El rogue-lite independiente que mezcla rol y primera persona no es nada nuevo pero nuestras impresiones de Dungeon Crowley sí lo son.
Cuando los estudios independientes tienen que marcar su sello de identidad, tienen que conseguir hacerlo de la forma más original posible. La premisa tras el juego de Animvs Game Studio es diferente a pesar que su esencia siga siendo el rogue-lite más puro. Entramos de lleno en la mazmorra del estudio brasileño con nuestras impresiones de Dungeon Crowley.
Un profesor decide tomar clases particulares que le llevarán a enfrentarse a las fuerzas de la oscuridad cuando se pone a estudiar libros sobre ocultismo. Para poder seguir vivos (y con amplias riquezas) tendremos que recorrer oscuros laberintos mientras nos enfrentamos a las fuerzas de lo oculto. ¿Seremos capaces de sobrevivir al mal?
Dungeon Crowley no pretende destacar por su historia pero sí por su jugabilidad. Este rogue mezcla con la primera persona los elementos clásicos del género. Un buen montón de enemigos con los que acabar, escenarios generados proceduralmente y un puñado de armas que actúan de forma diferente para que podamos elegir las que más se adapten a nuestro gusto. Además, a medida que vamos eliminando enemigos conseguiremos puntos de experiencia con los que subir de nivel.
Cada subida de nivel nos permite gastar un punto en uno de los tres estados: fuerza, destreza y magia. El equipamiento, ya sean armas o armaduras, tienen un requisito de uso que tendremos que cumplir para poder equiparnos con ella. No son muy altos, pero desde un principio tendremos que tomar un camino determinado para poder equiparnos los objetos más fuertes. Sin embargo, da la sensación que todavía faltan muchas cosas… Algo que es totalmente cierto.
Actualmente, Dungeon Crowley está en acceso anticipado (actualmente está en la versión 0.28) y, a pesar de que es bastante divertido, da la sensación de ser una experiencia que está a medias. En primer lugar, tenemos el motor Unreal Engine 4 que, de vez en cuando, nos da alguna sorpresa que otra, especialmente cuando morimos y aparecemos en mitad de la nada con una escalera a lo lejos para poder volver al exterior, momento en el que se transforma en nuestro hogar.
Las animaciones son demasiado toscas en muchos de los enemigos y, visualmente, no deja de ser un juego totalmente genérico. Pero sin duda, una de las cosas que más me hizo rechinar los dientes fue la animación del arco. Normalmente, al presionar el botón izquierdo para disparar una flecha podemos mantenerlo pulsado hasta que disparemos, algo necesario a la hora de apuntar. Sin embargo, la flecha se disparaba sola, haciendo que este arma fuese poco más que inútil. Por suerte, tuve la oportunidad de charlar con uno de los desarrolladores que me confirmó que un árbol de habilidades está siendo implementado en el juego y que esa habilidad podrá ser desbloqueada a medida que vayamos subiendo de nivel.
Saber que todavía queda trabajo a Dungeon Crowley me hace tener esperanzas en el juego a pesar de que, como os he dicho anteriormente, resulta bastante divertido de por sí. Aunque la música puede resultar terrible en algunos momentos, es curioso como la experiencia resulta original por sí misma. Estaremos pendientes de futuras revisiones del juego porque, modo multijugador incluido, puede que Dungeon Crowley se convierte en un rogue-lite realmente interesante.