Los Sims 4 – Análisis PC

Los Sims vuelven a estar de moda, y parece que van a dar mucha guerra. Ya tenemos aquí Los Sims 4, la nueva entrega del famoso simulador social. Parecía que tras Los Sims 3 no había mucho más que añadir, pero Electronic Arts no estaba dispuesta a que su gallina de los huevos de oro cayese en el olvido, aunque muchos jugadores piensen que aún no venía a cuento sacar una cuarta entrega.

No es necesario presentar una saga tan conocida como Los Sims, pero sí que hay que destacar algunas de las novedades más importantes que traen Los Sims 4. En primer lugar, los Sims son más reales que nunca. En el apartado físico, el aspecto es más realista y totalmente personalizado, como ya pudisteis ver en la Guía de Creación de un Sim hace unos meses. En cuanto a la personalidad y los rasgos, también hay unas cuantas novedades. Ahora Los Sims pueden sentir emociones, que afectarán a todas sus acciones y deseos. Los barrios y algunos aspectos de la jugabilidad también se han actualizado.

Descubre todos los rincones de Oasis Springs y Willow Creek

Hemos dejado atrás Sunset Valley y el resto de barrios de Los Sims 3 para mudarnos a Oasis Springs y Willow Creek, los nuevos barrios de Los Sims 4. Después de crear nuestro Sim en el nuevo Creador, tendremos que elegir a qué barrio mudarnos. Si sois muy indecisos podéis estar tranquilos, ya que da igual en qué barrio vivamos, podremos visitar los solares residenciales y comunitarios de los dos y mudarnos entre uno y otro cuando nos apetezca. Destaca un poco la falta de solares residenciales y comunitarios. Y es que los nuevos barrios son un poco pequeños, y aunque parezca que hay mucho que ver, cuando ya se ha ido diez veces al mismo sitio se empieza a hacer un poco aburrido.

Al elegir una casa, toca personalizarla. El modo Comprar y el Construir presentan bastantes novedades, sobre todo en el segundo. Ahora podemos mover habitaciones enteras, hacerlas más grandes, estirarlas…o comprar directamente la habitación con todos los muebles incluidos, una buena opción para los más vagos. En el modo Comprar es donde falla un poco el juego, ya que parece que falten la mitad de muebles. No hay lavaplatos ni compresores de basura, no hay alarmas antirobo, ni consolas, ni un montón de objetos que estaban ahí desde Los Sims 1. Ya sabíamos que algunos objetos míticos como las piscinas no iban a estar, pero no se entiende la falta de todo lo demás. Se nota sobre todo la ausencia de los coches. Esto suena a expansión con los objetos que faltan sí o sí…

Sims más reales que nunca

Ahora, como ya he comentado antes, Los Sims tienen emociones, y estas afectarán a la mayoría de acciones e interacciones con otros Sims. Si hacemos que nuestro Sim pinte o escriba mucho, se encontrará Inspirado, por lo que hará obras de mayor calidad o ascenderá antes en el trabajo. También puede sentirse Centrado, Contento, Vacilón. Coqueto, Avergonzado, Triste, Aburrido…y esto afectará a la forma en la que se relaciona con el mundo. A un Sim Coqueto le será más fácil ligar, y uno Triste no tendrá ganas de nada, y podrá llamar a un teléfono de autoayuda para mejorar su estado de ánimo. Las distintas emociones se podrán conseguir realizando distintas acciones.

La personalidad de los Sims está condicionada por sus rasgos y aspiraciones, como en el juego anterior, aunque en este juego base hay bastantes menos rasgos. Esperemos que las expansiones vayan añadiendo más. Según las aspiraciones y rasgos que elijamos, los Sims tendrán diferentes deseos que habrá que ir cumpliendo para ganar puntos e intercambiarlos por recompensas que nos ayudarán durante nuestra partida.

Las relaciones también son distintas. Ahora hay dos barras, la de amistad y la de amor, y habrá que ir llenándolas según nos convenga y realizando diferentes interacciones. Podremos mantener conversaciones con muchos Sims a la vez y realizar muchísimas nuevas acciones. Las fiestas también han cambiado, y el sistema para planificarlas ha cambiado totalmente. Con una llamada podremos invitar a la gente, elegir el tipo de fiesta y contratar camareros, catering…

Por último en cuanto al apartado social, están las profesiones. Hay un montón de nuevas profesiones bastante divertidas, como agente especial, contrabandista estelar (a lo Guardianes de la Galaxia), jugador de eSports…Para ir ascendiendo, aparte del típico rendimiento tendremos que ir cumpliendo distintas mini misiones, como programar en el ordenador, hablar del espacio con otros Sims…La única pega es que volvemos a los tiempos de los primeros juegos de la saga, y ahora los Sims desaparecen del solar cuando se van al trabajo, sin ir a ningún edificio visible. Además ni siquiera podemos seleccionarlos, sin saber como van sus necesidades hasta que vuelvan a casa.

Vuelven las pantallas de carga

En el apartado gráfico se nota una mejora, sobre todo en los propios Sims, más reales y personalizados que nunca. En los barrios y muebles también se nota la mejora. Tal vez esto tenga que ver con la vuelta de las pantallas de carga, una característica de Los Sims 2 que había desaparecido en Los Sims 3. Ahora si queremos visitar una casa o un solar comunitario tendremos que esperar un ratillo a que se cargue, pero apenas unos segundos. Esto hace que los solares aparezcan totalmente cargados, ya que el sistema de Los Sims 3 en el que no había pantallas de carga hacía que los solares tardasen en cargar en los ordenadores lentos, o que algunos objetos y Sims tardasen bastante rato en aparecer.

En general, Los Sims 4 presenta muchas mejoras y nuevas características respecto a su predecesor, pero se nota que se han dejado muchas cosas por el camino. No sabemos si las incluirán en próximas expansiones o ya no las vamos a ver nunca más, pero es un poco decepcionante que en una cuarta entrega de una saga tan consolidada falten tantos objetos y acciones indispensables. De todas formas, los amantes de Los Sims lo van a disfrutar como enanos, ya que las nuevas opciones, trabajos e interacciones son bastante divertidos y garantizan horas de diversión creando y haciendo la vida imposible a nuestras criaturillas virtuales.

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