Microsoft se ha echado novia. No puede haber otra respuesta al misterio de la dulcificación que está sufriendo la compañía americana en las últimas semanas. Marcha atrás en duras políticas, accesorios viejos que podrán pasar a la next-gen, y ahora… esto.
Si por algo se caracterizaba Xbox Live -aparte de por traer un buen puñado de jueguetes interesantes- era por tratar a los desarrolladores indie como esclavos indios en pleno auge del imperio británico. Publicar cualquier trabajo era costoso en términos contractuales y económicos, pero es que si encima el juego necesitaba optimización, la publicación de cualquier pequeño parche podía suponer un desembolso mucho mayor que el beneficio creado. Recordad si no el caso FEZ, que ya removió los cimientos de la plataforma de Microsoft.
Pues bien, gracias a la novia de Microsoft, una nueva barrera para la paz mundial del videojuego ha caído. A tomar por culer el cobrar por los parches en Xbox Live. Aplausos, confetti y canapés para todos. Si es que el amor amansa a las fieras…
Vía EuroGamer