Los gritos de odio y amor hacia la nueva Xbox One no dejan de sucederse tras la presentación más bien escasa de Microsoft que montó un chiringuito en toda regla para usarlo durante apenas una hora. Pero una hora que no dejó a nadie indiferente. Ya puedas ser un sonier hater, sonier a secas, xboxer, xboxer hater, hater y punto o peceinómano, esta consola tiene mucho de lo que hablar, así que, para no enrollarnos aquí, os dejamos con las opiniones de nuestros culpables.
Microsoft, con Xbox One, deja claro que quiere jugar en otra liga, la liga del contenido multimedia. Xbox One no quiere ser una consola al uso, quiere instalarse en el salón de las casas y ser el referente televisivo y de entretenimiento. El videojugeo ha pasado a un segundo plano en detrimento de la interacción con series y películas. Tu madre usará Xbox One, tu abuela se divertirá con Xbox One, pero Microsoft corre -y asume- el riesgo de dejar de ser una videoconsola, para emprender un viaje sin retorno en pro de la conquista definitiva del salón. ¿Saldrá bien la apuesta? El tiempo lo dirá…
Microsoft lo ha conseguido: ha demostrado que es capaz de tener muy buenas ideas pero que no sabe aplicarlas. Encender la consola con la voz, una integración absoluta con la consola, menús perfectos… pero ¿televisión? Está bien para la idea que ha intentado transmitir: all in one. Televisión, juegos e internet en el mismo sitio. Perfecto. ¿Y los gamers? ¿Y la potencia? ¿Y los juegos?
Vale que esté ahí el E3 pero no me ha gustado esa demostración de «nosotros también vamos a nuestra bola». Una sesión de marketing en la que «mucho para los casuals, poco para los gamers» ha sido el tema. Deja de ser una consola para convertirse en la estación de entretenimiento definitiva. Y por desgracia funcionará a la hora de las ventas, aunque la gente no use todo eso.
Después de ver el evento de Xbox One, uno no puede evitar preguntarse ¿qué fue de la Microsoft de los 4 primeros años de vida de Xbox360? Aquella era una compañía que quería asentarse en el mercado del videojuego como debe hacerse, es decir, atrayendo a los verdaderos gamers con exclusividades rompedoras y ganándose el favor de las Thirds. Hoy ha quedado claro que aquella filosofía es ya historia.
El cambio de rumbo hacia el casualismo más absoluto que comenzó con Kinect se ha culminado con la presentación de esta… iba decir consola, pero esa palabra parece que ya no está en el diccionario de Microsoft así que lo llamaremos… ¿centro multimedia? Algunos calificarán este paso de Microsoft como visión, innovación o evolución pero para mí, el término es decepción.
Después de haber dejado pasar las horas y teniendo la mente fría, dejo aquí mi opinión sobre lo que ha sido la presentación de Xbox One, el todo en uno de Microsoft. Y digo esto porque lo de que una consola sea única y exclusivamente para jugar ha pasado a mejor vida, algo que no tiene porque ser malo si no dejas de lado la esencia para lo que has sido concebida, cosa que sí ha hecho Microsoft en este evento. Como parte de la prensa especializada en el videojuego, no puedo mirar con más indiferencia la presentación. No se han centrado en nosotros, no iba dirigida a este sector, por lo tanto es obvio que los pocos anuncios de juegos que se han presentado sepan a poco. Microsoft tiene y debe remontar esto en el E3, o habrá cavado su propia tumba.
Ayer no se presentó una consola sino que, otra vez, presentaron un cacharro multimedia en el qué también se puede jugar. Y digo esto, porque apenas enseñaron juegos y se centraron básicamente en todo lo que se puede hacer con la consola como Skype, ver películas, reconocimiento de voz… Algo que en mi opinión es secundario en un aparato que en teoría sirve para jugar a videojuegos.
En cuanto a políticas, las dos que mostraron me parecen de lo peor, vetar juegos de segunda mano o prestados, qué pasa ahora también es delito re-comprar o que te presten un juego… Y bueno la retrocompatibilidad, la podrían haber mantenido porque esto es como todo, seguramente todos aquellos que tengan la Xbox 360 se pillarán esta.
En fin, solamente queda esperar al E3 para saber qué consola elegir, si la cosa que presentó Sony o la mesilla de noche que presentó ayer Microsoft. La verdad, ninguna de las dos me ha llamado la atención por el momento, eso sí, espero que después del E3 la cosa cambie, sino le van a dar un poquito a la next-gen.
Xbox One, el Anillo Único de Microsoft, una consola para gobernaros a todos: televisión, aplicaciones y videojuegos. Esto, que a priori parece la fórmula secreta de la pócima de Asterix, tiene un par de puntos oscuros:
A) Bloqueo de la segunda mano: No conocemos los detalles, pero a nada que el bloqueo sea agresivo. las grandes cadenas de tiendas van a tratar de hacerle la zancadilla como puedan, y con razón.
B) Lo mostrado ha sido tan, tan, tan, tan, tan, tan continuista respecto a lo que tenemos bajo el televisor, que no emociona.
Habrá que ver el catálogo y espero tragarme mis palabras entonces.
PD: ¿Kinect? ¿Otra vez?
