El guerrero del aguijón afilado es de las criaturas más pequeñas de todo Hallownest. Hoy hablamos sobre Hollow Knight y la importancia del tamaño.
Estos días de confinamiento han hecho que vuelva al indie que más me ha maravillado de todos los que he jugado. Una aventura basada en el reto del pequeño, a los grandes. De lo insignificante a los dioses, y el camino que eso supone. Hoy vamos a hablar de Hollow Knight y la importancia del tamaño.
Un cascarón vacío
Cuando Hollow Knight empieza, lo hace desde lo alto, para bajar a lo más profundo de un reino ya casi abandonado y consumido. Un reino antaño glorioso, fuerte y próspero, pero maldito. Un reino de reyes, ciudades, tribus y… dioses. Y es que desde el primer minuto de juego nos quieren dejar claro que ahí abajo, entre las infinitas cavernas, el poder de los dioses es fuerte.
Pero los dioses no tienen por qué ser buenos. Se nos habla, constantemente, de una civilización ya caída, antaño poderosa, con guerreros legendarios, cuyos actos salvaron al reino de una destrucción segura… que finalmente no pudo evitarse.
Y todo esto nos inspira aires de grandeza. Como Anor Londo en Dark Souls, nuestro héroe se siente insignificante ante lo imponente del mundo que le rodea. La escala de los objetos de nuestro alrededor nos sobrepasa por varios cuerpos. Por ello, somos lo más pequeño dentro de un mundo de bestias gigantes, pero venimos a matarlos a todos.
La premisa de Hollow Knight es simple. Llegamos a un reino abandonado y al borde de la destrucción para acabar con la infección. El por qué lo hacemos se revelará conforme indaguemos en el acervo del propio juego, pero eso es lo de menos.
Lo que tenemos claro desde el inicio del juego es que es una batalla de un pequeño contra un gigante. Un David contra Goliat, en el que David se irá haciendo más fuerte conforme se adentre en las profundidades de Hallownest. Porque, a diferencia de los Dark Souls, aquí derrotar enemigos no nos hará más fuerte. Nuestra fuerza radicará en la exploración del entorno.
El tamaño importa
Todo a nuestro alrededor es más grande, y los NPC no iban a ser menos. De tamaños variables, la norma general es que todos son más grandes que nosotros, y el juego se ocupa de hacer hincapié en esto. Calificándonos de “pequeño”, los NPC nos hablarán sorprendidos de nuestra valentía y vigor, atributos confinados en un cuerpo cuyas proporciones distan mucho de la de los héroes.
Generalmente, la mayoría de los enemigos también serán más grandes que nosotros, y solo aquellos ínfimos, los comúnmente conocidos como “masillas”, serán de un tamaño similar al nuestro. Estos enemigos, por su naturaleza, están hechos para morir, y esta representación de debilidad estriba en el tamaño de los mismos. Por ello, nuestro tamaño importa en tanto que nuestra tarea parece cosa de alguien mucho más imponente que nosotros mismos.
Y aquí es donde entra Zote. Este personajillo, es de apariencia similar a la nuestra. Un ser pequeño, cornudo, que deambula por las entrañas de Hallownest alardeando de un poder inconmensurable, pero al que siempre deberemos rescatar de algo. Y nunca nos lo agradecerá, pues para él, todo está bajo control.
La enajenación de este personaje es la representación de la psique del nuestro. Esto queda más evidente cuando nos enfrentamos a él, en una versión mucho mayor. Zote, el insignificante ser de tamaño similar al nuestro, se transforma en un guerrero enorme y muy poderoso.
Así, con el tamaño, se representa el interior del protagonista. Porque somos pequeños, insignificantes, pero en nuestro interior somos el guerrero mas feroz y grande de todo Hallownest. No obstante, no debemos dejar llevarnos por ello.
El combate contra Zote es extraño. Se trata de un combate difícil debido a la extraordinaria fuerza y habilidades del enemigo, pero en el fondo vemos su torpeza con cada ataque. Me gusta pensar que esta representación es una forma de decirle al personaje que, lo que es, lo es por su tamaño interior y no por sus dimensiones.
Creo que el juego busca esto deliberadamente. Somos un ser pequeño que se enfrenta constantemente a seres enormes, valiéndonos principalmente de nuestra agilidad y velocidad. El diseño de los niveles también deja entrever esto, con recovecos solo accesibles para criaturas de un tamaño menor.
El tamaño importa en Hollow Knight. Las dimensiones de un mundo mucho mayor que nosotros pueden impresionarnos desde un inicio, pero precisamente eso, es lo que disminuirá a medida que crezcamos como personaje y como jugadores. El tamaño, una desventaja en un principio, pasará a ser nuestro mejor aliado. Nuestra humildad representada con la pequeñez de nuestro protagonista nos hará mantenernos siempre alerta, y no caer en delirios de grandeza que, como a Zote, nos terminarán matando.