El comienzo de un nuevo arco en Dragon Ball Super es motivo de alegría. Toyotaro y Akira Toriyama quieren continuar Dragon Ball Super con una historia que tiene toda la pinta de ser enrevesada. ¿Recuperar al dios Kaioshin que le fundió el cerebro a Buu? ¿Para qué?
Pero ese motivo de alegría, que es el comienzo de una nueva historia, hace que el manga Dragon Ball Super 42 sea el peor que hayan hecho Toyotaro y Toriyama. Alguno me dirá que no ponga a Toriyama por en medio, pero hay que mencionarlo, pues el maestro revisa todo lo que hace su discípulo.
Estamos ante un manga en el que por empezar el nuevo arco, las cosas van muy rápido. Encima hacen igual que con el enfrentamiento de Freezer en la Tierra. Solo una imagen de Son Goku, Vegeta y Broly nos dice que han luchado. Acto seguido nos sueltan un spoileraco de los grandes sobre la película que no mencionaré.
Se nota muchísimo que han tenido prisa en empezar una nueva historia, cuando perfectamente el manga 42 de Dragon Ball Super podría haber sido mucho mejor. La parte final del torneo de poder en el anime le da 100 patadas al manga, pese a que el final es el mismo.
Ese instante en el que Son Goku y Freezer apartan su rivalidad y luchan juntos es apenas un ataque. No emociona.
Tienen tanta prisa Toyotaro y Toriyama en dibujar el manga Dragon Ball Super 42, que al pedir el deseo al gran Dragón los integrantes de los otros universos aparecen en la grada en un simple dibujo de lejos. Ni unas palabras de Son Goku a Jiren y compañía por tal brutal combate. Ni la alegría de Caulifla, Kale y Cabba al volver a la vida. NADA. Me parece fatal tanta rapidez.
Lo bueno es la historia. Pese a que la parte final del torneo es un combate, los dioses no para de hablar. Vermund y su ángel desvelan información de la buena sobre el maestro de Jiren. Incluso una cosa que debemos tener en cuenta, pues el que derrotó al maestro del overclockeado Jiren es un…
Con el nuevo arco de Dragon Ball Super, El prisionero de la Patrulla Galáctica, me emociono otra vez. Tiene también sus ñardaditas, como por el ejemplo la «pistiola» que paraliza a Son Goku y Vegeta. Bueno paraliza. Más bien los deja inconscientes.
Después de más de 30 años, buscarle sentido a algo en Dragon Ball es de ser ñarders, pero es que estamos hablando de dos personajes con un poder que rivaliza con el de los dioses. Que una pistola los deje CATACROCKER no es creíble.
Lo primero que hay que decir y nombrar es la aparición de nuevos personajes. Eso siempre es bueno. Ya podéis ir preparando la billetera para un EXTRA PACK en Xenoverse 2. El nuevo personaje pertenece a la Patrulla Galáctica, es compañero de Jaco (adoro este personaje después de leer su manga) y el número uno de los patrulleros.
Se quieren llevar a Buu regordete, y la razón es que necesitan al dios Kaioshin que en su día fue absorbido por el monstruo. Pero si ahora sacan al dios, ¿qué le pasará a Buu? ¿volverá a ser malo malote? ¿tendremos al Buu musculado tras absorber al dios Kaioshin del Sur? Algunos dicen que no, que Buu permanecerá con su sobrepeso y que separarán a los dos personajes.
La historia se complica más, y esto no aparece en el manga Dragon Ball Super 42, cuando ya hemos podido ver al supuesto «prisionero» de la patrulla. ¡Y resulta que no es Buu!
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