¿Quieres un ayudante inmortal en Elden Ring? Pues anota al esqueleto miliciano, culpable. Se levantará siempre por ti.
En la última obra de Miyazaki se ataja por completo el debate de la dificultad. ¿Queréis un modo fácil? Pues atiende a las cenizas de espíritu, una mecánica nueva en los soulslike que nos permite invocar a seres espectrales que nos echarán un cable en aquellas batallas imposibles. Entre todas las cenizas, hay una que es la repanocha: la del esqueleto miliciano. Con ella convocaremos a un par de guerreros debiluchos que pueden alardear de ser el bastión inmortal en Elden Ring.
https://youtu.be/fMKBRRjYJDM
¿Dónde consigo al esqueleto miliciano?
Pues la ceniza la obtendremos como recompensa al derrotar al Barquero tibial, localizado en la Aldea de Aguainvocante. Este jefe de mundo es muy sencillote. Puede darnos algo la murga porque invoca esqueletos y nos dispara ondas mágicas, pero en esencia es un enemigo muy lento al cual podemos predecir sin muchas complicaciones. Además, tiene muy poca salud, por lo que si vais con un arma un poco mejorada, caerá de poquitos golpes.
¿Por qué son tan útiles los esqueletos milicianos?
Pues porque reviven siempre que mueren, de manera que son un excelente recurso para utilizar como cebo en los combates contra jefes. Cada vez que caen, revivirán con toda la salud al cabo de unos pocos segundos. Pero eso sí, si en el proceso de resurrección reciben un golpe, morirán hasta que descansemos en una gracia como el resto de cenizas de espíritu.
Lo bueno también es que podemos mejorarlos con convalarias sepulcrales, una planta que encontramos a patadas en los templos escondidos en cuevas. Los esqueletos milicianos a +5 hacen el daño suficiente para ser una molestia y aguantan bastantes bofetadas antes de morir y volver a revivir. Así que ya sabéis, haceos con esta ceniza lo antes posible para tener un recurso indispensable en aquellas batallas que se os atraganten.