En tema de presentación de consolas, Microsoft llegó, vio y venció. Cierto es que después de la presentación de PS4 el listón estaba muy bajo, pero ni aún así los de Redmond han bajado el nivel. Han mostrado todas las características que tendrá la consola y que son el futuro. Las personas han fantaseado con el hecho de controlar la tecnología con movimientos y con voz, tal y como muestran cientos de películas o libros de ciencia ficción. Ahora eso es posible y nos permite interactuar con la consola y la televisión de maneras que hace unos días no podíamos ni imaginar.
¿Juegos? No era el lugar para ello, ya que el E3 está a la vuelta de la esquina. Han mostrado lo justo, con Forza, los juegos deportivos de EA y COD: Ghosts. No obstante, han dicho que solo en el primer año de vida de la consola llegarán 15 juegos exclusivos, de los cuales 8 son nuevas IPs. Es agradable ver que no han estado perdiendo el tiempo en estos meses.
Las comparaciones son odiosas, pero estando tan cerca esta presentación de la de PS4 no se puede evitar. ¿Quién ha ganado? Claramente Microsoft con su Xbox One. No solo ha mostrado más de lo que mostró Sony, sino que lo que ha mostrado es mucho más revolucionario e interesante. Como dije en Twitter, esta generación mi casa será verdiblanca con las consolas de Nintendo y Microsoft.
Después de la presentación de Xbox One, ya sabemos que podremos ver la televisión (para lo cual ya tenemos telvisión), hablar por Skype (lo cual ya podemos hacer con un PC y con… PS Vita) y manejar la interfaz de la consola haciendo tai chi frente a la pantalla. Eso sí, hay que reconocerle una cosa a Microsoft, y es que ya avisó que presentaría la nueva generación de televisión y entretenimiento, y eso es precisamente lo que hizo: una conferencia de una hora en la que la mitad se dedica a tonterías, centrada única y exclusivamente en el público estadounidense (acuerdo con la NFL) y presentando una serie de servicios que como no tengas una conexión a internet fuera de lo común en nuestro país, no te sirven absolutamente para nada.
¿Y en qué lugar queda Xbox One como consola de videojuegos? En uno muy pobre, sin aclarar nada acerca del «always online» (la decisión será de los desarrolladores), capando la segunda mano de una manera absolutamente miserable y sin presentar nada sorprendente: un previsible Forza 5, un Quantum Break del que no se vio nada y cerrando la conferencia con un multiplataforma, que para más inri es un Call of Duty. Y aún quedan dudas: con Kinect de serie, ¿se verán los desarrolladores en la «obligación» de incluir funcionalidades para el periférico en sus juegos? En resumen, ayer Microsoft anunció Xbox One, pero lo que vendió fueron PCs y PS4.
La conferencia de Microsoft donde se ha desvelado Xbox One, al igual que la de Sony en su momento, se trata de una conferencia dividida en dos partes que, en el caso de los americanos, están bien diferenciadas. Bajo mi punto de vista, ayer se centraron en presentar la parte que no se enseña nunca de la consola: los añadidos al sistema de juego. Posteriormente, en el E3 veremos la parte que los gamers estamos esperando: la de los videojuegos. Por eso no os penséis que la compañía se ha olvidado de nosotros. Para nada.
La evolución hacia algo que sea capaz de hacer más que reproducir juegos es más que lógica y viendo que el camino de Nintendo ha sido un éxito, las otras compañías han decidido hacer lo mismo aunque manteniendo un ligero punto de unión que será el de los videojuegos, pero abriendo el abanico mucho más allá. Sin embargo todo atisbo de simpatía hacia la compañía desaparece con una velocidad pasmosa tras conocerse los detalles del código único que destruirá el mercado de segunda mano mientras ellos mismos se aprovechan de lo que queda de él.
Así pues, aunque al principio me decantaba por Microsoft, si esto sigue adelante y no rectifican Xbox One posiblemente se quede en la estantería de su almancén, al menos, durante mucho tiempo.
Por motivos laborales no he podido plasmar esta opinión hasta casi 24 horas después de la presentación, y menos mal que no he podido… porque he tenido que rectificar mi punto de vista. Ayer iba a criticar que estamos ante una consola de VIDEOJUEGOS y ayer nos vendieron un centro multimedia, pero después de conocerse los entresijos o «trapos sucios» que, por supuesto, no se presentaron en sociedad, cambio el enfoque de mi opnión.
Me parece perfecto que os guste tener un centro multimedia, con un Kinect obligatorio, con poder hablar con tu madre por skype mientras ves la televisión. Pero nos olvidamos que lo importante de por qué me voy a comprar una Xbox es porque quiero jugar. Como no vimos prácticamente nada de a lo que podremos jugar… pues nos tocará esperar al E3. ¡ALTO AQUÍ! El vicepresidente de Microsoft termina de comentar que la segunda mano llevará un trato especial… como que el juego que compres, tendrás que ligarlo a tu cuenta (usando internet) y solo lo podrás jugar con tu cuenta. ADIÓS a prestar los juegos, ADIÓS a vender MI JUEGO (que para algo lo he pagado), ADIÓS a mi libertad. ADIÓS Microsoft. Mucho vas a tener que matizar estas últimas declaraciones para remontar lo que habéis comenzado…
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