede si nuestra conexión es española muy lenta? No pasa nada. Nvidia ha escogido este tipo de iluminación, y no la directa, porque es la que permite mostrarse con mayor latencia, al no ser imprescindible. En caso de cuelgue del servidor, el juego tiraría de la última iluminación indirecta conocida, y todos tan amigos. Pero vamos a ver un ejemplo práctico, para que os hagáis una idea aun más exacta de cómo funciona este CloudLight.
[youtube]http://youtu.be/4GgQ0pfNGyc[/youtube]
CLoudLight todavía es un concepto en desarrollo, pero ha quedado más que claro que la nube sí va a ser un elemento determinante en la generación que se avecina. Ve contratando fibra, culpable.