Juego de Tronos ha entrado con fuerza en la sexta temporada, y o aseguro que no es porque ahora conocemos menos de lo que se nos viene encima. La razón es porque el ritmo es endiabladamente mejor que el de la quinta temporada, y punto. Bueno, por eso y porque muere hasta el apuntador en este segundo capítulo, llamado Home.
Si el primer episodio de la temporada nos ayudó a ponernos un poco en situación, en esta ocasión nos vamos a poner las botas viendo sangre, destrucción y cosas de esas de las que nos molan.
Sobre todo me ha sorprendido una cosa curiosa, y es el regreso a las Islas del Hierro, una zona que teníamos bastante abandonadas y en la que los acontecimientos del quinto libro tenían una presencia importante. Parece que los guionistas han decidido coger todos los acontecimientos de los Greyjoy que ocurren desde que muere Renly hasta el momento, y condensarlos en una sola temporada.
Originariamente, Balon Greyjoy, el rey de las islas, muere cuando Melisandre hace el conjuro con la sangre de reyes para matar a los falsos reyes. Renly Baratheon muere por sus hechizos, Jeoffrey Baratheon muere envenenado por la reina Olena, Robb Stark cae en la Boda Roja y, Balon Greyjoy se cae por un puente en una tormenta en su castillo.
Como en la serie eso ni se había mencionado, han decidido meter a un nuevo personaje, el hermano del rey, como personaje principal de esta nueva trama y con un curioso protagonismo en la «caída» del propio Balon. Veremos a ver cómo resuelven los acontecimientos que ocurren posteriormente, sobre todo con Asha, aunque todo pinta que se va a encontrar con su hermano en algún momento de la historia, tal y como ocurre en los libros.
Y es que hablando de hermanos, Theon decide volver a Pyke para vete tú a saber qué tras recapitular y confesar en que ha tenido más malas decisiones que buenas en lo que a su traición a los Stark se refiere. Al final nos va a caer bien el muchacho y todo.
Como os digo, seguramente acabe encontrándose con Asha y protagonizando algún tipo de convulsión en Pyke que nos dará algo de qué hablar.
Pero sigamos en el Norte, que es donde está la chicha de este capítulo. Invernalia también es el escenario de un par de sorpresas bastante interesantes, como dos las muertes, las de los Bolton. Aquí veremosque Ramsay vuelve a demostrar que es capaz de llegar a ser, al menos, tan odioso como el propio Jeoffrey Baratheon. Sinceramente, Iwan Rheon, el actor que da vida al personaje, está bordando un papel que se antojaba bastante complicado.
La muerte de Lord Bolton nos pilla de sorpresa, pero la escena de Walda Frey en las perreras nos enseña la sangre fría que, por si a alguno se nos había olvidado, tiene este individuo.
Otro que hace, por fin, acto de presencia, es Bran, aunque un poco bastante crecidito. Vamos, que le ha sacado unas cuantas cabezas a todos los que se le pongan al lado. Sin embargo, y pese a ser un personaje que tiene mucha importancia en la trama, la serie no es capaz de captar ese carisma que tiene en los libros. Sus escenas son muy inconexas, parece que carentes de sentido, y de no ser porque empiezan a encauzar un propósito, le pasaría lo mismo que a Arya.
Y es que el hecho de dejarnos ver el pasado de los Stark a través de los ojos de Bran seguramente nos va a llevar a ver los orígenes de Jon Nieve y a descubrir lo que todos pensamos en realidad: que es hijo de Lyanna y de Rhaegar.
Eso le da ese toque de interés a la historia de Bran que, como os digo, no tiene la de Arya. La muchacha sigue ciega en sus calles y pese a que hoy veremos un pequeño cambio, sigue sin ser suficiente para intentar saber a dónde se dirige. Sus escenas son lentas, cansinas y repetitivas, muy lejos de lo que podemos ver en los libros, algo que pasa también con Desembarco del Rey, que continúa con su particular lucha de poderes, aunque sin darnos demasiado para entretenernos más allá de un enfrentamiento verbal entre Jaime y el Gorrión Supremo.
Por suerte, el capítulo alberga dos grandes sorpresas en su interior. La primera es la relacionada con los Drgones y Tyrion, que nos va a dejar con la sensación de tener de nuevo al viejo Tyrion, el que mola, el chulo, el listo y el arriesgado en escena.
La segunda ya os la podéis imaginar y cuidado que viene el gran spoiler de la semana: Jon Nieve vuelve a la vida. Sí, no es una sorpresa, pero ahí está. Lo que sí que es sorprendente es la actitud de Melissandre. Nos vamos a encontrar con una mujer derrotada, abatida y destrozada, muy lejos de la sacerdotisa segura que hemos visto hasta ahora.
¿Conseguirá este conjuro ayudarla a recuperar la fe? Y sobre todo, ¿qué hará Jon Nieve ahora? ¿Seguirá siendo el Lord Comandante o, ahora que ha muerto, está libre de sus obligaciones como Guardia de la Noche? Esto se nos pone interesantes, sobre todo porque Ramsay piensa cargar contra el Castillo Negro, que es a donde se dirige Sansa y cerca de donde está Bran. ¿Veremos por fin la reunión de hermanos?
Hay muchas dudas y muchas ganas de ver el siguiente capítulo y entre ellas están Sam, que no sabemos dónde anda ni qué está haciendo, y Daenerys, que no ha salido en este capítulo. Veremos a ver el tercero, que promete bastante.