La beta de Destiny 2 apunta a que el juego va a ser lo que se espera de él. Un triple A que va a mover ríos y océanos de gente.
Tras una campaña de promoción digna del nombre que lleva y de quién firma el juego, ya hemos podido jugar a lo nuevo de Bungie. Las impresiones de la beta de Destiny 2 solo podían ir en una dirección. Es un juego cuidado hasta el mínimo detalle, con un ritmo marca de la casa. Y desde luego con el potencial de convertirse en juego de cabecera para los próximos años.
El comienzo de la beta de Destiny 2 es la primera misión del juego, así que no sorprende. Es algo que ya hemos ido viendo en los últimos meses. Sin embargo, aunque sea algo ya conocido tenerlo entre las manos cambia la experiencia radicalmente. El ritmo apenas te deja respirar y no apartarás los ojos de la pantalla durante los 40 minutos que dura.
Para alguien como yo, no ha sido un problema la falta de experiencia. En su momento vi el fenómeno del primer Destiny desde la lejanía. Y cuando tuve la sensación de querer sumarme a algo grande pero sentí que llegaba demasiado tarde.
Se nota que es Bungie (lo sé, habéis cantado)
La experiencia de Bungie haciendo shooters se nota en cada animación, en cada arma, en cada plano, en cada secuencia. Sin embargo, no me gusta que hayan decidido recurrir a uno de los clichés más manidos de los videojuegos. Eso de empezar con un equipo de élite y con todas las habilidades desbloqueadas, para en la siguiente misión empezar prácticamente de cero, que es lo que se intuye, me parece vergonzoso.
Entiendo perfectamente que lo hayan decidido así, e incluso está más que justificado diegéticamente. El Guardián protagonista es un perro viejo tras todo lo que pasó en el primer Destiny,. Pero con la destrucción del Viajero y todo lo demás, pierde su equipo e, imagino, los poderes.
Lo entiendo, pero no puedo compartirlo. Como tampoco puedo compartir que tras tantos años, la promesa del viaje de Destiny haya quedado truncada con el lanzamiento de Destiny 2. Todas esas declaraciones de intenciones de querer hacer un MMO han quedado totalmente sepultadas. Y al final ha acabado siendo un juego online con más vida útil de lo habitual.
Ahora, con Destiny 2 y un nombre a sus espaldas, intentan captar más gente y replicar el viaje. Pero a pesar de que la política empresarial de Activision me esté pareciendo terrible, es algo que no ha afectado al juego. Lo poco que he podido jugar a Destiny 2 deja patente lo que casi todo el mundo podía adivinar. Va a ser un triple A muy potente y cuidado.
Una declaración de intenciones
La misión principal, de todas formas, es una declaración de intenciones inmejorable. No solo prepara el terreno para una historia digna de cualquier juego que quiera enmarcarse dentro de la ciencia ficción y coquetee con la space opera. Pero, además, es que el propio ritmo interno del juego impresiona por lo pulido que está. En esa misión se ha podido ver cómo Destiny 2 maneja muy bien los tiempos. Sabe cuándo dejarte avanzar. Cuándo obligarte a pensar. Y también cómo alternar patrullas de un par de enemigos y auténticas hordas sin fin. Adolece todo un poco de ser demasiado sobre raíles pero es algo que queda compensado sobradamente con su intensidad.
Más interesantes, sin duda, resultan los modos multijugador que trae (dos competitivos y uno cooperativo). De nuevo, no es nada que no hayamos visto antes. Que al fin y al cabo IGN se llevó un pedazo de exclusiva con Destiny 2 hace relativamente poco. Pero como con la misión principal, ver y jugar son dos cosas diferentes. Y lo segundo, sin duda, gana de calle.
Las habilidades de cada clase y cada subclase le aportan mucha variedad a al multijugador, aunque muchas veces la mayoría de los combates se resuelven simplemente con las armas. No sé si por inexperiencia o por estar habituados a otros shooters, pero es así. Pero aún solo con eso, las tres clases diferentes de armas: cinéticas (normales), de energía (con daño elemental) y de poder (especiales y raras) aportan la suficiente variedad al juego como para tener personalidad incluso si el gameplay se limita a eso.
Me ha parecido interesante que cada subclase de las tres principales (Titán, Cazador, Hechicero), que ahora son totalmente nuevas y remodeladas, están ya predefinidas y no se pueden mezclar con habilidades de otra rama. Puede parecer una tontería, pero esa compartimentación ayuda mucho a la hora de definir roles y leer visualmente una partida.
Mapas con pocos cambios
A pesar de toda la experiencia acumulada, me sigue pareciendo increíble que un estudio que ha creado Halo tenga tan poca chispa a la hora de crear mapas multijugador.
La dinámica es la misma, al fin y al cabo, entre el multi de Destiny 2 y el de cualquier Halo. Y precisamente por eso molesta especialmente que no puedan ni siquiera igualar el espectacular diseño de niveles que lograron hace años. No sé si que han perdido desarrolladores clave o han perdido la chispa, pero jugando al multijugador competitivo no podía evitar tener la sensación de que faltaba algo.
Pero aunque esa chispa y esa magia puedan no estar presentes, lo suplen perfectamente con experiencia y toneladas de dinero para tener unos valores de producción (artísticos, tecnológicos y sonoros) de primer nivel.
Vi el fenómeno del primer Destiny desde la lejanía por el miedo a no llegar a tiempo, pero tras probar la beta de Destiny 2 tengo claro que eso no va a pasar esta vez. No sé si saldrá rana el juego completo, pero es algo que quiero experimentar completamente desde el día uno.