Son pocos los capítulos de esta temporada de Juego de Tronos que consiguen hacerte contener el aliento, sin embargo, en esta ocasión, síque tengo que admitir que vamos a ver unos cuantos de esos momentos aunque el episodio en sí vuelva a tener luces y sombras.
La primera parte de la acción se centra en el Muro, donde Jon tiene que partir hacia Más Allá del Muro para cumplir su acuerdo con Casaca de Matraca y traer al pueblo libre a las tierras bonitas y majas, sin embargo, esto deja al pobre Sam un poco vendido ya que Alliser Thorne es el que se queda al cargo y no va a mover un solo dedo por ayudarle. Eso sí, el hombre ha dicho una única frase interesante en toda la temporada, y ésa ha sido la de hoy.
Los guionistas nos dan una de cal y una de arena en este caso ya que si bien ya le llega la hora a un personaje que en los libros es bastante querido, más que nada por su afabilidad, luego nos obsequian con una escena de sexo. Pero mira qué graciosos son, que cuando no se trata de un tío buenorro, o una chica potente, no se ve una sola teta. Las carnes flácidas están prohibidas. ¡Discriminación!
El otro punto del Norte es, cómo no, Invernalia, con una Sansa un poco despeinada aunque no precisamente porque se lo haya pasado bien la última noche… o ninguna de las anteriores. Ramsaysigue dejando ver su lado más loco y, por su parte Theon ¡perdón! Hediondo, el más despreciable.
Hay que decir que, tras la muerte de Jeoffrey no habíamos tenido a un personaje tan odiado en la serie, sin embargo, este Ramsay Bolton es, sinceramente, un buen candidato al puesto que dejó el ya muerto rey de Poniente. Sin embargo, este afán por hacerlo súper malvado y despiadado, que lo es, no hace más que inclinarme a pensar que le queda poco en la serie.
La combinación del frío del Norte y los acontecimientos a sus protagonistas la verdad es que consiguen darle un bonito toque de desesperación al capítulo que no tiene desperdicio. Y ya cuando llegamos a la parte de Stanis es cuando nos caemos de espaldas al suelo. Si las anteriores tramas han cambiado bastante la historia, aunque algunas cosas van confluyendo poco a poco, la del último Baratheon es, por así decirlo, otra ida de olla.
En medio de una tormenta de nieve, con su ejército siendo cada vez más esquilmado (y esto es parte ya del sexto libro), Melissandre tiene una propuesta bastante cruel que hacerle al supuesto monarca: usar a su hija como sacrificio para el dios y así alzarse con la victoria.
Esto nos hace encajar ahora perfectamente el momento “papi quiere a hija” que vimos en los últimos episodios cuando el Baratheon le cuenta a la pobre muchacha sobre cómo superó su enfermedad y lo mucho que la quiere. Stanis serás un sosos de narices e incluso un poco tontito, pero no hasta el punto de cargarse a su propia hija para ascender como rey. Este giro argumental en la trama de Stanis no tiene demasiado sentido ya que parece metido solo para darle algo de protagonismo al monarca, o quizás algo de empatía, cosa de la que carece completamente.
Además, esta parte de la trama se mete de lleno en el principio de sexto libro, Vientos de Invierno, que aún no está publicado, donde Stanis está ya muy cerca de Invernalia y preparado para atacarla con el ejército. Eso sí, en la versión original lo hace sin Melissandre y con un par de invitados Greyjoy.
Después de habernos enfriado lo suficiente a base de nieve, nieve y más nieve, viajamos hacia el otro lado del mar a ver qué le pasa a nuestro amigo Tyrion y a nuestra reina Daenerys en lo que va a ser, posiblemente, el cambio más bestia y más deseado de todos los fans de la serie.
Mira que en los libros estos dos no dejan de jugar a ser el ratón y el gato y que el Lannister nunca llega a encontrarse con la Targaryen por poco. Pero no sabemos exactamente en qué momento de drogas o felicidad suprema, los guionistas decidieron acelerar este acontecimiento y hacer que los dos personajes que todo el mundo quiere ver juntos, se encuentren por fin.
Sí, cómo lo leéis, el regalo, lo que le da nombre al capítulo, es Tyrion. Y tras una serie de catastróficas desdichas que nada tienen que ver con lo que le pasa en el libro a nuestro héroe en miniatura, parece que por fin vamos a ver qué va a suceder cuando estas dos mentes pensantes, dos de los grandes protagonistas del libro, se reúnen. Pero para eso tendremos que esperar al próximo capítulo porque el de hoy solo nos ha dejado verle la cara de pokér a Dany.
También veremos un pequeño momento a nuestro duo lalalá, es decir, Jaime y Bronn, que protagonizan una escena un tanto, curiosa, primero con Myrcela, que se enfrenta a su propio tío, y en segundo lugar con las ya de por sí maltratadas Serpientes de Arena. Al menos, en esta ocasión las veremos un poco más viperinas, aunque vamos, no es que arreglen absolutamente nada de lo que les han hecho. Animalitos. Para eso que no salgan.
Pero hay otro pequeño regalo. Otra alegría para el cuerpo de los fans. Un momento que llevábamos esperando desde que la reina madre hizo apresar a nuestra Margaery del corazón y al icono gay de poniente, con permiso del difunto Renly Baratheon, claro. Tras mucho tiempo de insinuaciones por fin asistimos a una de las reuniones más indecentes de la serie. La reina Olena y Meñique. Dos grandes mentes, dos grandes carismas y dos grandes poderes, un poco indefensos ante el ascenso del poder de los Gorriones. Eso sí, hay que decir que la Reina de Espinas se ha venido a menos, y eso, viniendo de una mujer que le plantó cara al mismo Tywin Lannister, no tiene perdón.
Lo que sí que queda en evidencia es la inocencia o subnormalidad suprema que tiene nuestra querida Cersei. Molestar a la Reina Olena tiene sus consecuencias, y lo primero fue perder a tu odioso hijo. Si la reina madre se pensaba que iba a salir de rositas del meollo que había montado, estaba muy equivocada y lo que ella misma creó, se le va a volver en su contra. Hablamos, cómo no, de Lancel y de los gorriones, que tienen mucho que decir.
Así pues, con estos dos sucesos de última hora, uno esperado y el otro, completamente sorprendente, nos encontramos en un séptimo capítulo que pone las cosas muy interesantes hacia el final. ¿Cómo acabará la relación de Tyrion con Daenerys? Esto ni si quiera ha ocurrido en el quinto o sexto libro, al menos que sepamos. La otra gran incógnita es sobre Invernalia ya que todo apunta a que veremos una gran batalla al final de la temporada. La batalla por el Norte. ¿Están preparando los guionistas un enfrentamiento final entre Ramsay y Stanis? ¿Brienne aparecerá por fin para algo más que para mirar al infinito? ¿Hará Sansa algo por la vida?
En temas de televisión ya sabemos que hace falta un gran final para la temporada ya que, a diferencia de los libros, deben de dejarnos con ganas de más, y ese final posiblemente tendrá que ver con los dragones y con el asalto a Invernalia. Veremos a ver qué más sorpresas nos esperan en los siguientes capítulos aunque, pese a que éste haya sido interesante, la temporada sigue siendo la más floja de todas. Con diferencia.