Juegos que pusieron al límite a sus respectivas consolas

Poneos el casco de viajar en el tiempo. Hoy nos vamos de paseo al pasado y recordaremos algunos de los juegos más potentes de consolas antiguas.

Me encanta, de cuando en cuando, echar la vista atrás y ver lo que nos han ido deparando las anteriores generaciones de juegos. Observar cómo ha ido avanzando nuestro querido mundillo y reflexionar sobre juegos que hoy nos pueden parecer simplones, pero que en su día fueron el techo técnico de los sistemas en cuyos circuitos corrían. Hoy, en definitiva, os voy a hablar de algunos de los juegos más potentes de consolas antiguas. Pequeñas joyas que hace unos años eran lo más de lo más. Pienso dividir el artículo en, al menos, dos entregas, y el de hoy irá desde las máquinas más conocidas de 8bit hasta los sistemas de 32bit.

Hablemos de los juegos más potentes de anteriores generaciones

Como siempre que hago una revisión, un top o una recopilación, no me gusta dejarme llevar por datos fríos, sino que me dejo influir por mi propia vivencia y por lo que me hizo sentir ese tema en concreto en su momento. De algo me tendrá que valer ser ya un gamer viejuner, ¿no? También quiero dejar constancia de que he elegido algunos juegos que quizás no fueran el top más top técnico de la vida de esa máquina -otros diría que sí lo fueron-, pero sí el que puso el listón más alto en menos tiempo, algo que creo que tiene casi más mérito. Comenzamos el repaso a estos juegos que pusieron al límite sus respectivas consolas.

Alex Kidd in Miracle World (Master System – 1986)

Ya sabéis que este juego es uno de mis predilectos, y siempre lo intento colar por aquí y por allá. No podía dejar pasar la ocasión de meterlo como uno de los juegos más potentes de Master System. Atención, la consola vio la luz en el año 85 en Japón, y el bueno de Alex ya estaba percutiendo sus circuitos en el año 1986, siendo uno de los juegos que mejor lucieron en toda la historia de la máquina, que se extendió hasta 1996.

Estaré de acuerdo con vosotros si me habláis de algunos juegos Disney muy top de la 8-bit de SEGA, como Aladdin o Castle of Illusion, pero os lo rebatiré diciendo que Alex llegó muuuucho antes y no tiene nada que envidiar. Gráficos poderosos y coloridos, un sistema de juego ciertamente innovador en algunas cosas y una banda sonora que seguro que a día de hoy todavía silbas, ¿a que sí?

Super Mario Bros. 3 (NES – 1988)

NES fue otra de las consolas que más títulos serigrafió en la memoria de muchos cuarentones. Tenía una barbaridad de títulos, siendo muchos de ellos verdaderas obras de arte. Pero ninguno transmitió esa sensación de músculo jugable y gráfico como Super Mario Bros. 3.

Sentó las bases de los juegos de plataformas de ayer y hoy, dejando conceptos que todavía se utilizan en los desarrollos actuales. Juégalo ahora mismo y dime si no sigue estando «fresquísimo». Pues eso.

Dynamite Headdy (Mega Drive – 1994)

Aquí me pasa un poco como con Alex Kidd. Sé que probablemente, por potencia y año de llegada, Virtua Racing se llevaría la palma en muchos tops similares, ¡¡pero no en mi guardia!! Si echo la vista atrás y pienso en una desarrolladora que exprimiera a tope a mi querida Mega Drive, solo puedo pensar en Treasure. Casi cualquiera de sus lanzamientos hacían que la consola echara humo, perpetrando verdaderas diabluras que hacían palidecer a muchos buques insignia del todopoderoso Cerebro de la bestia de la competencia.

Pensad si no en Gunstar Heroes, Alien Soldier o el que para mí es el mejor de todos, Dynamite Headdy. Una impresionante matiné de marionetas que nos pegaba al asiento mientras nos lanzaba originales actos, a cada cual más vistoso y espectacular. En serio, muchos no sabíamos que nuestra consola podía hacer esas cosas…

Wario Land 3 (Game Boy Color)

Cuando salió este juego yo ya vivía en un colegio mayor universitario, y recuerdo con cariño dejar de lado el estudio para sumergirme en este juego, que te invitaba a rejugarlo una y otra vez para conseguir todos los tesoros que se escondían por su mapeado. Un verdadero juegote que por un momento te hacía olvidar que te estabas dejando la vista en un Game Boy Color.

Tremebundos gráficos, gigantescos sprites, música gamberrona y un Wario lleno de personalidad y ñardería. Ojalá poder jugarlo de nuevo por primera vez.

Sonic The Hedgehog Triple Trouble (Game Gear – 1994)

Supongo en que todos estaremos de acuerdo en que la SEGA Game Gear era un pedazo de consola. No muy robusta y con menos autonomía que un Tesla a 300 por hora, pero una gran máquina en lo que a juegos y potencia se refería. A caballo entre la Master System y la Mega Drive, nos dejó una verdadera cantidad de juegazos. Es difícil quedarse con uno, pero me he decidido por un exclusivo que nos hizo quitarnos el sombrero.

Me refiero a la aventura Triple Trouble de Sonic el erizo, en la que el echidna ÑAQUETS -así lo pronuncia mi querido compañero Cardona-, caía bajo el influjo del maquiavélico Robotnik (¿Quién es Eggman?). Gráficos espectaculares, jugabilidad made in Sonic y una robustez técnica que le aúpan al Olimpo de juegardos de Game Gear.

Gran Turismo (PlayStation – 1997)

Cuando tu juego lo compran más de ONCE millones de personas y tiene una media de 95 de puntación, es que has hecho algo muy grande. Yamauchi lo consiguió, puso de acuerdo a propios y extraños desarrollando algo único en ese momento; un videojuego de coches muy realista, completo y maduro. Si os paráis a pensarlo, a día de hoy GT7 sigue tieando de las bases que fueron establecidas en la primera entrega, y eso solo nos lleva a pensar que Gran Turismo fue un auténtico visionario.

Increíble cómo se veía en aquel momento, lo realista que nos parecía todo y lo importantes que nos sentíamos consiguiendo las licencias que nos permitían acceder a nuevos vehículos.

Hasta aquí la primera parte de este repaso a los juegos más potentes de consolas antiguas, títulos que frieron los circuitos de las consolas en las que salieron. Si sois buenos y le dais amor al artículo por las redes sociales (os vigilo), pronto os dejaré una segunda parte, que abarcará la etapa que va desde los 64 bits hasta la actualidad.