Empiezan a salir las primeras comparativas del juego maestro de Yoko Taro. NieR: Automata rinde peor en Nintendo Switch como era de esperar.
Nier: Automata volverá a nuestras manos y nunca mejor dicho. El próximo 6 de octubre llegará NieR: Automata — The End of YoRHa Edition. Se trata de una edición exclusiva para Nintendo Switch que traerá contenido adicional inédito en forma de nuevos trajes e incluirá todos los DLC vistos en las demás plataformas. Por supuesto, en lo culpable ya estamos trabajando con él y más pronto que tarde tendréis su análisis. Mientras tanto, hoy os traemos una comparativa traída por el bueno del Analista de Bits donde nos daremos cuenta que NieR: Automata rinde peor en Nintendo Switch de lo que muchos nos habríamos imaginado.
Lo que sabíamos por fuentes oficiales era que NieR: Automata funcionará a una resolución de 1080p en Nintendo Switch cuando juguemos con la consola conectada a la televisión, mientras que en modo portátil bajará hasta los 720p. El framerate no cambia, manteniéndose limitado a 30 fps para asegurar una experiencia estable y fluida. En esta comparativa con la versión de PS4 podemos ver bastantes concesiones gráficas realizadas para conseguir estos resultados, al mismo tiempo que se demuestra que la versión de Switch del juego puede alcanzar y mantenerse a unos sólidos 30 fps, aunque a título personal considero que el objetivo deberían ser los 60.
No obstante, resulta difícil no recomendar NieR: Automata porque, como decimos en nuestro análisis, «Nier: Automata te pone a prueba. A ti y a tú sistema de control, sea ratón o mando. Más te vale que pueden aguantar unos cuantos miles de clicks por hora. La acción no es continua, de hecho me queda la sensación de ser un juego mucho más relajado de lo que aparenta. Pero cuando hay que dar leña, se da y mucha. No es el Dark Souls de los juegos protagonizados por androides sexualizados, pero tampoco es fácil.».
Tampoco olvidéis que NieR: Replicant también vale vuestro tiempo y que en nuestro análisis le concluimos lo siguiente: «Llegados a este punto, la pregunta es la de siempre: ¿merece la pena el juego? La respuesta es un rotundo sí. Además de ampliar el mundo que ya se vio en su momento, nos explica muchas cosas y nos ofrece una historia muy interesante.»