Cuando las cosas no pueden ir a peor, Valve anuncia que su nuevo proyecto es un juego de cartas de DOTA.
Mientras los usuarios de medio mundo esperan con impaciencia el anuncio de la tercera (o quinta, según se mire) de Gordon Freeman, Valve tiene su mente ocupada en otras cosas. De momento, la última decepción que nos hemos llevado de la compañía ha sido el anuncio de su último proyecto. No, no tiene un 3 en su nombre. Su nuevo proyecto es el juego de cartas de DOTA, llamado Artifact.
El juego fue anunciado con un simple téaser en The International 7. Sin embargo, la recepción ha sido, cuanto menos, negativa. La sensación que tenemos al ver este anuncio es el de «culo veo, culo quiero». Está claro que Blizzard ha encontrado su gallina de huevos de oro con Hearthstone, una versión reducida -e increíblemente compleja- de Magic y, obviamente, Valve también quiere su trozo del pastel.
No podemos poner en duda que Valve es capaz de hacer grandes videojuegos. Seguramente, este Artifact será un gran videojuego y que todos acabarémos jugando pero… ¿en serio, Valve? ¿Escuchas alguna vez a tus usuarios? Llevamos años pidiendo una nueva entrega de Half-Life que termine de una vez su historia. No nos importaría disfrutar de una tercera parte de Left 4 Dead. Quizá es el momento de hacer ya un Team Fortress 3 capaz de competir directamente con Overwatch.
Pero no, todo lo que vamos a tener por parte de Valve es este juego de cartas basado en el súper popular DOTA2. No vamos a negar el más que seguro éxito que va a tener este Artifact porque además, conociendo a Valve, seguramente será un título free to play con microtransacciones para poder tener más sobres. Sin embargo, nos decepciona ver que la compañía ha tomado la vía del vago en hacer un nuevo juego.