El videojuego ha labrado muchos de nuestros mejores recuerdos, pero muchas veces asociamos sagas enteras a pequeños objetos que encontramos por el camino. Hoy hablamos de los mejores items de la historia del videojuego.
El videojuego se compone de una serie de pequeñas cosas que conforman un memorable todo. Guion, gráficos, mecánicas jugables y, sobre todo diversión, han forjado nuestra existencia desde que éramos bien pequeños. Pero, ¿y si tuvierais que relacionar vuestra memoria gamer con objetos procedentes de las sagas más icónicas? Pues probablemente llegaríais a unas conclusiones similares a las que os ofrezco en este artículo sobre los mejores items de la historia del videojuego.
Ojo, no son todos cosa mía, sino que he hecho un pequeño brainstorming entre los miembros de la redacción. Al tener cada uno de nosotros diferentes sagas fetiche, se le da un poquito de variedad al asunto. Vamos con ellos.
La hamburguesa de Alex Kidd
Vale, en la versión japonesa era un pastel de arroz. Y también te compro lo de que no era un ítem al uso. Pero AY, qué gustito daba llegar al final de cada fase y merendarse tremendo bocata. Alex Kidd in Miracle World no era, ni mucho menos, un juegovídeo sencillo, por lo que cada una de esas hamburguesas tenía mucho significado para los jugadores -en aquella época casi todos niños pequeños- que lograban alcanzarlas.
A día de hoy, junto al gigantesco «peñetazo» de Alex, la hamburguesa/pastel de arroz es lo más grande de la iconoclastia de esa saga, siendo muy sencillo encontrar camisetas, carteles y demás parafernalia del rico snack que se comía el pequeño orejón.
Anillo de bonus de Sonic
Efectivamente, Sonic no podía quedarse fuera de este repaso de objetos míticos de los videojuegos. Y claro, nadie se puede olvidar de los anillos que recogía con tanta facilidad como soltaba durante la aventura. Pero no, no quiero hablar de los anillos normales, quiero hablar de LOS ANILLOS DEL BONUS.
Tenían un diseño sublime. Grandes, gorditos, brillantes, casi tridimensionales. Como giraban y qué placentero era meterse dentro de ellos. Y no olvidemos la pequeña maravilla que albergaban dentro. Un minimundo esférico que nos podía llevar a alcanzar una de las gemas del juego. Insuperable.
La hoja tanooki de Super Mario
Super Mario Bros. 3 puede ser, sin lugar a dudas, uno de los «game changer» de la industria del videojuego. Introdujo muchos conceptos que a día de hoy siguen estando frescos como lechugas. Y también introdujo un ítem de leyenda: la hoja tanooki.
Que me aspen si no he pasado horas y horas trasteando el juego en forma de mapache. Quería llegar a todos los recovecos, encontrar todos los secretos, y la forma que me otorgaba la hoja me daba carta blanca para intentarlo. El verdadero poder en una sola hojita…
Cajas de Crash
La diversión puede depender de pequeños detalles, de decisiones que se toman en apenas unos segundos. Imaginad un día cualquiera de 1994 en las oficinas de Naughty Dog. Todo el mundo ahí diseñando una aventurilla plataformera para esa nueva moda 3D que había traído PlayStation. Pero parece que queda algo insulsa, no sé, como si le faltara algo. Y de repente…LA CAJA.
Y es que es imposible imaginar a nuestro amigo Crash sin su cajita de rigor al lado, bien repleta de ricas manzanas. La de estrategias que podíamos desarrollar con ellas y lo placentero que era destrozarlas. Todo un acierto, desarrollador que pensaste que sería una gran idea incorporarlas al juego.
Caparazón azul de Mario Kart
Además de tener el poder de romperte la crisma, el caparazón azul de Super Mario Kart rompe relaciones, amistades y familias enteras. Rebátemelo si te atreves.
Su poder básicamente reside en dar por saco. Se lo suelen dar a corredores que no tienen muchas opciones de ganar la carrera, y ellos, por LAS RISAStm, lo lanzan y le devoran la carrera al que se lo está currando y va primero. El troleo por el troleo, vaya. Es el objeto preferido de los que van segundos.
Estus de Dark Souls
El mejor amigo de los jugadores de Dark Souls, que pueden pasarse el juego sin armas, sin ropa e incluso sin mirar, pero no sin echar un traguito de estus de vez en cuando.
La poción de Asterix y Obelix es una tontería al lado de este riquísimo y suculento fuego embotellado, el cual podremos recargar siempre que descansemos en una hoguera.
La planta verde de Resident Evil
Probablemente, con permiso de la hoja tanooki y de los anillos de Sonic, es el objeto más icónico de la lista, y el más conocido por el gran público.
Protagonista de cientos de memes, este hermosa y pequeña plantita será capaz de curarnos en nuestro periplo contra la corporación Umbrella. El mejor remedio contra las mordeduras de no muertos. Probablemente en Capcom estaban «trabajando» con otra plantita cuando decidieron que un geranio enano plantado en una macetilla sería el objeto de curación principal.
Los plásmidos de Bioshock
El tridente Tenebaum/Suchom/Fontaine fue el responsable de investigar y plasmar (je) el poder del ADAM. Los plásmidos son mejoras genéticas que reemplazan las células normales por células madre capaces de convertirse en cualquier tipo de tejido por medio de una «recombinación» genética, proporcionando habilidades variadas.
Lo que nadie le contó a los pobres habitantes de Rapture es que su uso causaba adicción y les hacía perder la cabeza. Esto último no impedirá que, literalmente, matemos por conseguir todas las que podamos en el transcurso del juego.
La estrella de Grand Theft Auto
Cuando pensabas que no pasaría nada por atropellar a siete peatones y te cruzas con un furgón de la policía. Ahí, justo en ese momento, es cuando deseas poder toparte con el objeto que nos ocupa.
Una estrella que «limpia» automáticamente nuestra hoja de delitos y permite que podamos avanzar por el mapa del juego sin tener que andar tirando del freno de mano entre esquina y esquina.
La caja de Metal Gear
No podíamos terminar este repaso a los mejores objetos de videojuegos sin hablar de LA CAJA de Metal Gear. Su poder es el de hacer que el bueno de Snake pase desapercibido entre la maraña de enemigos que -casi siempre- le rodean.
Una simple caja de cartón que aumenta exponencialmente la diversión del momento. Los verdaderos expertos en el juego son capaces de hacer diabluras con ella, troleando a los guardias más duros de pelar. A Kojima hay que quererle por genialidades como esta.
Dejamos en el tintero, quizás para una segunda parte de este artículo, objetos tan molones como la armadura dorada de Ghouls’n Ghosts, la píldora gigante de Pac-man o la BFG de DOOM. Si vosotros también tenéis un ítem que os enamore, no dudéis en contárselo a nuestro CM en Twitter (@GuiltyBit)