El Libro Blanco del tejido empresarial español apunta a un dato muy bueno: el crecimiento de la industria española de videojuegos fue de dos dígitos en 2016.
El sector productor de videojuegos españoles facturó en 2016 617 millones de euros, un 21 % más que 2015, e incrementó su plantilla un 22 %, alcanzando los 5.440 profesionales, según revela el Libro Blanco del desarrollo español de videojuegos en su edición 2017. Por tanto, el crecimiento de la industria española de videojuegos está más que consolidado y ya es una tendencia clara.
La patronal DEV, que agrupa a las empresas del sector, aseguró en la presentación del Libro Blanco que «este es un año de consolidación». Buena muestra de ello es el ratio entre ingresos y empresas. En 2015 DEV contabilizó 480, pero en 2016, la cifrá ha bajado a 450. A pesar de eso, la facturación ha subido un 20%, por lo que se ha ganado en eficiencia. DEV señala, además, que entre sus afiliados y colaboradores hay 130 empresas a la espera de constituirse.
Sin embargo, el sector sigue teniendo retos. La mayor parte de las empresas siguen concentradas en Madrid y Barcelona. Por otro lado, de esas 450 empresas, el 47% tiene menos de 5 empleados, y el 68% tiene menos de 10. Además, falta mucha cultura empresarial entre los creadores de videojuegos pues no logran captar financiación, como si pasa en otros sectores. Según los datos de DEV, el 91% de esas 450 empresas se financia a través de sus socios fundadores. O lo que es lo mismo, no reciben inversión de terceros. Y además, aunque en los últimos años hayan florecido las líneas de ayudas al videojuego, lo cierto es que el 76% de las empresas no ha recibido ningún tipo de financiación de origen público.
DEV también destaca una gran paradoja. Hay gran cantidad de titulaciones de videojuegos pero las empresas tienen dificultades para encontrar profesionales con formación adecuada.