Aunque parezca mentira, los beneficios de Konami registran un hito histórico: son los más alto jamás registrados.
Lo de Konami me parece algo más casi sobrenatural que tangible. Los últimos informes financieros de los japoneses son buenos; para ser más exactos, son muy buenos. Resulta que en el ejercicio fiscal que acaba de terminar, los beneficios de Konami han marcado un récord histórico. Jamás antes habían logrado cuajar tamañas cifras de dinero. De locos.
Cuando digo a que es algo casi sobrenatural me refiero a que no me lo puedo explicar. Este año no han lanzado ninguna entrega de sus sagas punta de lanza. Ni Silent Hill ni Castlevania han desfilado por las estanterías de las tiendas de videojuegos. Ni hablar de Pro Evolution Soccer, que ha evolucionado a otra cosa, ni de Metal Gear, que yo creo que está un poco fuera de juego.
Pero hablemos de números. Resulta que el beneficio operativo de Konami asciende a 74.400 millones de yenes y un beneficio neto de 54.800 millones de yenes. Esto supone un incremento de un 103% en el primer apartado y de un 70% en el segundo (36.6 y 32.3, respectivamente).
Revisando años anteriores, los beneficios netos nunca habían copado números tan altos. La cifra más alta se produjo en el año fiscal de 2019, con 34.2 millones de yenes. Le sigue 2021, el pasado, con 32.3. El más bajo registrado en su página web fue 2020, con 19.9 millones.
¿Y de dónde sale este dinero?
Konami tiene dos gallinas de huevos de oro que les han salido MUY rentables. Yu-Gi-Oh! Master Duel es un juego de cartas free-to-play pero con micropagos internos. Acumula 30 millones de descargas totales. Y luego está Momotaro Dentetsu, un juego que ha vendido más de 3 millones de copias en Japón, el más vendido de Konami allí. Ah, y no nos olvidemos de eFootball… Que algo… Ha… Conseguido…