Arrancamos la recta final de nuestro viaje por los mejores títulos descargables de la generación pasada con una nueva selección de diez juegos. Puede que esta entrega sea la más «alternativa» o indie de las cuatro que compondrán esta serie de reportajes pero esta lista nos sirve para demostrar que las plataformas digitales, lejos de ser sólo un segundo escaparate para las fórmulas más mainstream, han significado un auténtico «cajón de sastre» en el que han tenido su hueco todo tipo de tendencias y experiencias jugables.
Tras el éxito obtenido en PC, Lone Survivor desembarcó en PlayStation 3 y PS Vita en septiembre del año pasado para alegría de los montones de aficionados al Survival Horror más puro que han visto como se ha pasado toda una generación sin un digno sucesor para los grandes clásicos de este género. Además, la obra de Jasper Byrne llegó a las consolas de Sony en su versión Director’s Cut, que incluía múltiples mejoras técnicas así como un potenciado modo New Game+ que aumentaba considerablemente la rejugabilidad al incluir nuevas localizaciones, diálogos y dos nuevos finales. Si estas mejoras no fueran ya motivo suficiente para hacerse con este juegazo, os doy otra razón: hasta el 26 de febrero Lone Surviror, que hace uso del sistema Cross-Buy, estará rebajado de 12,99€ a 8,05€ (con un 10% adicional si eres suscriptor de PlayStation Plus).
Con Söldner X: Himmelsstürmer, los alemanes de SideQuest Studios demostraron que los occidentales también son capaces de hacer un trabajo sobresaliente en un género tan típicamente japonés como son los matamarcianos. Dos años después (2010), Söldner X 2 -exclusivo de PlayStation 3– potenciaba la misma fórmula pero haciéndola algo más accesible gracias a unos niveles de dificultad mejor ajustados. Aunque quizá peca de ser demasiado convencional, sus siete niveles -ampliables a diez con el DLC titulado Last Chapter– son un auténtico espectáculo visual, sonoro y jugable capaz de brindar algunos momentos y combates a la altura de pesos pesados como R-Type. Su escasa duración, típica de estos arcades, se ve compensada con la introducción de múltiples desafíos y con un modo cooperativo para dos jugadores -sólo en la misma consola, por desgracia- que aumentan considerablemente la rejugabilidad del título.
No hay duda de que los servicios digitales han supuesto una segunda juventud para el género de plataformas y Splosion Man es uno de los más claros exponentes de ello. El título de Twisted Pixel combina la sencillez y el encanto de los grandes plataformas clásicos con un concienzudo planteamiento de niveles que superaremos a base de encadenar adecuadamente las tres detonaciones de las que es capaz nuestro dicharachero amigo Splosion Man antes de quedarse momentáneamente “sin chispa”, convirtiendo, de paso, en carne picada a todo científico chiflado que encontremos por el camino. Por si las 50 fases del modo individual te parecen pocas, el juego incluye también un modo cooperativo para hasta cuatro jugadores compuesto por idéntico número de niveles cargados de nuevos desafíos en que la diversión y las risas se elevan hasta cotas insospechadas. Sencillo pero a la vez profundo. En una palabra: sobresaliente.
¿Qué juego obtendríamos si a la mecánica bidimensional de exploración y plataformas típica de los “metroidvania” le añadiéramos la acción espectacular propia de un hack’n slash y vistiéramos el conjunto con un impresionante apartado visual pixel-art a base de dibujos realizados a mano? Y, no, no me estoy refiriendo a Muramasa: The Demon Blade. La respuesta es Dust: An Elysian Tail, título que puso el broche de oro al Summer of Arcade de Xbox Live de 2012 y que nos propone vivir una increíble aventura de redención y fantasía en un mundo habitado por animales antropomorfos. Una auténtica obra de arte en movimiento, que por momentos nos hará dudar de si estamos ante un videojuego o una película de animación. Y lo más fuerte del asunto, ésta maravilla fue programada y diseñada por única persona: Dean Dodrill.
Con una psicodélica estética pixelada y un argumento que sólo puede calificarse de paranoia absoluta, los suecos de Dennaton Games dejaron a medio mundo rendido ante esta historia de violencia extrema y gratuita ambientada en el Miami de 1989. Ocultando nuestro rostro tras perturbadoras máscaras de animales -cada una dotada de una habilidad concreta- tendremos que superar diecinueve capítulos de perspectiva cenital con un único y sangriento objetivo: masacrar a todos los enemigos que patrullan por los escenarios. Tú decides la mejor estrategia para superar cada nivel, asesinar sigilosamente con armas blancas o convirtiendo la partida en una frenética ensalada de tiros. Eso sí, lo que te puedo asegurar es que tendrás que ser persistente porque vas a morir montones de veces en el intento. Hotline Miami también está incluido en las rebajas de febrero de PS Store, así que si todavía no habías probado esta auténtica descarga de adrenalina, ya estás tardando.
