Las cosas de palacio van despacio. Pero aunque la acción se reduzca al final del episodio, este Juego de Tronos 7×02 tiene bastantes sorpresas.
Lo que se espera de una serie como esta es que nos deje con la boca abierta. Que no sea predecible. Queremos no saber qué va a pasar de ahora en adelante. Y por el momento cumplen un poco a medias. Juego de Tronos 7×02 nos da una de cal y una de arena, pero en ambos casos salen ganando. Están sabiendo cuándo darnos lo que queremos y cuándo lo que no.
Una vez que ya sabemos dónde está cada personaje principal, ahora toca ver a los secundarios. Los Arena, los Tyrell (o lo que queda de ello) y los Tarly, así como alguno que otro por ahí perdido han hecho aparición hoy. De esta forma, a la vez que nos meten algo de sorpresas por el camino, cerramos el plantel con el capítulo de hoy.
Jon y Daenerys
Eso de que Jon y Daenerys van a acaban reuniéndose es algo de lo que estamos completamente seguros. Y más les vale que así sea, porque llevamos siete años esperándolo. Además, tras el tráiler de la Comic-Con no es ningún secreto. Es más. Podríamos decir que es el gran aliciente de esta temporada.
Para que todo esto sea un poco más lógico y menos forzado, los guionistas de la serie nos han hecho una alineación de astros para que la cosa fluya. Por un lado el vidriagón, que le ha dado sentido a la historia de Sam. Por otro, la llegada de Melissandre a Rocadragón. Dos elementos que han forzado a que estos dos individuos se crucen en sus respectivos caminos como aliados. O eso esperamos.
La laguna que nos queda en estos momentos es precisamente la de la sacerdotisa roja. ¿Cómo ha llegado hasta allí? ¿Ha sido alguna de sus visiones? La última vez que la vimos no estaba precisamente en su mejor momento de ánimos. No es que pensase que iba a desaparecer de la serie, pero poco más le daba en ese estado.
Ahora parece que ha resurgido de sus cenizas. Sigue buscando lo mismo, a su príncipe o princesa (y ojo al momento me gusta de Daenerys sobre la traducción, muy bueno). y sigue emperrada en que es Jon Nieve… aunque ahora se centre en la madre de dragones.
A algunos les parece algo forzado este encuentro. Y no les quito razón. En un solo episodio hemos pasado de no tener casi constancia el uno del otro a ponerse de camino a hacer las paces como buenos amiguitos. Sin embargo hay que tener en cuenta que el ritmo de la serie ha aumentado drásticamente. Los tiempos de viajes se han suprimido para pasar directamente a la acción. Ya no tenemos momentos eternos entre encuentros. Ahora directamente ocurren.
Entre el encuentro de Melissandre y Dany y la recepción de Jon del cuervo de Rocadragón pasan segundos. La escala de tiempo es ahora distinta. Y eso se nota para bien en estos temas, pero para mal en otros.
Las lenguas poco afiladas
Tanto Cersei como Daenerys como Jon se están preparando para la guerra. Todos buscan aliados en donde los puedan encontrar. Y justo en medio de estas uniones de fuerza, la serie nos vuelve a mandar a cada uno por su lado.
Todo esto nos está dejando unas escenas interesantes donde la tensión se nota. No sabemos muy bien por dónde van a salir los tiros y quién va a ayudar o traicionar a quién. Sin embargo hay algo que sí que echo, y mucho, de menos. Y son esas conversaciones tan geniales que había en su momento.
Juego de Tronos siempre ha sido de engaños. Siempre hemos visto conversaciones con dobles, triples y más sentidos. Si no, acordaos de esa charla entre Tywin Lannister y Ollena Tyrell en la que la reina de espinas se impuso sobre la mano del rey. O las miradas y gestos entre Cersei y Margaery. Todo esto ha desaparecido y ha dado pie a cosas más simples y directas.
Quizás sea por el ritmo que lleva ahora la serie o quizás por la cantidad de tramas y personajes que hay que ir cerrando. Incluso puede que sea por el enorme respeto que le tengo a Ollena en los libros y en la serie, ya que es uno de mis personajes favoritos. Pero lo cierto y verdad es que ahora mismo es la sombra de lo que fue.
Directa siempre ha sido, pero sus palabras eran más medidas y con más intenciones. Ahora le habla a Daenerys con mucha simpleza y sin preocupaciones. Sus intenciones son muy claras y apenas dan pie a la sorpresa.
Lo mismo pasa con las serpientes de arena. Nunca han sido especialmente tácticas y disimuladas, pero hoy han tenido aún menos tacto del que esperaba. Demasiado directas y con poca gracia.
No es que haya estado mal. Es que esperaba más tensión y mucho más lenguaje no verbal. Y no lo he visto.
Los preparativos de guerra
Si hay algo de lo que estamos seguros en esta temporada es que va a haber gran batalla. Y además una a una escala nunca vista en la serie. Para llegar a ese final tendremos que ponernos las pilas con las alianzas y los ejércitos. Hoy Juego de Tronos nos ha puesto muchas cosas en bandeja… y luego nos ha dado una patada en el estómago. Ha sido un buen movimiento.
