Parece una buena época para los perretes en el mundo de los videojuegos. Chop era ese Rottweiler agresivo y juguetón que se cagaba encima siempre que Franklin llegaba a casa, Diamond Dog es el mejor compañero de fatigas de Big Boss, y en Fallout 4 no estaremos solos, ya que contaremos con la inestimable compañía de un compañero peludo.
Kevin Cancienne ha querido dar una vuelta de tuerca al género, y quiere que vivamos el mundo desde los ojos de un perro abandonado. Tal cual. Abandonado toda frivolidad, nos ponemos en la piel de un can sin hogar, que debe buscarse la vida ya sea pidiendo o robando comida a despistados transeúntes o rebuscando en cubos de basura. La calle es nuestra, pero también de todos aquellos perros abandonados que no dudarán en atacarnos y darnos caza. Pero no todo es malo, ya que podremos juguetear en el parque con otras mascotas y divertirnos rastreando por la ciudad. Al acabar el día, más vale que tengamos a mano un buen hueco en el que acomodarnos.
Kevin ha estado desarrollando el escenario durante el pasado año, focalizando en una ciudad con tintes de Jet Set Radio o Katamary Damacy, para lograr un entorno novedoso, donde el jugador se sienta perdido. Su idea es aprovechar los instintos caninos para sobrevivir en una ciudad pensada obviando a estos seres de cuatro patas y amor incondicional.
Según Cancienne, aún le queda mucho trabajo por delante. Su idea es continuar con su campaña de Kickstarter para agilizar el proceso y contar con más compañeros con los que poder desarrollar el proyecto. Si le apoyas en su campaña, te asegura una copia digital del juego para PS4. Home Free parece, a priori, una idea interesante, novedosa y que puede explorar nuevas formas de juego. En sus propias palabras, con un mando en la mano, el juego es fantástico. Que va a decir, el amigo.