Netflix crea una categoría para películas de corto metraje. Para aquellos que tengan prisa por contestar sus mensajes de WhatsApp y no sean capaces de concentrarse en otra cosa.
Netflix conoce muy bien a su audiencia. Ha sido la plataforma quien ha creado a los espectadores de hoy. Reproducciones a más velocidad, para acabar antes, o el maldito botón de ‘Saltar intro‘ han sido ideas suyas. Que no vengan ahora en plan samaritanos. La última idea que ha tenido es la de crear una categoría de películas cortas, para esos usuarios creados por la propia plataforma incapaces de mirar a la pantalla sin tener el WhatsApp abierto.
En esta categoría nos encontramos todas aquellas películas con una duración inferior a hora y media. ¡Hay series con capítulos más largos! Son ideales para el consumo rápido. Los espectadores de hoy seguirán con el móvil en la mano, pero si ven la película a 1,5x se la quitan de encima en menos de una hora. ¿La calidad de la película? ¿De verdad importa eso o es mejor saber si tu crunch está en línea después de no contestar a tu mensaje? Cuestión de prioridades.
Cada vez es más complicado que los espectadores mantengan la atención. Lo vemos diariamente en los cines, donde en ocasiones se encienden las luces de los móviles. Quizá las películas de superhéroes sean una excepción, al menos los primeros días tras el estreno. Pero en cualquier otra, además de encontrar mucha menos gente en la sala, los presentes estarán más pendientes de que aparezcan los créditos que de enterarse de lo que pasa en pantalla.
La solución pare sencilla: aumentar la calidad de las producciones. Sobre todo de las más largas. Pero eso parece una utopía en catálogos tan extensos como los de Netflix. La idea de la plataforma es cuanto más mejor, y si encima algo destaca por bueno, saca el hacha pronto y cancela lo que sea rápidamente. Mal futuro nos espera a los que disfrutamos tanto del cine como de las series de principio a fin.