Ken Levine, el creador de Bioshock, ha vuelto a hablar un poco sobre su nuevo juego y, en concreto, de las influencias que está teniendo. Todavía no ha enseñado nada, que es lo que realmente importa, pero bueno. Ya va quedando menos para ese momento.
Levine reconoció durante un streaming que estaba teniendo influencias de muchos juegos diferentes. Aunque es difícil determinar donde termina la influencia y empieza la originalidad, Levine sí que dio unos cuantos nombres: Dark Souls, Falloout, Sombras de Mordor o System Shock. Incluso mencionó otros como Dying Light o Civilization (que yo creo que pegan menos con el tipo de juegos que suele hacer, pero bueno).
El streaming en cuestión estaba impulsado por una organización benéfica llamada Take This. Y Levine acudió porque precisamente el fundador de Take This es Russ Pitts, un periodista de videojuegos estadounidense con mucha trayectoria en medios como Polygon o The Escapist. Si tenéis tiempo y ganas, echadle un ojo a sus reportajes porque son de lo mejor que podréis leer.
Sobre el nuevo juego de Levine, culpables, ya sabéis que será mucho más pequeño que sus anteriores trabajos. A pesar de eso, sí que se ha afirmado que será de mundo abierto, aunque a menor escala que si fuera un triple A.
Fue un auténtico palo que Irrational Games decidiera despedir a casi toda su plantilla tras terminar Bioshock Infinite. Aunque si finalmente Levine acaba haciendo un juego realmente único y original, pues habrá que aplaudirle por haber podido salir de la vorágine que son los desarrollos triple A.
Fuente: Gamespot