Alrededor de un año y medio después de su salida en compatibles, desembarcaba en Xbox Live este título de acción y rol al más puro estilo Diablo (no en vano varios de sus creadores participaron en el desarrollo de las dos primeras entregas de la franquicia de Blizzard). Port directo de la versión de PC, el principal logro de esta conversión estuvo en la buena adaptación de los tradicionales controles point & click al mando de la consola. El sistema de juego no aporta novedades al género y la historia tampoco es excesivamente profunda, sirviendo de mera excusa para adentrarnos en las minas y mazmorras que se encuentran bajo el pueblo de Torchlight, luchando contra cientos de enemigos, subiendo niveles para potenciar nuestro personaje y recogiendo toneladas de tesoros y objetos de todo tipo. A pesar de no romper ningún molde, Torchlight es un título tremendamente divertido y adictivo que adquiere además el valor añadido de ser uno de los pocos exponentes de este género en consolas.
Después de arrasar en PC, la obra de Andrew Spinks desembarcó en marzo de 2013 en consolas de sobremesa y algo después en PS Vita. Con una idea de fondo similar a Minecraft, aunque en este caso apostando por una estética 2D auténticamente old-shool, Terrania nos propone un concepto muy original y tremendamente adictivo que huye completamente de los convencionalismos y clichés tradicionales. Olvidaos de los géneros predefinidos, de desarrollos lineales e incluso de cualquier tipo de argumento. En Terraria somos nosotros mismos quienes definimos nuestra aventura explorando con total libertad un mundo enorme, generado aleatoriamente en cada partida, en el que encontraremos gran cantidad de materias primas con las que construir estructuras o fabricar todo tipo de objetos para hacer evolucionar a nuestro personaje. También podremos interactuar con varios personajes secundarios. En definitiva, una propuesta completamente diferente que puede enamorarte y mantenerse enganchado cientos de horas… o que aborrecerás a los pocos minutos, pero que en ningún caso te dejará indiferente.
Braid es por méritos propios uno de los mejores descargables de la pasada generación. Inicialmente exclusivo de Xbox Live Arcade y portado posteriormente a PS3, Windows, Mac y Linux, su historia giraba en torno a Tim, un hombre que intenta rescatar a una princesa. El juego cuenta con un total de seis mundos que explorar, cada uno con su peculiar forma de tratar “el paso del tiempo” y con la melancolía por bandera en cada uno de ellos, transmitiéndonos en cada momento con sus melodías y paisajes la frustración del protagonista. El juego puede catalogarse como plataformas, aunque nuestras habilidades para jugar con el tiempo y su uso (que nos harán estrujarnos los sesos para poder avanzar) lo hacen fusionarse con el género puzzle. Una mezcla extraña pero que engancha como pocas. La polémica por su “extraño” final sigue aún viva a día de hoy (el juego salió en agosto de 2008).
Las plataformas digitales se han convertido en un refugio dorado para aquellos jugadores ávidos de experiencias diferentes y arriesgadas. Y es imposible hablar de propuestas poco corrientes y no hacer mención a PixleJunk Eden, una suerte de… ¿plataformas? en que controlamos a una pequeña criatura llamada Grimp cuya misión es recolectar una sustancia conocida como Spectra a través de diferentes… ¿jardines? Para lograr este objetivo, tendremos que recoger polen con el que crear… ¿plantas? que nos sirvan de soporte para movernos por los escenarios hasta los lugares donde se encuentra la Spectra. Pero mucho más que por la mecánica de juego, el título de Q-Games destaca por la potencia de sus apartados visual y sonoro, ambos a cargo del artista japonés Baiyon. La estética minimalista y experimental unida a la banda sonora estilo ambient consiguen un efecto sinérgico capaz de atrapar completamente a tus sentidos en un torbellino de creatividad y originalidad como pocas veces has visto.
Siguiendo con obras personalísimas y alejadas de cualquier canon o convencionalismo, ThatGameCompany nos regaló con Flower mucho más que un videjuego. Flower es una maravillosa experiencia audiovisual, única e inclasificable, en que seremos el viento que mece pétalos de diversas flores para sembrar de vida y color seis amplios niveles. La pureza y calidad de esta experiencia se ven reforzadas por el acompañamiento de una relajante música de piano y por la ausencia total de interfaz o cualquier otro elemento en pantalla. Como digo, la ida de videojuego se queda corta para definir Flower. Intentar analizarlo usando los patrones tradicionales y los conceptos preestablecidos como jugabilidad, control, dificultad, duración… sería como un insulto. Por tanto, sobran más comentarios. No te diré que tienes que probarlo, porque Flower no se juega o se disfruta, Flower se vive y se siente.