Nuestros dos integrantes enfrentan una nueva opinión: ¿Son mejores los remasters o los remakes para el jugador? Contrastamos visiones de lo más variadas.
Recuperamos el ritmo de las tascas y hoy toca otro enfrentamiento en el ring de GuiltyBit. Si os quedasteis con ganas de reyerta tras el rifirafe sobre si Capcom debería o no hacer un remake de Resident Evil 4, preparaos. En esta ocasión, nuestro chuzas del Zagal y el chosco del Gallego debaten sobre si es mejor para el usuario revivir la experiencia de sus juegos favoritos mediante remakes o remasters. Ambos integrantes tienen opiniones muy contrastadas así que hoy me parece que van a saltar litros de sangre con las cachetadas.
Round 1 ¡FIGHT!
Lo que necesita la industria estos días es lanzar remakes, y no refritos. Bueno, necesitamos juegos nuevos, pero eso es otra historia.
El caso, acordaos de cómo empezó esta generación. La mayoría de juegos lanzados en PayStation 4 durante sus primeros meses de vida eran refritos. Juegos muy actuales, como lo fue The Last of Us, que recibió su versión remasterizada en PlayStation 4 al poco de haber salido en PlayStation 3. Una mejora gráfica y de fluidez, pero que realmente no pedía mucha gente.
Los remakes, en cambio, son otro rollo, y para ejemplo tenemos los actuales Resident Evil 2 y 3, y el tan aclamado Final Fantasy VII Remake. Estos remakes cogen al juego original y, manteniendo su esencia, le dan otra perspectiva, ya sea mejorando su jugabilidad, expandiendo su historia y actualizando a los estándares actuales juegos del pasado, como en el caso de los Crash, que si bien son juegos que se mantienen muy fiel al original, añaden cosas nuevas y están hechos desde cero, van mucho más allá de la simple mejora gráfica.
«Con los remakes, la diferencia será tal a tantos niveles que jamás se enterrará la versión original.»
Claro que siempre puede haber peros. El ejemplo de los Resident Evil Remakes y el del Final Fantasy VII Remake, son la representación más acertada de cómo debe ser un remake. Hay otros ejemplos que salen peor parados, como Metal Gear Solid: Twin Snakes, el remake de la aventura original de PlayStation 1. Es cierto que este juego mejora en jugabilidad y, obviamente, en gráficos al original, pero atenta directamente contra la esencia del mismo con unas cinemáticas ridículas de ver. Es un despropósito, sí, pero por suerte siempre tendremos el original ahí.
Y es esto, tener el original siempre presente, lo que añade valor a los remakes sobre los remasters. Con los remasters, la diferencia entre el original y la versión refrita va a ser mínima más allá del apartado gráfico. Y esto al final es restarle valor al lanzamiento del remaster más allá de mejorar la accesibilidad del juego original. Que oye, eso está genial, pero me sabe a poco.
En cambio, con los remakes, la diferencia va a ser tal en tantos niveles que jamás se enterrará la versión original, pues es un punto de vista totalmente diferente pese a que la esencia se mantenga. Y el ejemplo más sólido para esto es el ya mencionado Metal Gear Solid: Twin Snakes donde, por norma general, la gente rechaza el remake y se queda por el original, siendo el remake mejor juego, pero rompiendo la esencia de este.
Round 2 ¡THIS CANNOT CONTINE!
Lo siento, zagal, pero como purista (y pollavieja, en ocasiones) que soy, antes prefiero una remasterización que un remake. Con los remakes suelen pasar dos cosas: o salen tan rana que vas corriendo a jugar al original de nuevo o cambian tanto lo vivido en el original que ya los sientes como juegos nuevos, aunque sean muy buenos. Me pasó con Final Fantasy VII Remake y también con los citados remakes de Resident Evil.
Si queremos disfrutar de la experiencia original y entender porque muchos juegos se alaban tanto al día de hoy, lo que hay que tocar debe ser mínimo, siempre. En esto, las remasterizaciones hacen un trabajo excelente, actualizando solo valores gráficos necesarios como la resolución, o técnicos, como la fluidez. Lo que daría por jugar a día de hoy un Dino Crisis remasterizado, a 1080p, 60 fps y alguna que otra mejora sustancial para que el control responda mejor.
En cambio, si pienso en un remake, con la jugabilidad de los dos últimos Resident Evil, me da un jamacuco. Se perdería tanto la esencia survival al prescindir de los controles de tanque y los gráficos alcanzarían unas cotas tan altas de realismo que estropearían la magia de esa franquicia. No sé si me explico.
«Los remasters sirven para conocer que hicieron grandes a joyas del pasado.»
Además, si en algo estaremos de acuerdo es que el videojuego es un bien cultural que debe preservarse. En el arte o la literatura, también existen las remasterizaciones (la restauración en el primer caso, la siguientes ediciones en el segundo) pero lo que es un remake supone prácticamente una reinterpretación de la obra. Es innegable que la tecnología en los videojuegos avanza demasiado rápido y lo que hoy se ve guay a 1080p, mañana se verá borroso y necesitaremos verlo a 4 u 8k.
Por eso los remasters son tan necesarios. Yo a día de hoy no soy capaz de conectar mi vieja PSone o Super Nintendo y jugar, porque me dejo los ojos. En cambio, encender mi ordenador, arrancar mi biblioteca de Steam y jugarte, por ejemplo, Final fantasy VII HD te lo hago más contento que un cuco. Y tampoco olvidemos, hacer un remake supone un gasto infinitamente superior para una editora que una remasterización.
Es más probable poder disfrutar de ese juego de nicho que añoras de tu consola del pleistoceno mediante una remasterización (como ha sucedido recientemente con los Grandia) que a través de un remake con todas las de la ley. Que ojo, a mí eso que hicieron con Crash, Spyro o Medievil no me cuelan como remakes, esos son también remasterizaciones aunque hayan reconstruido su apartado gráfico de cero.