Tras el despido de los directores, el spinoff de Han Solo continúa en caída libre. La información que sale de la producción apunta al mayor desastre de Star Wars.
El spinoff de Han Solo se puede convertir en el mayor desastre de Star Wars si nadie lo remedia. Al despido de los directores se ha unido ahora nuevas informaciones procedentes del rodaje. Un rodaje que, como mínimo, está siendo muy accidentado.
¿Os imagináis a Han Solo aprendiendo a actuar? No sé vuestra respuesta, pero según adelantan varios medios, como The Hollywood Reporter o Slashfilm, el actor Alden Ehrenreich cuenta con un profesor de arte dramático para guiarle durante en su interpretación del contrabandista galáctico.
Sobre la presencia del profesor de arte dramático hay dos vertientes. La primera de ellas indica que la productora lo contrató porque no estaba nada contenta de cómo llevaba el papel Ehrenreich. Mientras que la segunda, más benigna con el actor, explica que fue él mismo el que lo pidió. El actor no estaba de acuerdo con la visión de Phil Lord y Chris Miller y pidió asesoramiento.
Sea como fuere, una de las fuentes consultadas afirma que la actuación de Ehrenreich situaba al mítico Han Solo al nivel de Jim Carrey en Ace Ventura. En ningún momento se le veía similitud con el interpretado por Harrison Ford. La situación produjo la ira de Lucasfilm. Tanto de su presidenta Kathleen Kennedy como de uno de los autores del guion, Lawrecen Kasdan.
El guion también está siendo problemático
Precisamente el libreto también es uno de los puntos que más controversia está causando. Los directores despedidos daban libertad de improvisación a todos los actores y no seguían a pie juntillas las líneas de diálogo. Por el contrario, Lucasfilm quiere que el guion se traslade tal cual a la gran pantalla, lo que produjo otro desencuentro entre cineastas y estudio.
Por lo tanto, el spinoff de Han solo apunta maneras para ser el mayor desastre de Star Wars. Y eso que los rodajes de la franquicia no han sido nunca una balsa de aceite. La película original se rodó bajo una presión inusitada, con George Lucas al límite de su capacidad. Mientras que Rogue One, el spinoff anterior, también pasó por momentos complicados. Los reshoots posteriores al rodaje, realizados por Tony Gilroy, en lugar de por Gareth Edwards, terminaron con un cambio drástico en el montaje que hasta se pudo apreciar en los tráileres publicados en la promoción. El final cambió por completo.