Mendigando Análisis – Remember Me

Volvemos a la carga con un análisis de un juego que se está convirtiendo en el complemento perfecto para una sala de entrenamiento de boxeo ya que precisamente halagos no está recibiendo: Remember Me. No nos equivoquemos, el juego de CAPCOM no es un mal juego, pero parece que peca de muchas faltas y muchas lagunas.

Nosotros, por nuestra parte, nos quedamos neutrales (mentira, pero no os lo vamos a decir aún) frente a esta cantidad de críticas a la nueva pobre IP de la compañía que quería llegar a The Last of Us y se quedó a medio camino entre Alan Wake y lo que debería haber sido Final Fantasy, la película.

Pero no rememoremos más desastres ya que, precisamente esta palabra, la veremos varias veces en nuestro mendigando análisis de hoy. Veamos qué dicen los compis de Remember Me, un juego que nos sitúa en Neo París (qué me recuerda esto a Neo Tokyo de Evangelion), una ciudad para nada parecida a la que conocemos como «ciudad del amor» donde tendremos que enfrentarnos a Memorice, una empresa que nos quiere por algo que, cómo no, no podemos recordar.

Desastre se escribe con «E» de España

No ha salido muy bien parado el juego en España, la verdad. Notas bastante mediocres y que conste que no hemos sido nosotros, para que veáis que no somos haters… aunque mejor no decir de este agua no beberé porque en el sótano de la redacción solo beben cuando llueve.

Hobbyconsolas no ha quedado muy contento con el título ya llega a decir que es un «desastre en libertad y exploración» con una cámara estática y una linealidad casi propia de Final Fantasy XIII y una dificultad que podría rivalizar con Pocoyó. Sin embargo le dan una nota de 78. Un poco alta para haber dicho la palabra «desastre» ¿no?

IGN España tampoco se queda corto con las críticas al juego. Empieza el análisis avisando, y lo termina diciendo que el que avisa no es traidor. Se aburrió con el combate y con la exploración y la duración también la califica de cortita. Vamos, que solo le da un 69. y ya sabemos lo que es ponerle menos de un 70 a un juego… no decimos nada y lo decimos «tó»

Otros que quizás preferirían haber analizado otro juego son los chicos de 3Djuegos que le cascan un 6,8 (correcto) a Remember Me salvándolo solo por el apartado técnico (como los demás). Eso sí, lo intentan defender cada vez que pueden, pero claro, al final, no hay tu tía.

Por una vez parece que estamos de acuerdo con los guiris

Los chicos de Gamespot son un poco más condescencientes y le dan un notable rapasdete acusando a la cámara y la mal enlazada historia como principales fallos, pero vamos, y se lamentan (aunque sin llegar a llorar, de que sea un «juego de acción en tercera persona más» cuando el pobre aspiraba a ser «cuqui».

IGN América discrepa de la española y le planta un 5,9 que no le da ni el bien a Remember Me. Su frase épica es cuando dicen que «no hay suspense» ni emoción y que el combate «cumple pero no emociona». Estos chicos tan poéticos ellos.

Flipis y haters, todo en uno

Aquí se demuestra que para gustos los colores porque para pasar de darle un sobresaliente a un raspadísimo 5 hay que ser, al menos, de partidos políticos distintos, pero bien está recoger todas las críticas, ¿no? Si no el jefe me pega y me deja sin comer otra vez y ya he perdido 5kg.

La peor nota se la lleva de nowgamer que le planta un aprobado muy justo y su frase es «if only» o lo que es lo mismo «si solo….». Es decir, que el juego estaría bien si solo tuviese un sistema de combate más molón y menos pasillero. Además, lo suspenden en rejugabilidad y duración ya que solo dura unas 10 horas y… bueno, ya está.

Gaming Trend por contra le planta un cuasi perfecto 93, lo que ya es tela marinera, apelando a la historia y su apartado técnico sobre todo. No le mete demasiada caña al sistema de combate ni nada de lo que los demás critican, sino que habla de algunos bugs y demás. Bueno, ser así de feliz también mola, ¿no?

En definitiva, un juego que va a pasar con más pena que gloria por lo que han hecho muchos otros juegos: prometer mucho y quedarse a medias. En fin, qué le vamos a hacer ¿no? Otra vez será.