Daenerys busca sus aliados en los enemigos de Cersei. Y lo busca confiando ciegamente en los consejos de Tiryon Lannister, su mano del rey. No podemos decir que no sea un chico listo. Lo ha demostrado varias veces a lo largo de la serie. Sin embargo el movimiento de mandar los barcos a Roca Casterly no nos termina de convencer del todo. Al lado tienen a Pyke… y nadie los ha mencionado.
Ese ha sido su error fatal. Y es que parece que a ninguno se le ha ocurrido acordarse de que Euron Greyjoy tenía una flota de barcos un pelín grande acechando cerca de desembarco del rey. Evidentemente, el resultado ha sido obvio y la cosa nos ha sentado un poco mal. Sobre todo a los que apoyamos a nuestra querida Daenerys.
Por cierto, hablando de otra cosa que nos ha dejado pizcuetos. Que no nos toquen a los dragones, por favor. Les tenemos cariño. Ese arma que está preparando Cersei puede hacer pupa a nuestros niños…. y ya me estoy viendo una escena en el futuro en el que Dany llora sobre alguno de sus dragones moribundos tras hacer un sacrificio por salvarla. Y no. No quiero.
El regalo de Euron es… la flota de Pyke
La semana pasada nos preguntábamos cuál sería el regalo que Euron le quería dar a Cersei para que confiase en él. Nos planteamos muchos, como la posibilidad de ver el Cuerno de Dragón, que no ha aparecido, o incluso de que apareciese el bastardo de Robbert, Gendry.
Pero al final resulta que no es ninguno de ellos. El regalo de Euron es eliminar la flota de los barcoluengos de Daenerys antes de que lleguen a atacar. Y por el momento lo ha conseguido. Además tiene como prisioneras a Asha Geryjoy y a Ellaria Arena.
Este movimiento ha dejado a Daenerys sin Dorne, por el momento. No tenemos barcos para traer el ejército a asediar Rocadragón junto a los Tyrell. Y de paso, tampoco para llevar a los Inmaculados a tomar Roca Casterly. SU plan se ha venido un poco abajo en estos momentos. Así que ahora la pregunta es ¿cómo moverá ficha?
Sin su flota para atacar el oeste de Poniente, le queda o tomarla de los Greyjoy o atacar, tal y como quiere Cersei, Desembarco del Rey. Sea cual sea la salida, la cosa se pone un poco chunga para la reina. A ver qué es lo que le propone Jon y que sale de esa unión.
Lo que sí que tenemos que admitir es que el papel de Euron es el que más sale ganando de todos. Es un soplo de aire fresco a una serie en la que todos hablan con tanta pulcritud. Ver a este loco ayuda a romper con lo demás de juego de tronos. Sobre todo en la guerra.
Los Stark reunidos… y separados
Otro de los momentos que nos ha gustado de la serie es en el que Arya decide ir al encuentro de su hermano en el norte. Llevamos siglos esperando que los Stark que quedan se reúnan. Pero justo cuando parecía que iba a ser así, se vuelven a separar.
Bran anda en el Muro y no sabemos qué anda haciendo. Arya va de camino a Invernalia a juntarse con su querido Jon Nieve. Pero este ya va hacia Rocadragón. En su lugar, a la que se encontrará en el trono como reina del norte (suplente) es a su hermana Sansa. ¿Cómo será el reencuentro?
Nunca se han llevado precisamente bien estas dos. De hecho, Sansa siempre culpó a Arya por la pérdida de Dama y esta le echaba en cara que apoyase a Jeoffrey en su momento. Pero ahora las cosas han cambiado. Sansa es más lista (o eso parece) y Arya se ha curtido en batallas. No sé cuál de las dos es más penita. Pero ambas se necesitan la una a la otra como el jamón al pan con tomate.
Pero Arya ha protagonizado otro momento… curioso, el de los lobos. Todo parecía indicar que ese gran lobo, ese huargo, era Nymeria. ¿Quién si no? En los libros no se le llega a ver después de que Arya la obligase a irse para protegerle la vida. Pero sí que se menciona que hay una gran loba que ha unido a todos los lobos de la zona y ha hecho una manada letal.
No es que pensase que el reencuentro fuese a ser el más cariñoso del mundo. Pero tampoco me esperaba que le diese la espalda así. Posiblemente volvamos a ver a Nymeria que, junto a Fantasma, es el único huargo que queda. Pero la frase que dice Arya al final del encuentro nos ha dejado rayados: no eres tú.
¿Se referirá a que no es Nymeria o a que ha cambiado? La loba se va sin atacarla y con toda su manada. Evidentemente le está permitiendo vivir. Pero porque la reconoce o porque hay otra loba, más grande, que se lo ha prohibido.
Espero y creo que vamos a volver a verla en un futuro. Pero por ahora, como siempre, toca esperar.