Microsoft estaría tratando de convertir cualquier PC en Xbox. Esto se ha podido ver desde hace algún tiempo y en algunos detalles, como el uso de ambas plataformas de Windows o en su política con los últimos grandes lanzamientos de las consolas, como fue el sonado caso de Quantum Break.
Esto no quiere decir que los PC vayan a desaparecer ni muchísimo menos (como es obvio, pues es imposible) sino que sería más bien al contrario. Serían las Xbox las que dejarían de ser tal cual son hoy en día, siguiendo lo que dice The Verge. Algo que, visto el claro dominio de Sony en el mercado de las consolas, tendría sentido desde un punto de vista empresarial.
Como ya informamos hace algún tiempo, Microsoft estaría trabajando con algunos prototipos de consolas y parece ser que estas consolas ya tendrían la posibilidad de cambiar piezas para hacerlas más potentes. Esto más lo que hemos dicho antes indica que no solo las Xbox se acercarían a los PC, sino que los PC pasarían a ofrecer la misma experiencia que una Xbox. Algo que tampoco es complicado, por cierto. El objetivo final de Microsoft es que se pueda tener la experiencia de una Xbox sin necesidad de tener una Xbox, vaya.
Por esto han surgido cosas como el juego en streaming entre la consola y el PC, ambas comparten sistema operativo, tienen cross play en la mayoría de juegos e incluso las tiendas virtuales estarían comenzando a fusionarse. Pero Microsoft quiere que no tengas la obligación de tener una Xbox para poder jugar con ella. Por ello estaría tratando de hacer que cualquier PC pueda ser una Xbox. No sé exactamente por qué, cuando un PC ofrece bastante más que una Xbox, pero bueno.
Seguramente este E3 veremos nueva información de hacia dónde van los tiros. Puede seguir por la vía tradicional y como indican los rumores de Xbox Scorpio y posteriormente una nueva generación. Podría empezar a producirse esta fusión (que por cierto sería bastante negativa para el mundo de las consolas) o podría anunciarse una Xbox modificable… hay tantas posibilidades. Al final nos quedaremos sin nada, veréis.