No solo de premios vive últimamente Ken Levine, tras maravillar a algunos y decepcionar a otros, con uno de los juegos más comentados del año, Bioshock Infinite, ahora parece que el creativo mira hacia nuevas metas. Al parecer, está bastante cansado de pegarse 5 años de curro intenso para que luego, nosotros solo dediquemos unas horas a terminar el título y aparcarlo en la estantería, vaya, que quiere que su nuevo juego sea más rejugable.

En una entrevista ha declarado sus intenciones de cambiar ese estigma que últimamente se ha ganado a base de pulso, todo hay que decir:
El próximo desafío no es una historia en particular, es algo más que un desafío. Una cosa que lo hace más difícil es que la narrativa no es muy rejugable. Ando dándole vueltas a este experimento en mi cabeza sobretodo de lo que, técnicamente, se puede hacer a partir de un desarrollo y diseño que se basa en ir a un punto para hacer de el una narrativa mucho más rejugable y mucho más dinámica.
Vamos a darle ánimos al amigo Levine, tiene una difícil tarea por delante desde luego, y esta vez no le podrá echar la culpa al desfase tecnológico de las maquinas sobre las que desarrolle su estudio.
Fuente: Vg247