Antes de leer este análisis de Lost Bros para PC, una pequeña reflexión. Fijo que cuando os ponéis a pensar en videojuegos difíciles se os vienen a la mente de forma esporádica títulos como Super Meat Boy, la saga Dark Souls o tirando más de baúl los juegos retro en general y Mega Man en particular. No obstante, hoy toca hablar de un juego que no solamente hace ver a los demás como un paseo por el parque, sino que también puede ser considerado un ejercicio para liberar toda vuestra ira. Hoy os presentamos Lost Bros, la creación de Wheat Muffin Games.
[divider]DONDE CABEN DOS CABEN TRES[/divider]
En Lost Bros no tenemos precisamente una historia de esas que emocionarían a Spielberg: un monstruo llegado de una grieta dimensional se lleva a uno de los 4 integrantes de un grupo musical juvenil, por lo que sus otros tres compañeros (efectivamente, nuestros protagonistas) deciden seguir al bellaco, teniendo que viajar entre distintas épocas de la historia para rescatar a su amigo. Puede que suene simple y sin profundidad, pero obviamente estamos ante un telón anecdótico para darle algo de base al juego, pero como tampoco necesita mucho más un plataformas que va tan directo al grano pues nadie echará de menos una narrativa.
Con este título nos encontramos de nuevo con el mismo gameplay base que llevó a Brothers – A Tale of Two Sons a ser uno de los juegos indie más llamativos y alardeados de hace casi 3 años: el control de varios personajes de forma simultánea mediante un único mando. No obstante, el juego del que toca hablar hoy eleva la fórmula de Brothers a un nivel más, y es que aquí tenemos el control de 3 personajes, recayendo sus movimientos en cada uno de los joysticks y en el pad analógico, algo que añade una dificultad considerable a la hora de recordar con cuál de ellos manejamos a cada uno de nuestros protagonistas. Para terminar el tema de acciones, tenemos diversos movimientos repartidos a lo largo y ancho del mando, como puede ser preparar escudo de shieldman, disparar el bazooka de Gunnman o emplear la espada o dejar agachado a Swordman.
De primeras puede sonar original este sistema de control, pero cuando te das cuentas a la hora de jugar de que no todo es tan intuitivo como en videojuego estándar y que el caos está presente prácticamente en cada acción que quieres realizar pues nos encontramos con un obstáculo bastante grande para poder avanzar en este plataformas, donde no solamente se tiene en cuenta esta complejidad de control, sino que se aprovecha de ello para además ponerte en cada nivel a superar una gran cantidad de trampas y enemigos que casi siempre te matan sin que hayas podido reaccionar.
En el apartado gráfico tenemos un estilo píxel que personalmente no me convence, y es que en vez de tener una serie de monigotes con un estilo animado tenemos unos personajes que intentean imitar las proporcioney características humanas de forma realista, por lo que pueden llegar paracer por momentos unos dibujos de una calidad un tanto regular, algo que también se refleja en los pasajes de los distinto niveles del juego. Tampoco Lost Bros destaca precisamente en sonido, ya que nos deja unas melodías poco llamativas o pegadizas y unos efectos sonoros bastaste escasos.
[divider]CONCLUSIÓN[/divider]
Podéis acusarme de llorica o de manco, y no os quitaría la razón, pero eso no quita el gran problema de Lost Bros, y es la ausencia de curva de dificultad. Tanto Super Meat Boy como Dark Souls son juego jodidos, pero que durante sus primeros compases te dejan un margen para que te hagas a los controles y que, poco a poco y a base de ponerle maña, puedas al menos defenderte y avanzar. En este caso, una vez completado un tutorial donde es bastante sencillo morir, nos adentramos ya en una dificultad alta sin tener casi tiempo a familiarizarnos con unos controles tan poco intuitivos, por lo que toca tirar de la vieja táctica de repetir en el error hasta superarlo por suerte.
Obviamente esta es una intención de los desarrolladores del juego, algo que se refleja al tener un contador de muertes y un reloj que marca el tiempo jugado. A pesar de ello, tan apabullante y continua es la derrota que es sencillo perder las ganas de jugar, y es que si un juego ya te pone unas barreras tan grandes desde el principio es que tenemos un problema bastante serio.